Internacional - Economía

Escasez de suministro disminuye en Estados Unidos pero empeora en Europa

2021-11-24

La medida estadounidense muestra que la escasez de oferta alcanzó su punto máximo...

 

(Bloomberg) -- La contracción de la oferta que ayudó a impulsar la inflación a máximos de varias décadas muestra algunas señales de alivio en Estados Unidos, pero en Europa sigue empeorando.

Esta es la conclusión de las más recientes lecturas sobre el nuevo conjunto de indicadores de oferta de Bloomberg Economics. La medida relativa a EU disminuyó en octubre, aunque se mantuvo en un nivel históricamente elevado, lo que sugiere que la escasez es cada vez menos severa.

Si la tendencia continúa en 2022, el impacto causado por los aumentos de los precios a los consumidores estadounidenses debería comenzar a desvanecerse. Eso podría facilitar un poco la vida para el recién nombrado presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que está bajo presión para endurecer la política monetaria a medida que aumentan los precios.

La mejora en la crisis de oferta de EU respalda la perspectiva del presidente Joe Biden de que los cuellos de botella se están suavizando después de que su Administración tomó medidas para facilitar las operaciones en los puertos de la costa oeste. Su popularidad ha caído recientemente en medio de preocupaciones económicas como la inflación; solo el 43% de los votantes aprueban su desempeño laboral, según un análisis de las encuestas de FiveThirtyEight.

El indicador de oferta de EU, e indicadores comparables de Bloomberg Economics para la eurozona y el Reino Unido, se basan en un rango de datos, desde los precios en fábricas hasta los inventarios y la cartera de pedidos. Las lecturas positivas, como en los últimos meses, apuntan a restricciones, mientras que las negativas, como en los primeros meses de la crisis del covid, significan que los bienes son relativamente abundantes.

La medida estadounidense muestra que la escasez de oferta alcanzó su punto máximo hacia mitad de año y ha tenido una tendencia modestamente más baja desde entonces. Esto se ve favorecido por la disminución en la acumulación de pedidos y precios para las empresas manufactureras, los cuales han bajado desde los máximos del verano. También han bajado los precios de los materiales industriales y la relación entre pedidos e inventario para los minoristas.

No todos los componentes de la medición de EU están mejorando. Las restricciones de oferta en el sector de servicios continúan empeorando y la escasez de trabajadores no parece estar disminuyendo. Con la tasa de inflación del país en 6,2% —y previsiones de que subirá más en los próximos meses—, una preocupación para la Fed será si los impulsores temporales de los altos precios, vinculados a la crisis de la oferta, dan paso a otros más duraderos a medida que repunten los salarios.

En la eurozona, el indicador de Bloomberg Economics muestra que las condiciones siguen empeorando. La escasez de oferta ayudó a impulsar la inflación en el bloque al 4,1% en octubre, la más alta en dos décadas.

Hay una pizca de alivio para los halcones de la inflación en el Banco Central Europeo: el ritmo de deterioro parece estar desacelerándose.

Aun así, la relación pedidos-inventario en las fábricas y tiendas de Europa sigue aumentado. En Alemania, la potencia económica del continente, el número de vacantes para todos los solicitantes de empleo también está aumentando —un déficit laboral que podría causar un aumento en los salarios—.

El panorama es muy similar en el Reino Unido, cuyo indicador alcanzó un nuevo máximo en octubre.

Las medidas relativas a los precios al productor, los niveles de existencias y las condiciones del mercado laboral muestran que la escasez se agrava. El impacto de la rápida reapertura tras los cierres pandémicos, un fenómeno global, se ha visto exacerbado por algo que es exclusivo de Gran Bretaña: las fricciones comerciales tras la salida del país de la Unión Europea.

Con la inflación del Reino Unido en 4,2%, se espera que el Banco de Inglaterra aumente las tasas de interés antes que sus pares en la Fed y el BCE. Aun así, todos estos bancos centrales enfrentan un riesgo similar. Las alzas de tasas que sofocan la demanda en lugar de impulsar la oferta pueden acabar aplastando la recuperación económica y la inflación.



Jamileth