Nacional - Política

La justicia cerca al ex jefe de Gobierno de Ciudad de México Miguel Ángel Mancera

2021-11-30

Serna, muy cercano a Mancera, ya había sido inhabilitado en 2019 para ocupar cargos...

Jon Martín Cullell | El País

La Administración de Miguel Ángel Mancera al frente de Ciudad de México (2012-2018) se encuentra bajo la lupa de las autoridades judiciales. Tras la llegada de Claudia Sheinbaum al poder, la Fiscalía local ha acusado de corrupción a varios de los colaboradores del antiguo jefe de Gobierno. El último en caer ha sido su ex jefe de Gabinete Julio César Serna. Un juez le dictó el lunes prisión preventiva por un caso de enriquecimiento ilícito y le congeló las cuentas bancarias. Mancera, actual senador por el PRD, ha apuntado a motivaciones políticas detrás de este cerco judicial.

Serna, muy cercano a Mancera, ya había sido inhabilitado en 2019 para ocupar cargos públicos durante 10 años por la venta ilegal de bodegas en la Central de Abastos de la capital. Ahora, la Fiscalía lo acusa de no haber declarado un patrimonio ingente, formado por cinco inmuebles y un lugar de estacionamiento en la capital. La institución ha encontrado, además, el registro de una empresa y otras 14 propiedades no incluidas en declaraciones de intereses. “Los bienes con los que cuenta y los gastos que realizaba no corresponden con los ingresos”, señaló en conferencia de prensa un portavoz de la Fiscalía.

La detención se produce después de que otro alto cargo con Mancera, Miguel Ángel Vázquez, empezara a colaborar con la Fiscalía local tras ser imputado por un uso indebido de atribuciones. El antiguo subsecretario de Administración aportó “datos, nombres y documentos que podrían acreditar la distribución de cerca de 1,000 millones de pesos entre diversos servidores públicos y actores políticos en forma indebida”, señaló el ministerio público en septiembre. Parte de esta información ha servido para engrosar el expediente en contra de Serna.

El ex jefe de Gabinete se une a una larga lista de colaboradores con acusaciones de corrupción sobre las espaldas, algunos de ellos prófugos. El titular del Instituto de la Vivienda con Mancera, Raymundo Collins, es investigado por un uso ilegal de facultades en la compra de un terreno en la alcaldía de Iztapalapa, si bien recientemente ganó un amparo que suspende la orden de aprehensión que pesaba sobre él.

El exsecretario de Desarrollo Urbano Felipe de Jesús Gutiérrez tiene una ficha roja de la Interpol por un presunto caso de desvío de fondos públicos destinados a la rehabilitación de edificios afectados por los terremotos de 2017. Y, en mayo, fue extraditado desde España Édgar Tungüí, el exsecretario de Obra y excomisionado para la Reconstrucción de Ciudad de México acusado de desfalcar 40 millones de pesos, también destinados a reparar los daños del sismo.

Tras el encarcelamiento de Serna, Mancera defendió el lunes a su antigua mano derecha y pidió que el juicio sea ágil. “Espero que se le dé la garantía de defensa, que se le respeten obviamente todas y cada una de las garantías procesales y ojalá que no haya ningún tipo de chicanada política, que se permita un litigio ágil (...), a fin de que pueda comprobar lo que siempre afirmó”, declaró. “No tengo duda de que se le pueda dar una interpretación política”.

Mancera ha chocado varias veces con Claudia Sheinbaum. La actual jefa de Gobierno ha denunciado en repetidas ocasiones la corrupción de la Administración anterior. En septiembre de 2020, un reportaje periodístico reveló que la Fiscalía local estaba investigando a la Administración de Mancera por supuestamente operar un centro de inteligencia que intervino los teléfonos de varios políticos opositores, entre ellos Sheinbaum. La mandataria pidió entonces a la Fiscalía llevar el expediente “hasta las últimas consecuencias”.

En otro frente, tras la caída de la Línea 12 del metro en mayo, Morena, el partido al que pertenece Sheinbaum, amagó con quitarle el fuero de senador a Mancera como presunto responsable del derrumbe, una iniciativa que no ha prosperado.

Después de ser considerado una promesa de la política mexicana, la carrera de Mancera ha entrado en un punto muerto a partir del ascenso de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador. A diferencia del presidente y de Marcelo Ebrard, Mancera se mantuvo en las filas del PRD, la histórica formación de izquierda, y apoyó la alianza con el derechista PAN para las elecciones de 2018, que se saldaron con la victoria de López Obrador.

El ex jefe de Gobierno ahora es coordinador en el Senado del PRD, una formación venida a menos que apenas cuenta con tres integrantes en la Cámara alta. Mientras, las investigaciones judiciales aprietan a su círculo cercano.


 



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