Mensajería

Cómo dejar un legado trascendente a mis hijos

2023-02-07

El amor incondicional se manifiesta por medio de una relación honesta, en la que nuestros...

Por: Sandra B. Lindo Sominín 

Ver a nuestros hijos crecer es una gran aventura.

Me pregunto todo el tiempo, ¿cuál es el mejor legado que puedo dar o la mejor lección que puedo enseñar mientras está creciendo mi hija a mi lado?

Primero debe entender que mi amor de madre o padre es real e incondicional, esto significa que no debe hacer nada para ganar o merecer nuestro amor y que nuestro amor jamás cambiará aún cuando ella decida vivir una vida alejada de valores familiares, esto es algo que no es fácil de balancear, ya que nuestro rol demanda justicia y disciplina como un aspecto clave de nuestro deber como padres responsables, y como una muestra del amor que sentimos por ella.

Es importante que en la familia haya normas y valores que deben respetarse, y que el no cumplir con estas normas, traerá consecuencias. Amar incondicionalmente, no solo es demostrar afecto en palabra y acción, es también solicitar que rindan cuentas y cumplan con sus responsabilidades.

El amor incondicional se manifiesta por medio de una relación honesta, en la que nuestros seres amados tienen claro cuáles son nuestros valores y qué está permitido en el hogar. Al mismo tiempo, hay aceptación y respeto mutuo por las decisiones que nuestros hijos toman conforme ganan independencia, y demostración de afecto y apoyo con límites bien establecidos en el hogar.

Debemos heredar a nuestros hijos la capacidad de desarrollar responsabilidad e independencia, para que puedan vivir de forma exitosa y útil, a amar y servir a otros, a tomar decisiones, a asumir las consecuencias, a saber que pueden contar con sus padres y que, al mismo tiempo, no nos necesitan, y guiarlos para que sean hombres y mujeres que aman a Dios y a su familia.

Ver a nuestros hijos crecer es una gran aventura. Ayudarles a ser independientes y a asumir la responsabilidad de sus acciones, así como asumir compromisos y encontrar su llamado en la vida, es muy conmovedor y gratificante.
 



aranza