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Primer fuego en el Barça de Laporta: dimite el vicepresidente económico

2021-03-15

El conflicto puede ser incluso mas profundo. Lo apunta Emilio Pérez de Rozas, redactor de El...

Por Luis Tejo

Aunque ha ganado las elecciones, Joan Laporta todavía no es oficialmente nuevo presidente del Fútbol Club Barcelona. Como en todos los comicios, el proceso lleva sus pasos: la votación propiamente dicha, el recuento, posibles apelaciones, etcéteras varios, que acaban desembocando en la toma de posesión del cargo. Al nuevo mandatario culé le falta esto último, aunque se prevé que esta misma semana, posiblemente el miércoles, quede resuelto.

Para que esta toma de posesión fuera posible faltaba un trámite importante que, si nada se tuerce, se completará hoy mismo: la presentación de avales. La normativa de La Liga exige a la directiva entrante aportar de sus fondos propios el 15 % del presupuesto del club (126 millones de euros). A cuento de este asunto se ha desencadenado, antes incluso de llegar al poder, el primer fuego en los despachos culés. Que aparentemente está apagado, aunque está por verse qué consecuencias tiene.

Uno de los nombres clave de la candidatura de Laporta era Jaume Giró. Se trataba del, posiblemente, miembro más relevante de la futura junta, puesto que iba a ocupar el cargo de vicepresidente económico, la parcela más conflictiva en los últimos tiempos en la casa azulgrana. Hablamos en pasado porque finalmente no va a ocurrir, ya que ha decidido apartarse del proyecto justo antes de que arranque.

La justificación oficial, según un comunicado emitido por la candidatura el pasado sábado por la tarde, es que hay incompatibilidad entre el cargo y los compromisos laborales de Giró. En el texto se le atribuía a él mismo la responsabilidad: "ha decidido no formar parte por motivos profesionales que le obligarán a pasar muchos días al mes en Londres, hecho que hace inviable la plena dedicación a las tareas de vicepresidente de la entidad". 

Badalonés de 56 años, Jaume es el presidente de Giró Consultants, su propia consultoría de comunicación y reputación de marca, además de editor de The New Barcelona Post, un diario de carácter "empresarial, cultural y social" que tiene por objetivo "potenciar la marca Barcelona y poner en valor todo el talento que hay en la ciudad". También fue anteriormente directivo de empresas de renombre como Gas Natural, Repsol y La Caixa. Si quieres ampliar información y buscas sobre él en Google, ten cuidado, porque te podrías confundir con un actor que tiene su mismo nombre.

No seremos nosotros quienes dudemos de la carga de trabajo que debe afrontar el señor Giró en sus compromisos fuera del Barça. Pero como excusa, sí resulta un tanto extraño para justificar una salida justo ahora. Sobre todo porque, planteado así, parece que ha descubierto de repente que debe viajar y que no le va a dar tiempo a estar a todo. Durante la campaña electoral no dio muestras de que tal circunstancia fuera a suponer ningún inconveniente.

Es lícito sospechar, y de hecho muchos lo hacen, que hay algo más por detrás. Varios medios, como el Sport, apuntan la posible causa. Que no sería otra que las discrepancias que han surgido entre Giró y Laporta a cuento de la política económica que se debe llevar en el Barcelona para tapar el agujero que es actualmente su tesorería. Más en concreto, Giró no estaba de acuerdo con que Ferran Reverter, futuro director ejecutivo (lo que los anglosajones llaman CEO) tras su reciente fichaje desde la compañía MediaMarkt donde ocupaba el mismo cargo, tuviera el control absoluto sobre las cuentas. 

El conflicto puede ser incluso mas profundo. Lo apunta Emilio Pérez de Rozas, redactor de El Periódico, quien cree que la cuestión de fondo esté precisamente en los avales. Según indica, varios de los directivos tenían dificultades para aportar la parte que les correspondía de los famosos 126 millones, para lo que habrían recurrido a su vez a otro aval, que otorgaría la empresa Audax Renovables (que puede permitírselo: presume de haber cerrado el año 2020 con más de 26 millones de euros de beneficios, que se suman a los obtenidos en ejercicios anteriores).

El problema es que los mandatarios de esta compañía, dedicada a la generación de energía, no estarían dispuestos a soltar el dinero así como así. A cambio exigirían poder a la hora de manejar el dinero en Can Barça, algo comprensible si tenemos en cuenta que la operación es muy arriesgada porque el club tiene una deuda total de 1.173 millones, de los que 730 son a corto plazo. Casualmente, ya se conoce quién va a ser el nuevo vicepresidente económico culé en sustitución de Giró... y se trata de Eduard Romeu, economista con experiencia en banca (trabajó en el Santander y en Bankia) que desde hace unos años ejerce como vicepresidente de Audax.

En principio, no se prevé que el movimiento en los sillones afecte al proyecto clave para paliar la situación catastrófica de las arcas azulgranas. La idea de Giró era la emisión de bonos, funcionando a modo de créditos con bancos, pero también con inversores privados. Laporta no solo está de acuerdo con este plan, sino que lo defendió activamente, alegando que "si un banco te ha dejado dinero, difícilmente te dejará más; podemos emitir los bonos con compañías de reconocido prestigio como fondos de pensiones, de inversión o compañías aseguradoras". 

La propuesta causó cierta polémica, porque no hay que olvidar que el Barça no es una empresa al uso, sino un club deportivo propiedad de sus socios. Pero Laporta lo incluía expresamente en su programa electoral, asegurando que no implicaría que los inversionistas se convirtieran en propietarios; su victoria en la votación legitima esta forma de actuar. Es de esperar que Romeu, aunque barra para su casa, no se salga demasiado del guion establecido. 

El hecho es que los nuevos jefes ni siquiera se han instalado en su despacho y ya han tenido que lidiar con su primera gran bronca. Pronto veremos hasta qué punto la han conseguido resolver. La imagen transmitida, de momento, no es la mejor.



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