Agropecuaria

Finaliza la "guerra del tomate" con Estados Unidos

2019-08-21

Funcionarios del Departamento de Comercio de Estados Unidos se sentaron a la mesa con agricultores...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- La "guerra del tomate" que estalló hace unos meses entre productores de México y Estados Unidos llegó a su fin tras cuatro días de intensas negociaciones en Washington y a unas horas de vencer el plazo para que se impusieran aranceles permanentes a las importaciones aztecas.
    
Funcionarios del Departamento de Comercio de Estados Unidos se sentaron a la mesa con agricultores de ambos países con el objetivo de suspender la investigación antidumping al tomate mexicano.
    
Mario Robles, director de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), dio a conocer que se llegó a un arreglo que conjuró las hostilidades en esta materia, que amenazaban con dar resultados desastrosos.
    
Apenas el acuerdo entre en vigencia, las exportaciones de tomate mexicano se podrán realizar sin el pago de arancel, mientras que las tarifas erogadas desde el 7 de mayo hasta que el nuevo pacto empiece a operar, una cuota compensatoria de 17,56%, será reembolsada a los productores mexicanos.
    
El acuerdo no se alcanzó sin daños, por cuanto a propuesta de los productores estadounidenses se contempla la inspección en la frontera común del 92% de los camiones para verificar la calidad de los tomates exportados.
    
Además, se convino en otorgar incrementos en los precios de referencias para los tomates de especialidad y un incremento en los precios del tomate orgánico de 40% en contraste con el costo de los ordinarios.
    
El trato, que será revisado en septiembre del 2024, trajo un suspiro de alivio para los tomateros mexicanos, cuya estabilidad se encontraba bajo amenaza a raíz del conflicto.
    
"Celebramos mucho este logro" porque nos "ayuda bastante", afirmó hoy el presidente Andrés López Obrador.
    
En mayo pasado, el panorama era francamente desalentador y se estimaba que México estaba al borde de perder en el conflicto iniciado en febrero anterior, luego que Washington anunció la imposición de un arancel de 17,5% a las importaciones de la hortaliza.
    
La medida fue adoptada tras el fracaso de las primeras e intensas negociaciones para renovar un acuerdo que suspendió una investigación antidumping estadounidense y puso fin a un statu quo de 23 años, pues el convenio en la materia data de 1996 y se renovó cuatro ocasiones.
    
"Las noticias no son halagadoras", había dicho entonces la viceministra de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, al indicar que el gravamen "representa un fuerte golpe para las exportaciones del país", pero se dijo esperanzada de alcanzar un nuevo acuerdo.
    
El Departamento de Comercio de Estados Unidos afirmó en febrero la reanudación de una investigación antidumping (por competencia desleal) sobre los tomates mexicanos, en busca de concluir un acuerdo comercial que data desde 2013 y que según legisladores y productores estadounidenses ha fallado. Según el ministerio de Economía de México, la "guerra del tomate" traería pérdidas anuales por más de 350 millones de dólares para los exportadores del país y haría quebrar a muchos pequeños y medianos productores.
    
Las ventas anuales de tomate, tercer producto agrícola de exportación al país vecino, después de la cerveza y el aguacate, ascienden a unos 2,000 millones de dólares.
    
Los aranceles fueron impuestos debido a las fuertes presiones de productores de Florida, un estado clave para las ambiciones de reelección del presidente Donald Trump, quienes estiman que de sus contrapartes de México venden tomates a precios inferiores a los del mercado.
    
De acuerdo con su argumento, la participación de México en el mercado de tomate en Estados Unidos ha aumentado de un 32 a un 54%, mientras que la de los productores locales ha bajado del 65 al 40%.
    
En febrero pasado, cerca de 50 legisladores estadounidenses encabezados por el influyente senador Marco Rubio le escribieron al secretario de Comercio, Wilbur Ross, para pedirle tomar "medidas rápidas" sobre el tema argumentando que desde 1996, cientos de cultivadores en todo el país abandonaron el negocio.
    
"La industria del tomate de México agradece a todos los actores nacionales e internacionales que apoyaron durante casi dos años este proceso de negociación", dijo Robles.



Jamileth