Nacional - Política

Biden recibirá a López Obrador y Trudeau la próxima semana

2021-11-10

México fue el único país que eludió mencionar en su mensaje el cambio...

Por MARÍA VERZA

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibirá la próxima semana a sus homólogos de México y Canadá en lo que supone la reactivación de una cumbre tripartita que había sido abandonada por el mandatario Donald Trump.

Según informaron los tres gobiernos, la cumbre del 18 de noviembre en la Casa Blanca con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro canadiense Justin Trudeau supone una oportunidad para revitalizar el liderazgo de Norteamérica y será el primer encuentro de este tipo desde 2016.

Hasta esa fecha había cumbres casi anuales entre los líderes norteamericanos pero Trump, que tenía relaciones complicadas con los líderes de ambos países, no organizó tales conversaciones.

Biden mantuvo reuniones virtuales separadas con Trudeau en febrero y con López Obrador en marzo. El líder mexicano recibió, además, a la vicepresidenta Kamala Harris en la Ciudad de México en junio y, según su canciller, Marcelo Ebrard, López Obrador mantendrá encuentros bilaterales con Biden y Trudeau al margen de la cumbre tripartita.

La Casa Blanca dijo que la próxima reunión reafirmará los “fuertes lazos e integración de los países y, al mismo tiempo, trazará un nuevo camino para la colaboración” en temas como la pandemia, el cambio climático, la inmigración y el crecimiento económico.

Ebrard explicó que el presidente mexicano plantearía su preocupación por la distribución desigual de las vacunas para el COVID-19 y la capacidad médica en la lucha mundial contra la pandemia y abordaría la necesidad de apoyar el desarrollo como vía para reducir la migración.

”¿Hacia dónde vamos? ¿Qué tenemos que hacer en conjunto? ¿Cómo logramos los objetivos que nos son comunes?”, se preguntó el canciller mexicano. “Estamos en esa ruta de tener una visión común y actuar en conjunto”.

Para Trudeau, según indicó su oficina, las prioridades son similares: “terminar la lucha contra el COVID-19 y la vacunación, abordar la crisis climática, crear nuevos empleos para la clase media, que la recuperación económica funcione para todos y la migración”.

México fue el único país que eludió mencionar en su mensaje el cambio climático, un asunto en el que tiene discrepancias sobre todo con Estados Unidos. Hace unos días el embajador estadounidense Ken Salazar, expresó las “serias preocupaciones” de su país por los intentos del gobierno mexicano de limitar la competencia en el sector de la energía eléctrica a través de una reforma de ley que perjudicaría a las empresas de energías renovables.

López Obrador dijo el miércoles que ese tema no está en la agenda pero que si preguntan con gusto les explicará los objetivos que tiene su gobierno con dicha iniciativa, que favorecería a las grandes empresas estatales mexicanas.

Biden ha tratado de estabilizar las relaciones con ambas naciones después de que Trump las tensara. El republicano discutió con Trudeau, entre otras cosas, por temas comerciales, y con López Obrador mantuvo un tenso entendimiento basado en las presiones y la amenaza de imponer aranceles a los productos mexicanos si su gobierno no frenaba el flujo de migrantes hacia el norte, algo que el mexicano finalmente hizo.

Trump había lanzado fuertes insultos contra los mexicanos, a quienes calificó de criminales y violadores, e insistía en agresivos tuits que terminaría de construir el muro fronterizo y que México pagaría por él.

Sin embargo, con la llegada de López Obrador al poder en diciembre de 2018, moderó sus declaraciones y pese a proceder de ideologías políticas contrarias, ambos líderes presumían de la buena relación que tenían. De hecho, aunque el mandatario mexicano había eludido viajar fuera del país desde que llegó al poder, fue a visitar a Trump a la Casa Blanca en julio de 2020, en plena pandemia.

Las relaciones del republicano con el canadiense fueron más complicadas. En 2018 Trump usó Twitter para etiquetar a Trudeau de “deshonesto y débil” después de que el primer ministro expresara objeciones a que Trump elevara los aranceles sobre el acero y el aluminio de Canadá, México y la Unión Europea.

Al año siguiente volvió a arremeter contra él después de que el canadiense fuera captado en un video burlándose de Trump en una conversación en los márgenes de una conferencia de la OTAN en Inglaterra.

El trabajo fluido y de colaboración recuperado entre las administraciones de Biden y Trudeau quedó latente, por ejemplo, en los esfuerzos para la liberación en septiembre de dos empresarios canadienses arrestados en China en diciembre de 2018 poco después de que Canadá detuviera a Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, por pedido de Estados Unidos.

Pese a los muchos temas delicados como el energético o la situación creada por la ley mexicana que limita las operaciones de los agentes extranjeros en el país, ambos gobiernos han avanzado en temas de migración y seguridad.

En el primer asunto, ambos coinciden -aunque con propuestas distintas- en la necesidad de incentivar el desarrollo de los países de origen y México ha colaborado con Washington en los retornos en cadena de personas devueltas a territorio mexicano hacia sus países o la frontera con Guatemala.

En seguridad, las dos administraciones trabajan para crear un marco nuevo que deje atrás la Iniciativa Mérida, centrada en apoyar la capacidad de las fuerzas de seguridad mexicanas en el combate al crimen organizado. Ahora ambos gobiernos quieren tener un enfoque más integral.



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