Internacional - Política

Crisis en Haití, Cachemira y Etiopía surgen en asamblea ONU

2021-09-25

Los discursos podrán seguir un guion, pero en ocasiones la Asamblea General de Naciones...

Por SALLY HO

NACIONES UNIDAS (AP) — Los discursos podrán seguir un guion, pero en ocasiones la Asamblea General de Naciones Unidas puede ser la única vía directa a los desafíos regionales que atraen la preocupación a nivel mundial.

El sábado, los líderes hablaban en nombre de algunos de los conflictos actuales más inestables e inquietantes. Eso incluye la lucha de India por la región de Cachemira con su acérrimo rival Pakistán, la crisis nacional de Haití que se extiende a una crisis migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos, y preguntas sobre el rol del gobierno etíope en las presuntas muertes por inanición en la región Tigray.

El primer ministro haitiano Ariel Henry no se contuvo al abordar la crisis de su país tras un fuerte sismo y el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, en meses recientes — aludiendo, pero sin mencionar directamente, reportes que podrían implicar al mismo Henry en el homicidio.

“Aquí, en esta plataforma, quiero reafirmar mi determinación a hacer todo lo necesario para encontrar a los colaboradores, cómplices y patrocinadores de este crimen tan atroz. Nada, absolutamente nada, ninguna maniobra política, campaña mediática, distracción, podrá disuadirme de este objetivo: encontrar justicia para el presidente Moïse”, dijo Henry en un discurso grabado.

“Es una deuda a su recuerdo, su familia y al pueblo haitiano”, agregó. “La pesquisa judicial está siendo complicada. Es un crimen transnacional. Y, por eso, formalmente solicitamos asistencia legal mutua. Es una prioridad de mi gobierno para la nación completa porque este crimen no puede quedar impune y los culpables, todos los culpables, deben ser castigados”.

La declaración se da días después de que Henry despidiera a su procurador jefe, quien pidió a un juez imputar a Henry por el homicidio de Moïse que ha impactado al mundo y prohibir que el primer ministro salga del país.

Los problemas de Haití han traspasado sus fronteras, con miles de migrantes que huyen hacia Estados Unidos. Esta semana, el enviado especial de Haití del gobierno de Joe Biden, Daniel Foote, renunció en protesta a las deportaciones masivas “inhumanas” de migrantes haitianos de Estados Unidos. Foote fue designado al puesto en julio, tras el asesinato de Moïse.

Henry señaló enfáticamente que las desigualdades y el conflicto alientan la migración. Pero no criticó a Washington, cuyo trato hacia los haitianos en busca de asilo ha generado indignación.

Los “seres humanos, padres y madres que tienen hijos, siempre van a huir de la pobreza y el conflicto”, subrayó Henry. “La migración continuará mientras el planeta tenga áreas ricas cuando gran parte de la población mundial vive en la pobreza, incluso en la pobreza extrema, sin posibilidades de una vida mejor”.

Mientras tanto, el primer ministro de India Narendra Modi en gran parte esquivó el conflicto regional de su país, en lo que aparentemente fue sólo una rápida mención a Cachemira, al canalizar sus comentarios a través del lente de la crisis de Afganistán.

Modi, quien pasó parte de la semana reunido con funcionarios estadounidenses para fortalecer sus vínculos en la región Indo-Pacífico, fue mesurado en sus comentarios en comparación con la retórica mordaz, aunque predecible, que ofreció el primer ministro paquistaní Imran Khan horas antes.

Modi pidió a la comunidad internacional ayudar a las mujeres, niños y minorías en Afganistán y dijo que era imperativo que el país no fuera usado como una base para propagar el terrorismo.

“Necesitamos estar alertas y asegurar que ningún país intente tomar ventaja de la situación delicada que se vive ahí, y usarlo como una herramienta para sus propios intereses egoístas”, dijo en una aparente referencia a Pakistán, ubicado entre Afganistán e India.

Una vez más, el viernes Khan calificó de “fascista” al gobierno nacionalista hindú de Modi y criticó las medidas severas de India en Cachemira, la región disputada dividida entre cada país, pero que los dos afirman que les pertenece.

El gobierno indio ha expresado preocupación de que el caos generado por el retiro militar de Estados Unidos en Afganistán beneficie a Pakistán y aliente la insurgencia que se prepara desde hace mucho en Cachemira, en donde los milicianos ya están establecidos.

Se anticipa que Etiopía hable la tarde del sábado y se enfrenta a la presión de la preocupación mundial por su región Tigray. La ONU ha advertido de la hambruna en el extremo norte asediado de Etiopía, la cual calificó como la peor hambruna del mundo en una década. Se han reportado muertes por inanición desde que en junio el gobierno impuso lo que la ONU calificó de un “bloqueo de asistencia humanitaria de facto”.



JMRS