Internacional - Economía

Brasil prevé atraer 192,308 millones de dólares en inversiones hasta 2022

2021-06-02

Freitas aseguró que las concesiones previstas para el segundo semestre superan...

 

Río de Janeiro, 2 jun (EFE).- Brasil prevé atraer un billón de reales (unos 192.308 millones de dólares) en inversiones privadas con las concesiones de infraestructuras planeadas hasta fin de 2022, afirmó este miércoles el ministro brasileño de Infraestructura, Tarcisio Gomes de Freitas.

"Es un volumen de contratación de inversiones sin precedentes. Se trata del mayor programa de concesiones de infraestructuras del mundo", dijo el ministro en entrevista a corresponsales extranjeros en Brasil, incluyendo la agencia Efe, en la que enumeró las subastas para ofrecer derechos sobre carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, puertos, líneas eléctricas y reservas petroleras.

La cifra incluye las concesiones realizadas desde enero de 2019, con el inicio de la Presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro, defensor de una política económica de profundo corte liberal e incentivos al sector privado, y las previstas hasta diciembre de 2022, cuando concluye su mandato.

Freitas explicó que la mayor parte de esas concesiones serán realizadas en el segundo semestre de 2021 y en 2022.

Según su balance, en los dos últimos años y medio fueron realizadas concesiones de 70 activos sólo en el área de transportes (carreteras, puertos, ferrocarriles y aeropuertos) cuyos vencedores se comprometieron con realizar inversiones por 70,000 millones de reales (unos 13.461,5 millones de dólares).

"Con las concesiones que realizaremos en el segundo semestre de 2021 contrataremos inversiones por otros 70,000 millones de reales para llegar este año hasta 140,000 millones de reales (unos 26.923 millones de dólares) y terminar 2022 con inversiones por 260,000 millones de reales (unos 50,000 millones de dólares) sólo en infraestructura de transportes", explicó.

Esos valores, aclaró, no incluyen las concesiones realizadas por el Ministerio de Minas y Energía de líneas de transmisión, derechos para explotar petróleo y gas y licencias para construir y operar hidroeléctricas y generadoras térmicas, eólicas y solares.

"Si sumamos lo contratado hasta ahora en transportes, energía y minas estamos hablando de inversiones por 600,000 millones de reales (unos 115.384,6 millones de dólares) y la previsión de terminar 2022 con inversión contratada por un billón de reales (192.308 millones de dólares)", aseguró.

En cuanto a las concesiones de transporte, las cifras incluyen las subastas que el Ministerio de Infraestructura realizó en la primera semana de abril y por las que concedió 28 activos (22 aeropuertos, 5 terminales portuarios y un ferrocarril).

Los vencedores del concurso pagaron 3.548 millones de reales (unos 682,3 millones de dólares) por las licencias y se comprometieron con inversiones por 10,000 millones de reales (1.923 millones de dólares) en mejoras y ampliaciones.

Freitas aseguró que las concesiones previstas para el segundo semestre superan significativamente las realizadas en abril y son una muestra de la magnitud de Brasil.

Entre las subastas previstas para este año destacan la de la Vía Dutra, la carretera de mayor tránsito del país por conectar Sao Paulo con Río de Janeiro; y el ferrocarril Ferrograo, que permitirá enviar a los puertos marinos la producción de granos del estado de Mato Grosso, el mayor granero del país.

El operador que se adjudique el derecho a explotar la Vía Dutra tendrá que comprometerse con inversiones en la carretera Río-Santos, prácticamente paralela pero que va bordeando el litoral de los dos estados más ricos del país.

Igualmente serán privatizados este año el puerto de Espíritu Santo (primera terminal marítima de gran porte del país que dejará de ser pública) y las carreteras federales BR381 y BR262 entre Minas Gerais y Espíritu Santo, y las BR153 (Tocantins) y BR163 (Mato Grosso).

Para el próximo año está prevista la concesión de otros 16 aeropuertos, incluyendo los de Santos Dumont y Congonhas -puntas del puente aéreo entre Río y Sao Paulo- y la privatización del puerto de Santos, el mayor de América Latina y que el Gobierno, con las inversiones que exigirá, pretende convertir en el mayor de todo el hemisferio sur.



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