Internacional - Política

Pese a lazos, Emiratos Árabes Unidos esquiva maniobra electoral de Netanyahu

2021-03-18

Las autoridades emiratíes en su mayoría guardaron silencio, una respuesta que...

Por ISABEL DEBRE

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Ante la elección en Israel la semana próxima, la cuarta en dos años, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha intentado sacar provecho de la nueva relación con los Emiratos Árabes Unidos en su campaña desesperada para continuar en el poder.

Pero los EAU han respondido con silencio —acaso indiferencia— a las entusiastas descripciones de Netanyahu de las inversiones multimillonarias y las promesas de una reunión histórica con el poderoso príncipe heredero de Abu Dabi. Un funcionario emiratí dijo que la federación no participará de las maniobras electorales en Israel “ahora ni nunca".

Las señales conflictivas de los países, que normalizaron relaciones a fines del año pasado en un acuerdo mediado por Estados Unidos, han desatado una tormenta de especulación, puesto de manifiesto las diferencias políticas entre las partes y socavado los argumentos de Netanyahu sobre el abrazo amistoso de la monarquía árabe.

“La luna de miel terminó rápidamente”, tuiteó el conocido analista político emiratí Abdulkhaleq Abdula el jueves.

En una disputada batalla por su reelección, Netanyahu ha tratado reiteradamente de gestionar un viaje relámpago a la capital emiratí de Abu Dabi para esgrimir su hazaña diplomática. La visita prometía escasos resultados más allá de una valiosa oportunidad para Netanyahu de tomarse una foto. El primer ministro trata de presentarse como un estadista indispensable, singularmente dotado para transformar los enemigos de Israel en aliados y guiar su nación en tiempos turbulentos.

Frustrados sus planes una y otra vez por la cuarentena del coronavirus, Netanyahu intentó una visita relámpago el jueves pasado, pero debió cancelarla a último momento. Fue un revés embarazoso: dijo que Jordania le había negado el permiso para atravesar su espacio aéreo después que las disposiciones de seguridad impidieron una visita privada a Jerusalén del príncipe heredero jordano.

Las autoridades emiratíes en su mayoría guardaron silencio, una respuesta que parecía ocultar una corriente subterránea de oposición tras las bambalinas.

Una de las pocas excepciones fue Anwar Gargash, un asesor presidencial emiratí que hasta el mes pasado fue ministro de estado de asuntos exteriores. “Los EAU no tomarán parte en maniobras electorales internas de Israel, ahora ni nunca”, tuiteó.



aranza