Salud

Los grandes países europeos empiezan a vacunar sin restricciones de edad

2021-06-04

Las prioridades han cambiado ahora. Puesta a salvo una parte mayoritaria de la población de...

Daniel Verdú, Marc Bassets y Elena Sevillano | El País

Roma / París / Berlín - Europa pisa el acelerador de las vacunas ante la llegada del verano. España sigue inmunizando con arreglo a los grupos de edad, excepto en casos de individuos con factores específicos de riesgo, y ahora avanza en la vacunación de las personas entre 40 y 49 años. Pero otros grandes países europeos han empezado a abrir la veda de las citas sin restricciones de edad. Lo que no significa, en todos los casos, que los más jóvenes vayan a recibir su dosis de manera inminente.

Italia dio un impulso a su campaña de vacunación con la llegada de Mario Draghi a la presidencia del Consejo de Ministros el pasado febrero. El expresidente del BCE puso al frente de la misión al general del ejército italiano Francesco Paolo Figliuolo, que cambió la estrategia, pero también gozó de un número mucho más elevado de dosis para administrar a la población. Ha sido un éxito. Hasta este jueves se han vacunado en Italia 35.817.595 personas, mientras que han completado la pauta 12.397.459, lo que supone el 12% de los mayores de 12 años, según los datos del Ministerio de Sanidad. Llegados a este punto, el Gobierno ha decidido abrir ya la lista de inscripción a toda la población.

Las prioridades han cambiado ahora. Puesta a salvo una parte mayoritaria de la población de mayor riesgo (en algunas regiones todavía no es así), el objetivo son ahora los jóvenes. Y, sobre todo, evitar que el mes de agosto se convierta en un mes perdido debido a las vacaciones estivales. Algo que el Ejecutivo italiano piensa resolver con la aceleración de la campaña, pero también ampliando la infraestructura de vacunación en determinadas zonas de veraneo.

Italia permite desde el jueves por la mañana reservar cita para vacunarse a todos los mayores de 12 años. Pero la apertura de la campaña de las vacunas a toda la población muestra pequeñas diferencias entre regiones: algunas han decidido esperar aún y concentrarse en los mayores de 18 años; otras, como Lombardia, Veneto, Campania y Calabria, comenzaron este jueves a aceptar reservas también a partir de 12 años. Hasta ahora, muchas de estas regiones realizaban de vez en cuando los “días de puertas abiertas”, jornadas en las que todo el mundo podía inscribirse para recibir la primera dosis de la vacuna. Algunos, como el de esta semana en Bolonia, han terminado con enormes colas y conatos de peleas, al no haber suficientes dosis disponibles para toda la gente que se había apuntado.

En Francia, será a partir del próximo día 15 cuando los jóvenes de 12 a 18 años se empiecen a vacunar contra la covid-19. La vacunación para esta franja de edad será “voluntaria” y “con el acuerdo de los padres, en ningún caso obligatoria”, explicó el miércoles el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, en el telediario de la noche de la cadena TF1. “[La medida] participa del movimiento de inmunidad colectiva que nos permitirá, esperemos, evitar el cierre de clases de colegio y liceo en el inicio de curso [en septiembre], y proteger a los adolescentes”, añadió Verán, antes de recordar que la medida cuenta con la autorización de las autoridades sanitaria “francesas, europeas y mundiales”. La inmunización se hará con la vacuna Pfizer-BioNTech.

El anuncio, después de que el lunes ya se abriera la vacunación a todos los mayores de 18 años, contribuye a la sensación de optimismo que, por primera vez en muchos meses, recorre Francia desde la reapertura de las terrazas de los cafés, museos, comercios y otros espacios públicos el 19 de mayo pasado. Un 50% de adultos en Francia han recibido la primera dosis. Le Monde, en un editorial, habla de un ambiente de “covida”, juego de palabras entre la covid y la movida madrileña, descrita por el rotativo parisino como el momento de “euforia creativa” y “diversión desatada” en la España posterior a la muerte de Franco.

Y los franceses saben que, sin vacuna, no habrá “covida” que valga. Por eso han aparcado las reticencias que mostraron al principio del proceso de vacunación, cuando Francia era uno de los países europeos con más escépticos y la lentitud en el arranque de la campaña sembraba las dudas en la ciudadanía. Entonces, cuatro de cada 10 franceses no tenían la intención de inmunizarse. Entretanto, la campaña de vacunación se ha acelerado, hasta superar el calendario previsto. Y ahora son más de seis de cada 10, o más, según algunos sondeos, quienes quieren vacunarse. Muchos ya solo tienen una cosa en mente después de un invierno de confinamientos, toques de queda y restricciones a la movilidad: las vacaciones del verano y la posibilidad de volver a respirar.

Pero la posibilidad de pedir citas para vacunarse no implica necesariamente que todos cuantos quieran pueda recibir su dosis. Es el caso de Alemania, que eliminará los grupos prioritarios de vacunación a partir del 7 de junio. Desde ese día cualquier persona mayor de 12 años podrá reservar una cita para vacunarse, lo que no quiere decir que vayan a conseguir una. De hecho, en los grandes centros de vacunación de ciudades como la capital, Berlín, es imposible encontrar un hueco ni en junio ni en julio ni más adelante. Y ha sido así durante semanas.

Hasta ahora se estaba inmunizando a tres grupos: el 1, de máxima prioridad (mayores de 80 años, personas que viven en residencias y trabajadores sanitarios de primera línea); el 2, de prioridad alta (mayores de 70, personas vulnerables por padecer determinadas enfermedades, policías, embarazadas y personas sin hogar), y el 3, de prioridad media (mayores de 60, personas con otras enfermedades, otros sanitarios, y trabajadores de determinados oficios como la administración de justicia, la educación o el comercio minorista). Los grupos 1 y 2 están prácticamente inmunizados, no así el 3.

Sin embargo, muchas personas que no pertenecen a esos grupos han logrado vacunarse en las consultas de médicos particulares que han podido decidir a qué pacientes administraban las vacunas. Las redes sociales y los grupos de WhatsApp rebosan de consejos sobre consultas en las que se puede conseguir cita, aunque sea en otro Estado. Vacunarse se ha convertido en una carrera ante la proximidad de las vacaciones de verano y, en muchos casos, en una cuestión de suerte o de confianza con un médico vacunador. Las asociaciones de facultativos se han quejado del acoso que sufren en sus consultas con llamadas constantes para preguntar si disponen de citas. El ministro de Sanidad, Jens Spanh, pidió paciencia cuando anunció el cambio a mediados de mayo: “No todo el mundo podrá vacunarse en junio”. Su Gobierno promete que todo el que quiera podrá hacerlo antes del final del verano.



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