Ecología y Contaminación

Países sopesan llamar a un cese del uso del carbón

2021-11-10

“Este plan no bastará para resolver la emergencia climática, no bastará...

SETH BORENSTEIN, ANIRUDDHA GHOSAL y FRANK JORDANS

GLASGOW, Escocia (AP) — Gobiernos de varios países del mundo están sopesando poner fin al uso del carbón como combustible, la principal fuente de emisiones de gas causantes del calentamiento atmosférico, según el borrador del acuerdo que está siendo negociado en la COP26, la cumbre climática de Glasgow.

Entretanto, se informó que China y Estados Unidos —los países más contaminantes del mundo— acordaron cooperar para reducir el calentamiento global.

Xie Zhenhua, el delegado de China en el encuentro, informó a reporteros que los dos países esbozarán sus compromisos en un comunicado conjunto que e basará en los principios estipulados por el Acuerdo de París de 2015.

El borrador del acuerdo difundido en la conferencia llama a acelerar “la eliminación gradual del carbón como fuente de combustible y de los subsidios a los combustibles fósiles”, pero no ofrece un cronograma.

Expresa además la “alarma y preocupación” por el calentamiento global que ya está experimentando el planeta y pide a los gobiernos del mundo que reduzcan alrededor de la mitad de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Las promesas hechas hasta ahora por los gobiernos no llegan a cumplir con ese objetivo frecuentemente mencionado.

El documento menciona la necesidad de rebajar las emisiones en un 45% para 2030 con respecto a los niveles de 2010 y de lograr la “neutralidad” de emisiones para mitad de siglo. Para lograrlo, los países deberán emitir sólo la cantidad de gases de efecto invernadero que puedan volver a absorber a través de medios naturales o artificiales.

El documento reconoce también “con pesar” que las naciones ricas han incumplido su promesa de aportar 100,000 millones de dólares anuales en ayuda financiera para 2020 a fin de apoyar a las naciones pobres en su lucha contra el calentamiento global.

Además, reafirma los objetivos establecidos en París en 2015 de limitar el calentamiento del planeta a 2 grados Celsius (3,6 Fahrenheit) con respecto a la época preindustrial, con un objetivo más ambicioso de tratar de dejarlo en 1,5 Celsius (2,7 Fahrenheit).

Destacando el desafío de cumplir estos objetivos, el borrador “expresa alarma y preocupación porque la actividad humana haya causado ya un calentamiento de alrededor de 1,1 C (2 F) hasta la fecha y los impactos que ya se están sintiendo en todas las regiones”.

También se publicaron borradores de propuesta para otros asuntos que se están debatiendo en la COP26, incluyendo normas para los mercados internacionales de carbono y la frecuencia con la que las naciones ricas deben informar de sus esfuerzos.

El texto pide a los países que no tienen objetivos nacionales que se ajusten a la limitación de la temperatura en 1,5 o 2 grados y que presenten límites más firmes el año próximo. Dependiendo de cómo se interprete la redacción, la provisión podría aplicarse a la mayoría.

En un guiño a los asuntos más importantes para las naciones pobres, el documento “insta” vagamente a los países desarrollados a compensar a aquellas en desarrollo por las “pérdidas y daños”, una frase que no gusta a algunas de las naciones adineradas.

Sean cuales sean las conclusiones de la reunión de Glasgow, deben ser aprobadas por unanimidad por las cerca de 200 naciones participantes.

En los tres o probablemente cuatro próximos días habrá un gran volumen de negociaciones y decisiones. La cumbre termina formalmente el viernes, pero este tipo de reuniones sobre el clima suelen prorrogarse.

Algunas naciones, especialmente las insulares cuya existencia misma está amenazada por el cambio climático, advirtieron que el borrador no es suficiente en cuanto a exigir acciones concretas para limitar los aumentos de temperatura, ni para dar asistencia económica a los países más pobres.

“’Exhortamos’, ‘llamamos’, ‘animamos’ e ‘invitamos’ no es el lenguaje decisivo que necesitamos en estos momentos”, expresó Aubrey Webson, embajador ante la ONU de Antigua y Barbuda.

El mensaje que se necesita, agregó Webson en un comunicado, es: “A nuestros hijos, a las comunidades más vulnerables, los estamos escuchando y los tomamos en serio”.

El Acuerdo de París de 2015 pide a los gobiernos del mundo reducir las emisiones a fin de que el aumento de la temperatura atmosférica sea “muy por debajo” de los 2 grados centígrados (3,6 grados Fahrenheit) en comparación a los niveles de la era preindustrial, con una cifra preferencial de 1,5 grados centígrados (2,7 Fahrenheit).

Ello requeriría una reducción drástica de las emisiones producidas por el consumo de carbón, petróleo y gas y que siguen siendo la principal fuente de energía del mundo pese al aumento de recursos renovables, como la energía solar y la eólica, pero fijar un cronograma para eliminar los combustibles fósiles podría irritar a las potencias que dependen de ellos, como China e India, o a los grandes exportadores, como Australia.

El futuro del carbón como combustible es también un tema políticamente delicado en Estados Unidos, donde una disputa interna entre los demócratas ha demorado la aprobación de un masivo plan de lucha contra el cambio climático.

Jennifer Morgan, directora internacional del grupo ambientalista Jennifer Morgan, señaló que un llamado a eliminar el uso de los combustibles fósiles sería algo sin precedente para una cumbre de la ONU, pero que sin un cronograma ese objetivo quedaría en duda.

“Este plan no bastará para resolver la emergencia climática, no bastará para cumplir con las demandas de los jóvenes manifestantes en las calles”, expresó Morgan.



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