Salud

Hanói transformada en prisión a cielo abierto para luchar contra el coronavirus

2021-09-02

"Parece un centro de detención", exclama Ho Thi Anh, de 72 años, cuyo...

 

Hanói, 02 Set 2021 (AFP) - Barreras metálicas y de bambúes, alambres de púas y cajas de cerveza apiladas en las calles de Hanói para impedir que los habitantes circulen y propaguen el coronavirus hacen que la capital vietnamita parezca una prisión a cielo abierto.

"Parece un centro de detención", exclama Ho Thi Anh, de 72 años, cuyo barrio, rodeado por barricadas improvisadas, ha tomado el aspecto de un campamento atrincherado.

"Todos los caminos que conducen a mi casa están bloqueados. Familiares depositan comida delante de las barreras cada tres días", explica a la AFP.

Algo nunca visto, ni siquiera entre 1945 y 1975 durante las horas oscuras de las guerras contra Francia y Estados Unidos. 

Los ocho millones de habitantes han recibido la orden de confinarse desde finales de julio, pero las restricciones de movimiento se estrechan cada vez más, mientras que la ola de coronavirus, que aún no afectó mayormente la capital, hace estragos en el sur, especialmente en la ciudad de Ho Chi Minh.

Hanói está ahora dividida en una multitud de sectores entre los cuales se ha hecho muy difícil circular. El objetivo de las barricadas es aislar una zona tan pronto como se detecta un caso de covid-19 y proteger los barrios libres de la epidemia. 

"Nuestro sector es azul, libre de virus. Vigilo para asegurarme que ningún extraño entre. No queremos coronavirus en nuestra casa", lanza Nguyen Ha Van, voluntario para vigilar el estrecho callejón que conduce a su hogar. 

Castigado por la lentitud de su campaña de vacunación, Vietnam, aclamado en 2020 como un país ejemplar en su lucha contra la epidemia con su estricta política de cuarentena y de seguimiento de las personas infectadas, sufre un severo retroceso.

Las autoridades han registrado más de 10,000 muertes desde finales de julio, en comparación con sólo unas pocas decenas el año pasado.

- Miles de soldados y de reservistas desplegados -

Ho Chi Minh, pulmón económico del país y actualmente epicentro de la pandemia, se transformó en una ciudad asediada.

El ejército desplegó miles de soldados y reservistas para hacer cumplir las restricciones y distribuir bolsas de alimentos a los residentes en sus hogares.

El sistema de salud de la megalópolis de nueve millones de habitantes está bajo presión. "Mi turno es entre las 7H00 y medianoche, a veces incluso toda la noche", contaba a mediados de agosto a la AFP Truong Van Anh, médico en un hospital improvisado de más de 2,000 camas, que dormía allí desde hacía más de un mes. 

Unos 17,000 efectivos del personal sanitario fueron enviados como refuerzo desde otras provincias.

Más de la mitad de los 98 millones de vietnamitas están sometidos a restricciones de viaje, pero pocos se atreven a criticar abiertamente la política del partido único por miedo a las represalias.

El país está llevando a cabo muy lentamente su campaña de vacunación. Sólo 17% de la población ha recibido una dosis de la vacuna contra el covid-19 y 2,6% ha sido totalmente vacunada. 

El régimen comunista tuvo dificultades para encontrar dinero y pidió donaciones a la población. 

Estados Unidos y China ofrecieron varios millones de dosis y se firmaron acuerdos comerciales con los laboratorios estadounidenses Pfizer y Moderna, el sueco-británico AstraZeneca y el chino Sinovac. 

El objetivos es inyectar al menos una dosis de una vacuna anticovid-19 al 70% de la población antes de abril de 2022.



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