De Protestas a Propuestas

Nuevos estilos de trabajo

2019-05-24

Llegó el momento de proponer soluciones y no sólo de politizar el problema de la...

Por Carlos Madrazo | Revista Siemre

Durante más de una semana la Zona Metropolitana del Valle de México vivió bajo una gruesa nube de contaminación, fenómeno que no se había presentado desde la segunda mitad de los años ochenta. Las autoridades capitalinas informaron que los altos índices de contaminación se debieron, en gran medida, a la presencia de partículas generadas por diversos incendios en la periferia de la Ciudad de México, además de la ausencia de lluvia y la escasez de vientos que desplazaran la polución, que causó una de las más prolongadas y peligrosas contingencia que hemos vivido en nuestra urbe.

Y como era de esperarse surgieron varias críticas que se dieron a conocer en los medios informativos para lanzar culpas a los gobiernos tanto federal, al de la Ciudad de México y a los conurbados del Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Querétaro, también a la ola de calor, al retraso de las lluvias, a los que prenden fuego para quemar basura y hojarasca, a los automovilistas, transportistas, constructores y una larga lista más.

Sin embargo, poco se habló que el nivel de compromiso ciudadano ante este tipo de emergencias ecológicas es casi nulo. Fueron muy pocos los ciudadanos que interrumpieron o alteraron sus rutinas diarias de manera voluntaria. Lo hicieron después del llamado del gobierno capitalino para colaborar a disminuir la emanación de contaminantes.

Llegó el momento de proponer soluciones y no sólo de politizar el problema de la contaminación, altamente riesgoso para la salud de las personas. En este sentido, retomamos una sugerencia que el Partido Verde Ecologista ha impulsado de manera reiterada. Se trata de establecer la modalidad del trabajo en casa, al menos un día a la semana, en las empresas privadas e instituciones públicas que por su tipo de actividad lo permitan.

Cabe mencionar que durante la etapa crítica de la contingencia ambiental, el presidente de la Coparmex, Ciudad de México, Jesús Padilla, planteó a los patrones que en la medida de lo posible permitieran el trabajo en casa “para contribuir a la reducción de emisiones contaminantes que afectan la calidad del aire en la Ciudad de México y Área Metropolitana”. Ante ese exhorto, diversas empresas accedieron al llamado y otras más ya aplican esa modalidad de manera cotidiana desde hace más de un año.

Si tomamos en cuenta que según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) casi 30 por ciento de los viajes que se realizan en la Zona Metropolitana del Valle de México son para acudir a los centros de trabajo y que por la escasez de transporte público, el uso del auto es la única alternativa para desplazarse de millones de habitantes, convirtiendo a las avenidas primarias en horas pico en gigantescos embotellamientos, ésta alternativa del trabajo en casa es muy importante, en beneficio no sólo del medio ambiente, sino de los propios empleados que opten por este sistema, pues ahorrarán en gasto de gasolina y en servicios para su vehículo.

Si bien al gobierno le toca actuar, orientar e informar a la ciudadanía ante contingencias como la que vivimos recientemente en la ciudad, a los habitantes nos atañe reconocer la parte que nos corresponde. Hay mucha tarea para las autoridades, pero también una perentoria necesidad de reflexionar para nosotros los ciudadanos. Cuando asumamos, como colectividad, que no todo  en materia de sustentabilidad es culpa de alguien en particular, en ese momento estaremos dando un paso enorme para lograr que nuestra ciudad deje de padecer contingencias devastadoras como la de semanas atrás.


 



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