Migración
Gran Bretaña cancela primer vuelo para deportar migrantes a Ruanda
Por DANICA KIRKA
LONDRES (AP) — Gran Bretaña canceló el martes su primer vuelo con destino a Ruanda para deportar a solicitantes de asilo tras una intervención de último momento del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que determinó que existía “un riesgo real de daño irreversible” a los migrantes involucrados.
Se tenía previsto que el vuelo despegara el martes por la noche, pero los abogados de los solicitantes de asilo presentaron una avalancha de apelaciones caso por caso con la intención de bloquear la deportación de todos los que estaban en la lista del gobierno.
Horas antes, la secretaria de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Liz Truss, había dicho que el vuelo despegaría sin importar cuántas personas estuvieran a bordo. Pero después de que se entablaron las apelaciones, no quedaba nadie.
La decisión de cancelar el vuelo del martes pone fin a tres días de frenéticas impugnaciones judiciales por parte de defensores de los derechos de los inmigrantes y de sindicatos que trataban de detener las deportaciones. Los líderes de la Iglesia de Inglaterra también manifestaron su oposición, señalando que la política del gobierno era “inmoral”.
El primer ministro británico Boris Johnson había defendido enfáticamente el plan. “Vamos a seguir adelante y cumplir” con el plan, aseveró Johnson el martes, alegando que la acción era una forma legítima de proteger vidas y frustrar las actividades de organizaciones criminales que trafican migrantes a través del Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones.
En abril, el primer ministro anunció el acuerdo con Ruanda, bajo el cual la gente que ingresó a Gran Bretaña de manera ilegal podía ser deportada a dicha nación del este de África. A cambio de aceptarlos, Ruanda recibiría millones de libras en ayuda para el desarrollo. Los deportados podrían solicitar asilo en Ruanda, no en Gran Bretaña.
Los opositores al plan han argumentado que es ilegal e inhumano enviar a cientos de miles de personas a un país en el que no quieren vivir. En los últimos años, Gran Bretaña ha registrado un flujo de migrantes que llegaron de manera ilegal desde países como Siria, Afganistán, Irán, Sudán, Irak y Yemen.
Los activistas han señalado que el plan es un ataque contra los derechos de refugiados que la mayoría de los países han reconocido desde el término de la Segunda Guerra Mundial.
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