Muy Oportuno

Instrucciones Bíblicas para elegir gobernantes

2021-11-06

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el...

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”,

Oseas 4:6

Este versículo además de ser triste es muy retador, porque muestra que la causa de la derrota del pueblo de Dios no es el poder o grandeza de algún enemigo, sino que abandonar el conocimiento revelado en la Biblia.

Se supone que la iglesia debe enseñar a aquellos que gobiernan el país, los estatutos y juicios justos de la ley de Dios, los cuales son nuestra inteligencia y sabiduría. Y el apóstol Pablo lo declara en Efesios 3:10: “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales”.

Quedando claro que quien tiene que enseñar a estas personas cómo gobernar de acuerdo a la Palabra de Dios es la Iglesia, cumpliéndose así la comisión de “hacer discípulos A todas las naciones, enseñándoles que guarden todo lo que os he mandado” debemos entender entonces que a lo que se refiere esta gran comisión escrita en Mateo 28:19 es al Gobierno, potestad, Reino de Dios; entonces “todas las cosas” que la Iglesia debe enseñar, son todas las cosas que Jesús mandó con relación a Su gobierno, a Su Reino, a Su potestad.

Retomando entonces las palabras de Jesús, esa comisión es directa y específicamente con relación al gobierno de las naciones y estas deben aprender a gobernarse por medio de las leyes de Dios.

Como ciudadanos tenemos que ser enseñados en nuestras responsabilidades y nuestros derechos. Pero para poder entenderlos debemos entender lo que La Biblia enseña sobre los gobernantes y sobre los gobernados.

Recordemos que Jesús dijo a sus discípulos que los gobernantes se enseñorean de los ciudadanos y debido a que los ciudadanos ignoran lo que Dios enseña, piensan que se deben someter a los gobernantes en todo; y que los gobernantes son los que dan beneficios, derechos y favores, y es por esto que la gente piensa que los gobernantes son “benefactores”.

Solo miren nuestros países. Los gobernantes y los aspirantes a gobernar, lo que ofrecen son beneficios, se presentan como benefactores. “Les voy a proveer empleo, les voy a proveer salud, les voy a proveer educación, les voy a proveer bolsas solidarias, les voy a proveer otro bono; les voy a hacer otro parque, les voy a hacer una escuela de arte y cultura, les voy a.., les voy a...” ¿Y qué es lo que busca la gente de los gobernantes? Beneficios. ¿Quién da más?

¿Se puede discipular una nación sin discipular a sus habitantes? ¡¡¡Claro que sí!!!; Israel es el ejemplo que Dios nos dejó. Israel fue el pueblo de Dios, la nación santa de Dios, hasta que lo  rechazaron como su Rey. Pero mientras eso no se dio, eran la nación de Dios. ¿Eran todos los ciudadanos fieles, todos creyentes, todos discípulos? La respuesta es obvia a cualquier lector de la Biblia; eran rebeldes y cabezas duras.

Por lo tanto, respetando el contexto de la Biblia, el significado histórico de las palabras usadas por Jesús y la gran comisión; la principal tarea de la Iglesia es enseñar cómo se gobierna de acuerdo a la Biblia, pues la comisión original descrita en Génesis 1:28 no ha cambiado.

Puesto que estamos a pocos meses de la campaña electoral, lo que importa en este momento es enseñar a los cristianos las instrucciones bíblicas para elegir gobernantes.

Todos los que decimos creer en Dios y que la Biblia es la Palabra de Dios revelada, también decimos que La Biblia aplica para el todo de la vida, en ella está la respuesta para todo y esto se refiere al todo de las circunstancias en la familia, en la iglesia y también en el gobierno civil.

Recordemos que la Biblia enseña la existencia de tres instituciones: La Familia, La Iglesia y El Estado, de acuerdo con esto sus instrucciones abarcan las reglas, las condiciones, los requisitos, en fin, todo lo necesario para el funcionamiento apropiado de cada una de estas instituciones y de sus participantes, quienes obviamente somos todos los seres humanos.

Las bases para toda esta enseñanza que estamos exponiendo son simples, de hecho, ninguno de los que nos llamamos cristianos peleamos con estas bases:

-Dios es Omnipotente (Todopoderoso):

 “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas “las bestias que se mueven sobre la tierra.”  Génesis 1:28

También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos”.  Génesis 35:11 Jeremías 32:27

“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?”

 “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; más para Dios  todo es posible”.  Mateo 19:26

-Dios es Omnisciente (Todo lo sabe): Salmo 139:4-6; Hebreos 4:13

-Dios es Inmutable (No cambia) citas:

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Mateo 24:35

“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Hebreos 13:8 Malaquías 3:6

Para que tengamos más claridad acerca de este tema, queremos tomar un pasaje que describe muy bien y se asemeja bastante a lo que estamos viviendo hoy en nuestra Guatemala.

En cuanto a la elección de gobernantes debemos saber que, aunque somos nosotros quienes tomamos la decisión de elegir, Dios es el que aprueba o no aprueba a los gobernantes:

“Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas:

Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere...” Deuteronomio 17:14-15a“

Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.

Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender”

“Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar  cuenta”

   “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos”

A Dios no le enoja que escojamos poner un gobernante. Las instrucciones que está dando aquí, son los requisitos que Él pone para que los que van a gobernar, tengan Su aprobación.

Lo que, es más, cuando Jesús les habló a Sus discípulos sobre los gobernantes de las naciones, no les dijo que estaba en contra de que hubiese gobernantes, ni les dijo a ellos que no aspiraran a ser gobernantes, sino que Jesús se manifestó en contra de LA FORMA de gobernar de los gobernantes.

Dios nos dice también en este asunto de elegir a gobernantes, estas son las condiciones que YO pongo para que el gobernante sea aprobado por MÍ, y estas condiciones deben estar sobre tu corazón, sobre tus emociones y tu razonamiento.

Ejemplos: ¿Quién escogió a Saúl, Dios o el pueblo? La mayoría de los cristianos creen que fue Dios quien escogió a Saúl. Pero ¿qué dice la Biblia?

“Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, más Jehová no os responderá en aquel día”. 1 Samuel 8:18

Leamos también Oseas 8:4

“Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, más yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos”.

Entonces, para que tengamos la completa claridad de que no todos los gobernantes son aprobados por Dios, consideremos otro pasaje que tomaremos como base para entender esto.

Les animamos a ser como los de Berea y como Timoteo, a persuadirse por medio de la Biblia que esto es verdad.

“Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones”. 1 Samuel 8:4-5

Pedir rey no fue el problema, pues Dios ya se los había indicado y aprobado. Entonces ¿qué fue lo que causó la molestia de Samuel y de Dios? Sigamos leyendo el texto y dejemos que él mismo se explique:

“Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová”. 1 Samuel 8:6

Bueno, basta leer lo que tenían en común las formas de gobierno anteriores para llegar a una sola conclusión; sin importar la forma de gobierno, quien juzgaba al pueblo era Dios. Lo que causó el conflicto tal como lo dice el texto anterior es que el pueblo pidió ser juzgado por otro que no fuera Dios. Así lo interpreta Dios, no yo. Leámoslo:

“Y dijo Jehová a Samuel:

Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti (La forma de gobierno), sino a mí me han desechado (La fuente del gobierno), para que no reine sobre ellos”. 1 Samuel 8:7

¿Recuerda las bases iniciales sobre las cuales damos esta enseñanza? (Dios es omnipotente, omnisciente e inmutable) Dios ya sabía que esto acontecería y además sabe lo que hay en el corazón del hombre, por lo tanto, sabía que el pueblo no quería un rey como el que Dios ya les había dicho que escogieran. Recordemos que les dijo “pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere” así que escoger rey no era contradecir a Dios; el problema era que iban a escoger a un rey que Dios no aprobaba y por lo tanto estarían desechando a Dios, la fuente del gobierno.

Razonemos, si Dios escogiese literalmente al rey y lo estableciese como rey, ¿Para qué enseñar requisitos y condiciones al pueblo, si de todos modos ellos no lo van a escoger? Ahora note las palabras de Dios, ADVIRTIÉNDOLES ¿qué pasará si siguen adelante con su decisión de escoger ellos a un rey?

“Ahora, pues, oye su voz; más protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos”.  1 Samuel 8:9

Luego les describe una tiranía, un rey que se aprovechará de todo, les impondrá impuestos injustos y gravosos, les quitará a ellos para repartirlo a sus oficiales, en fin, les va a hacer la vida insoportable; léalo usted para que se dé cuenta en 1 Samuel. 8:11-17.

 “11 Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro;

 12 y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.

13 Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras.

14 Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos.

15 Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos.

 16 Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras.

17 Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos.”

Pero como a pesar de toda advertencia, siguen adelante con su deseo de tener otro juez, solo queda declararles la sanción final del verso 18:

“Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que OS HABRÉIS ELEGIDO, más Jehová no os responderá en aquel día”

Sin importar lo que había oído antes, al ya dejar que la Biblia interprete a la Biblia, Dios dice que Saúl será la elección del Pueblo, no la de Él, lea con atención el verso 19.

“Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros”.

Al seguir la lectura parece que Dios es el que escoge a Saúl, pero en realidad no es así. La realidad es que DIOS concede las peticiones del corazón y sabiendo lo que hay en el corazón del hombre se lo da.

El pueblo pidió un rey que tuviese una buena apariencia y una buena estatura, el texto dice que “de hombros arriba sobrepasaba a todos en el pueblo” sin embargo esas cosas son las que Dios desecha.

Cuando Dios decide quitarle el reino a Saúl y Samuel lo está llorando, Dios es claro de nuevo en cuanto a su aprobación:

“Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he previsto de rey”.

1 Samuel 16:1

Al leer este versículo nos damos cuenta de que Dios declara que este rey sí es aprobado por él.

Para aplicarlo a nosotros lo pondríamos en las siguientes palabras: “Las características que ustedes están viendo en el gobernante no son las que yo busco y reconozco. Lo que yo estoy buscando dice Dios, son valores, principios que se conformen a mi voluntad, lo que hay en el corazón porque de él mana la vida”

Basados en Deuteronomio 17:14-15a, "Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere...”

Después de leer el caso de Saúl contrastado con el de David, confío que ya podremos darnos cuenta de a qué nos referimos al decir que Dios nos ha dejado instrucciones claras para que podamos elegir a un gobernante que sea aprobado por Él.

Así que pasemos a ver la primera de estas condiciones.

No leamos las condiciones en nuestro contexto, sino en el de ese tiempo.

Recordemos también que Dios no necesita de esas condiciones o requisitos; Él conoce los corazones, Él lo sabe todo. Por lo tanto, esas condiciones se dan para que nosotros podamos reconocer, entre todos los candidatos que aspiran los puestos, quien llena los requisitos que Dios pide.

Entre nosotros mismos hay diferentes opiniones de por qué votaríamos por uno u otro candidato y por qué no votaríamos por este o aquel; ¿pero ¿quién de nosotros tiene la razón o la verdad? Por lo tanto, Dios nos dice también en este asunto de elegir a gobernantes, estas son las condiciones que Yo pongo para que el gobernante sea aprobado por Mí y deben estar sobre tu corazón, sobre tus emociones y tu razonamiento.



JMRS
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