Muy Oportuno

El valor de ser mujer

2021-03-08

Por este motivo, concluyó asegurando su oración "por todas las mujeres para que...

Por Catholic.net

Benedicto XVI abogó por una mayor valoración de la mujer para conmemorar el Día Internacional de la Mujer

Tras rezar el Ángelus con miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre invitó "a reflexionar sobre la condición de la mujer y a renovar el compromiso para que siempre y en todo lugar cada persona pueda vivir y manifestar en plenitud sus propias capacidades, obteniendo pleno respeto por su dignidad".

El pontífice recordó que ésta es la enseñanza del Concilio Vaticano II y del magisterio de los papas, en particular la carta apostólica Mulieris dignitatem < de siervo de Dios Juan Pablo II (15 de agosto de 1988).

"Ahora bien --reconoció--, los testimonios de los santos tienen más valor que los documentos; y nuestra época ha tenido el de la Madre Teresa de Calcuta: humilde hija de Albania, convertida, por la gracia de Dios, en ejemplo para todo el mundo en el ejercicio de la caridad y en el servicio de la promoción humana".

Al mismo tiempo, exclamó, "¡Otras muchas mujeres trabajan cada día, en lo escondido, por el bien de la humanidad y por el Reino de Dios!".

Por este motivo, concluyó asegurando su oración "por todas las mujeres para que sean cada vez más respetadas en su dignidad y valoradas en sus positivas potencialidades".

Día internacional de la mujer (*)

El 8 de marzo, desde hace casi un siglo, se celebra el Día internacional de la mujer. Dios ha creado al ser humano como varón y mujer: iguales en dignidad y diferentes no para pelearse, sino para complementarse.

Cristo Jesús -Camino, Verdad y Vida- nos enseña actitudes concretas en la relación con la mujer: "En una época de marcado machismo, la práctica de Jesús fue decisiva para significar la dignidad de la mujer y su valor indiscutible." (Documento de Aparecida, 451). "La figura de María, discípula por excelencia entre discípulos, es fundamental en la recuperación de la identidad de la mujer y de su valor en la Iglesia." (Id).

Sin embargo mucho falta en nuestra cultura para que la valoración de la mujer no quede sólo en el discurso y en la celebración de un día, sino que sea parte de la realidad de todos los días. Nuestra cultura sigue siendo machista, con muy variadas manifestaciones de violencia y marginación contra la mujer; por otra parte, con frecuencia se descargan en ella muchos deberes que han de ser compartidos.

Invito a usted a renovar actitudes y acciones concretas, en los diferentes ámbitos en que nos movamos, para reconocer y valorar la dignidad y la participación de la mujer en la familia, en la sociedad, en la Iglesia. En breves pero sustanciosos números, el Documento de Aparecida (451-458) nos ofrece aportaciones en este sentido: "La sabiduría del plan de Dios nos exige favorecer el desarrollo de la identidad femenina en reciprocidad y complementariedad con la identidad del varón.

Por eso, la Iglesia está llamada a compartir, orientar y acompañar proyectos de promoción de la mujer con organismos sociales ya existentes, reconociendo el ministerio esencial y espiritual que la mujer lleva en sus entrañas: recibir la vida, acogerla, alimentarla, darla a luz, sostenerla, acompañarla y desplegar su ser de mujer, creando espacios habitables de comunidad y de comunión." (Aparecida, 457).

De hecho en nuestra historia familiar, personal y social, la mujer ha ocupado un lugar valioso e insustituible. El "genio femenino", al que se refería el Papa Juan Pablo II, se ha desplegado con gracia, delicadeza y eficacia: que los varones sepamos agradecerlo, acogerlo y promoverlo; que las mujeres sepan reconocerlo, defenderlo y cultivarlo.

Con respetuoso afecto envío la bendición sobre usted, mujer; y también sobre usted, varón, para revalorar los beneficios de la mujer en su vida.

(*) Artículo de Mons Rodrigo Aguilar



aranza