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Versículos de la Biblia para consolar a quien perdió a un ser querido

2021-03-09

“Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree...

 

Ante la pérdida de un ser querido, no hay mejor manera de consolar a los deudos que llevarles la Palabra de Dios contenida en la Biblia, pues sus versículos reflejan las promesas divinas reveladas a los seres humanos a través de la letra inspirada por el Espíritu Santo.

Aquí encontrarás 20 versículos de la Biblia en los que te puedes apoyar para llevar esperanza y consuelo a quienes han perdido a una persona y se les dificulta asimilarlo.

Versículos de la Biblia

1. Lucas 23,46

“Entonces Jesús exclamó con fuerza: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró”.

2. 1 Corintios 15,21

“De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos”.

3. Josué 23,14

“Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita. Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues Él no ha faltado a ninguna de ellas”.

4.- Juan 11,25-26

“Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?”.

5. Apocalipsis 21,3-4

“Aquí es donde Dios vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos, y ellos serán suyos para siempre. En efecto, Dios mismo será su único Dios. Él secará sus lágrimas, y no morirán jamás. Tampoco volverán a llorar, ni a lamentarse, ni sentirán ningún dolor, porque lo que antes existía ha dejado de existir”.

6. Cantares 8,6

¡Graba mi nombre en tu corazón!

¡Graba mi imagen en tu brazo!

¡Tan fuerte es el amor como la muerte!

¡Tan cierta es la pasión como la tumba!

¡El fuego del amor es una llama que Dios mismo ha encendido!

7. 1 Tesalonicenses 4,13-14

“Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los que vivieron y murieron confiando en Él”.

8. Juan 3,16

“Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna”.

9. Eclesiastés 9,5-6

“Los que aún vivimos sabemos que un día habremos de morir, pero los muertos ya no saben nada ni esperan nada, y muy pronto son olvidados. Con la muerte se acaban sus amores, sus odios, sus pasiones y su participación en todo lo que se hace en esta vida”.

10. Hechos 24,15

“Yo creo que Dios hará que los muertos vuelvan a vivir, no importa que hayan sido buenos o malos. Y también los que me acusan creen lo mismo”.

11. Romanos 6,23

“Quien sólo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor”.

12. Juan 5,28-29

“No se sorprendan de lo que les digo, porque va a llegar el momento en que los muertos oirán mi voz y saldrán de sus tumbas. Entonces, los que hicieron lo bueno volverán a vivir, y estarán con Dios para siempre; pero los que hicieron lo malo volverán a vivir para ser castigados”.

13. Romanos 14,8

“Si vivimos o morimos, es para honrar al Señor Jesucristo. Ya sea que estemos vivos, o que estemos muertos, somos de Él”.

14. Salmo 23,4

Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

15. Romanos 8,38-39

“Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni lo presente ni lo porvenir ni poderes ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro”.

16. Ezequiel 18,32

“Ciertamente, yo no quiero la muerte del que muere, dice Dios. ¡Arrepiéntanse y vivan!”.

17. Salmo 139,7-8

¿A dónde me iré de tu Espíritu?

¿A dónde huiré de tu presencia?

Si subo a los cielos, allí estás tú; si en el Seol hago mi cama, allí tú estás.

18. 2 Timoteo 2,11

“Fiel es esta palabra: Si morimos con Él, también viviremos con Él”.

19. Mateo 10,28

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.

20. 2 Corintios 5,1

“Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, esta tienda temporal, se deshace, tenemos un edificio de parte de Dios, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos”.



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