Internacional - Economía
Los subsidios evitaron el alza de la pobreza en Brasil, que aún afecta a 50 millones de habitantes
Sao Paulo, (EFE).- Los programas sociales, como el llamado auxilio de emergencia, evitaron la disparada de la pobreza extrema en Brasil en 2020, aunque uno cada cuatro brasileños todavía vivía en situación de pobreza, según un estudio divulgado este viernes por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De los 213 millones de brasileños, cerca de 12 millones vivieron el año pasado en la pobreza extrema, es decir, sobrevivían con menos de 155 reales al mes (unos 27,5 dólares), y más de 50 millones estaban en condiciones de pobreza, con menos de 450 reales mensuales (o 79 dólares).
Los números representan, respectivamente, el 5,7 % y 24,1 % de la población y muestran una reducción frente a 2019, cuando el 6,8 % de los brasileños vivían en la pobreza extrema y un 25,9 % en la pobreza.
Sin embargo, el IBGE enfatizó que, si no fuera por los programas de ayudas estatales ofrecidos por el Gobierno en medio de la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus, el porcentaje de personas en extrema pobreza y pobreza en 2020 sería el mayor ya registrado y alcanzaría respectivamente, un 12,9 % y 32,1%.
"De hecho, los beneficios de emergencia sirvieron de colchón de amortiguación para los impactos más severos de la crisis sobre la población más vulnerable", señaló en un comunicado la analista del IBGE Barbara Cobo.
En abril de 2020, el Gobierno brasileño pasó a otorgar un subsidio de 600 reales (106 dólares) mensualmente a personas en condiciones de vulnerabilidad social, una cifra tres veces superior al valor medio del llamado Bolsa Familia, que era el principal programa social vigente antes de la pandemia.
El estudio mostró también que las mujeres, los negros y los niños de hasta 14 años eran los grupos con las mayores tasas de pobreza y pobreza extrema, con las mujeres negras y mulatas encabezando las mayores incidencias en ambos indicadores (31,9 % y 7,5 %, respectivamente).
En el informe también se evidencia la enorme brecha salarial que todavía golpea el mercado laboral brasileño, donde la población ocupada blanca cobró en promedio un 73,3 % más que la población negra o mulata en 2020. Asimismo, los hombres ganaron un 28,1 % más que las mujeres.
En el primer año de la pandemia de covid-19, el nivel de ocupación alcanzó su menor nivel en el país (51 %) y, según el IBGE, tan solo un 42,8 % de los jóvenes entre 14 y 29 años tenían un trabajo en 2020. Ya el nivel de ocupación entre las mujeres fue del 41,2 %, frente al 61,4 % entre los hombres.
En cuanto a la informalidad, se registró una caída en el paso del récord alcanzado en 2019 (41,1 %) para 2020 (38,8 %). En este tipo de actividad, el 44,7 % de la población negra o mulata sobrevivían de la informalidad, frente al 31,8 % de la blanca.
Jamileth
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