Agropecuaria

Tomar mate y cosechar a solas: coronavirus altera tradicional cultura agrícola de Argentina

2020-04-01

Como en otros países, la expansión del coronavirus en Argentina y la lucha contra su...

Por Maximilian Heath y Hugh Bronstein

BUENOS AIRES, (Reuters) - “Muchachos, a partir de ahora cada uno trae su plato, su cuchillo y su tenedor. Y no se comparten más los mates”.

La sentencia del productor agrícola Javier Domínguez debe haber resonado con fuerza entre los empleados de su granja ubicada en Luján, en la provincia de Buenos Aires, el distrito agropecuario más importante de Argentina, un proveedor mundial líder de alimentos.

Pero en particular la última: la restricción a la circulación del mate, una infusión que se bebe socialmente a través de un solo recipiente que se pasa de mano en mano, y que forma parte vital de la iconografía del gaucho argentino.

Sin embargo, como en otros países, la expansión del coronavirus en Argentina -donde se han registrado 1.054 casos, de los que 27 fallecieron- y la lucha contra su mayor diseminación ha modificado hábitos y el caso de los productores agropecuarios y sus cimentadas costumbres no es una excepción.

“Estoy preocupado y por eso estamos siguiendo protocolos, como por ejemplo que no entre nadie salvo las personas estrictamente relacionadas a la cosecha”, dijo Juan Minvielle, un productor del noreste de Buenos Aires, que se disculpó con Reuters por no poder permitir el acceso a su campo para evitar riesgos de contagio.

Mientras tanto, en el campo de Minvielle las compras de aprovisionamiento para la estancia ahora son tarea de solo una persona y las nuevas reglas impiden que alguien pueda acompañar al conductor de la cosechadora, un habitual sitio de privilegio para evaluar el estado de los cultivos.

Por lo tanto, en las próximas semanas, a medida que se acelera la recolección de la soja y el maíz argentino -cuyas cosechas la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) prevé en 52 millones y 50 millones de toneladas, respectivamente- la imagen de solitarios conductores de cosechadoras será común.

A su vez, las dificultades en el traslado de los granos a los puertos para su embarque debido a interpretaciones municipales sobre restricciones al tránsito de camiones de carga han obligado a algunos productores a almacenar sus granos en bolsas llamadas silobolsas en sus campos, a pesar de no contar con condiciones climáticas adecuadas.

“Se está armando la tormenta perfecta”, dijo Domínguez sobre la necesidad de algunos productores de embolsar su producción en medio de condiciones climáticas húmedas.

De acuerdo a Esteban Copati, jefe del área de Estimaciones Agrícolas de la BCBA, la presencia de niveles elevados de humedad en los granos al momento de embolsar produce fermentación y un aumento en la temperatura en las silobolsas que bajan la calidad del grano.

En tanto, Domínguez señaló que si bien aún no comenzó la recolección de granos en sus campos, cuando lo haga, permitirá el ingreso de a uno a los camiones que trasladarán y evitará que los conductores deambulen por sus instalaciones.

“Los recaudos hay que tomarlos, pero tampoco se puede pretender que alguien entre a tu campo como si entrara a un quirófano”, explicó Domínguez, señalando que “hay lugares que no dejan que los camioneros vayan al baño, hacen sus necesidades detrás de sus vehículos”.



Jamileth
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