Internacional - Finanzas

Airbus triplica su beneficio y subirá todavía más su cadencia de producción

2022-05-04

Así se entiende que el consejero delegado, Guillaume Faury, anunciara que el aumento de la...

 

París, 4 may (EFE).- Airbus ve signos evidentes de que la recuperación de su negocio se consolida, con unos beneficios que se triplicaron con creces en el primer trimestre y con un nivel de encargos que se va acercando a los niveles precrisis, por lo que se muestra más ambicioso en el incremento de su cadencia de producción.

El grupo aeronáutico europeo anunció este miércoles que entre enero y marzo consiguió un resultado neto de 1.219 millones de euros, que supone multiplicar por 3,36 el que había conseguido en el mismo periodo de 2021.

El resultado neto operativo (Ebit) progresó a un ritmo similar (se multiplicó por 3,09) hasta 1.429 millones de euros, y en uno y otro caso esa evolución se debió esencialmente a su división de aviones comerciales.

El Ebit se vio impactado también por dos elementos no recurrentes: un efecto positivo de 400 millones de euros por el reajuste de las obligaciones en pensiones y otro negativo de 200 millones por las sanciones internacionales contra Rusia por la invasión de Ucrania.

De hecho, Airbus se vio obligado a reducir en su cuenta de 142 aviones entregados durante el primer trimestre dos que habían sido contabilizados como vendidos en diciembre, pero que a causa de esas sanciones no pudieron llegar a manos de sus clientes.

La facturación de la compañía aumentó un 15 %, hasta 12,000 millones de euros, de los cuales 8.541 millones correspondieron a los aviones comerciales (+17 %). Las 142 aeronaves entregadas suponen un salto importante si se comparan con las 125 de los tres primeros meses de 2021, y con las 122 del mismo periodo de 2020.

Una vez más, la familia de pasillo único A320 fue la verdadera caja registradora de Airbus, con 109 unidades.

Las cifras de encargos, que son una indicación clara del pulso del mercado, ofrecen una imagen en apariencia contradictoria, pero que muestra una orientación claramente positiva: Airbus firmó contratos para 253 aviones, aunque si se descuentan las cancelaciones el saldo neto se queda en 83.

Pero cuando se ponen en relación esos 83 con los solo 39 pedidos del primer trimestre de 2021, y sobre todo con las 100 anulaciones que hubo entonces, la diferencia es más que considerable.

LA CADENCIA DE PRODUCCIÓN SEGUIRÁ AUMENTANDO EN 2024 Y 2025

Así se entiende que el consejero delegado, Guillaume Faury, anunciara que el aumento de la cadencia de producción que ya habían anticipado de cara al año próximo no se quedará ahí.

Si hasta ahora Airbus se había marcado el objetivo de pasar de fabricar una media de algo más de 40 aviones mensuales de la familia A320 en 2021 a 65 en el verano de 2023, ahora va mucho más lejos.

La meta es subir hasta 75 mensuales para 2025, lo que beneficiará a todos sus proveedores, que tendrán más carga de trabajo. Supondrá también ampliar las capacidades de las propias factorías de Airbus, y en particular la que tiene en Estados Unidos, en la ciudad de Mobile, en Alabama.

Un pequeño contratiempo viene con el calendario de puesta a punto del A321 XLR, la nueva versión de muy larga distancia del modelo estrella A321 de su familia de pasillo único. La compañía se ha visto obligada a retrasar su entrada en servicio, que se preveía para finales de 2023, hasta comienzos de 2024.

La razón dada por la empresa es el proceso de certificación, en un momento en que han circulado informaciones sobre el hecho de que las autoridades europeas de la aviación civil tienen intención de imponer modificaciones importantes a la concepción de algunos elementos.

EL PROGRAMA DEL A400M SIGUE SUJETO A MÚLTIPLES RIESGOS

Más allá de los aviones comerciales, la división de defensa y espacio aumentó en un 16 % su volumen de negocios en el primer trimestre, hasta 2.453 millones de euros, y su Ebit se multiplicó por 5,6, hasta unos relativamente modestos 90 millones.

La progresión viene en buena medida de los aviones militares, con la entrega en ese periodo de un A400M de los que se ensamblan en Sevilla, España.

La empresa reconoció que, con respecto a este avión de transporte militar que en el pasado le ha obligado a establecer provisiones de miles de millones de euros, "siguen existiendo riesgos en la calificación de las capacidades técnicas, en la fiabilidad operativa", sobre todo con los motores.

Otro reto señalado para el A400M es la reducción de costes y la obtención de nuevos contratos para la exportación.

El negocio de helicópteros vio aumentados en un 7 % los ingresos, a 1.265 millones de euros, mientras el Ebit registró un alza del 45 %, hasta 90 millones.



aranza