Muy Oportuno

¿Qué es el machismo?

2021-06-04

Reconocer y aceptar los errores y, comprometerse libre, voluntaria y conscientemente a superar...

Por Francisco Mario Morales 

Es necesario buscar soluciones y compromisos de raíz y no solo paliativos superficiales.

El machismo se caracteriza por la falta de capacidad para entender razones, por ser intolerante y arbitrario, prepotente, cree ser autosuficiente, las únicas razones válidas son las de él. Fue educado con la falsa idea de que el hombre es por naturaleza superior y más fuerte que la mujer. Quiere ser escuchado, pero no sabe escuchar, por su temperamento y su inclinación al arrebato y a la violencia. La obstinación por sus ideas, sus objetivos son confusos. No da amor ni lo manifiesta porque eso es “debilidad y cosa de mujeres”, y porque a él nunca se lo manifestaron, para el machista el amor es algo que no existe. Sus armas son: la soberbia, la ignorancia, la imprudencia, la terquedad y la presunción. La persona machista solo cambia cuando se da cuenta del daño que ha causado y de los problemas que eso le han traído.

La violencia familiar se da cuando la comunicación se desconoce, el respeto se excluye, no hay capacidad de convencimiento y la razón deja de existir… y en lugar hay machismo - que no tiene nada que ver con la masculinidad - machismo es toda actitud que lleva a humillar, que lleva al sometimiento y que desconoce los derechos de los demás; machismo implica agresiones y uso indebido, abusivo e injustificado de violencia. Las discusiones ásperas, sin sentido y ofensivas desencadenan faltas de respeto y las faltas de respeto llevan al estallamiento de la violencia, de la violencia al odio, y de ahí, a la cárcel o a la muerte. Para muchos, hacer sufrir a los demás, ver sufrir a los demás, sentirse "poderoso" es un tormentoso placer.

Un hombre, macho, agresivo, que todo lo pretende arreglar a golpes, con violencia y abusando de su fuerza con los más débiles, es una persona que aprendió a vivir en un mundo patológico. Las verdaderas víctimas son las que imitan todo el comportamiento negativo de sus padres.

La persona maltratada, reprimida y sometida hoy, será mañana la que maltrate reprima y someta a los que dependan de ella. Tratar mal, hacer daño, atropellar y brutalizar echa a perder.

La masculinidad se demuestra por la capacidad de raciocinio y de reflexión que le da la edad madura (pensar para actuar y no actuar para pensar), no dejarse arrastrar por sus impulsos negativos, no actuar por instinto sino por razonamiento. un ser cualidades morales.

Es indudable y claro que en nuestro tiempo el ser humano, por diversas circunstancias familiares que venimos comentando tiene disposición y propensión a la violencia, y ha hecho de esta un modo de vida; no le encuentra sentido a la vida, vive sin objetivos y se ha privado o ha sido privado de muchas cosas que anhelaba. Tiene la idea que la violencia se combate con violencia. Que el “fuerte” y agresivo es el que “triunfa”.

Muchos viven llenos de odio y de resentimientos, buscando no quién se las hizo sino quienes se las paguen, pero eso solo causa más violencia.

La violencia es resultado, el efecto del odio e inseguridad, de abusos y enfrentamientos; de la agresión, de la humillación, menosprecio y ofensas, de tratos indignos y de un concepto erróneo de formación familiar.

Violencia es el uso, el abuso y la predisposición de la fuerza física contra seres indefensos, contra seres de menor capacidad física, es agresividad. Violencia, significa: tratar mal, hacer daño psicológico, afectivo, sentimental, es atropellar, molestar, pisotear y brutalizar. De esta forma el hombre hacia la mujer y hacia los hijos se convierte en la persona más cruel que aplica castigos y tormentos sin piedad por el solo hecho de sentirse poderoso y superior a los demás, cuando en realidad lo que pretende es desahogar su impotencia, inferioridad e incapacidad (falta de aptitudes y de talento para resolver los retos positivamente). Para las víctimas, los sentimientos y las heridas que se les generan difícilmente cicatrizarán y lograrán superarlas. La violencia siembra odio y rebeldía en la familia.

El machismo tiene sed de poder y de dominio, busca incansablemente ser el centro de atención llevando a tratar principalmente a la mujer y a los que dependen de él como un objeto desechable.

Conclusiones:

Para superar la crisis en que se encuentra inmersa la familia y por consecuencia nuestra sociedad, es necesario buscar soluciones y compromisos de raíz y no solo paliativos superficiales, parciales o aparentes.

Es necesario exponer claramente el problema (por difícil que sea), ir hasta la raíz, buscar soluciones, comprometerse todos y, responsablemente ponerse a trabajar, ser congruentes en el pensar, hablar y actuar, ir al grano. Debemos comprometernos con la familia, a trabajar por la familia. Los padres de familia necesitamos estar más unidos a nuestros hijos, estar con ellos "en las buenas y en las malas". Que los padres de familia apoyen y atiendan los problemas y necesidades de cada uno de sus hijos, orienten, dialoguen, escuchen y no solo los oigan, de esta manera se logrará que los niños, adolescentes y jóvenes no opten por decisiones o actitudes, violentas y equivocadas.

Reconocer y aceptar los errores y, comprometerse libre, voluntaria y conscientemente a superar definitivamente ese paradigma por el bien personal, familiar y socialmente.



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