Muy Oportuno

El fenómeno de la migración

2021-06-16

Por último, independientemente del origen de las personas, se debe respetar su dignidad y...

Por | José Manuel Ortiz

De acuerdo a las Naciones Unidas, a nivel mundial, los migrantes internacionales alcanzaron los 191 millones, cerca del 3 por ciento de la población mundial, en 2005

Una de las principales características que ha tenido el ser humano ha sido su movilidad. Actualmente, debido a la complejidad de nuestra sociedad actual, y a los siempre presentes problemas de búsqueda de oportunidades y conflictos regionales, el fenómeno de la migración ha crecido hasta convertirse en una situación global.

Como cualquier hecho humano, la migración implica amenazas y oportunidades para las sociedades y los países, tanto para los que emiten como para los que reciben. Entre las oportunidades para los países que reciben inmigrantes, está el incrementar su capital humano y la posibilidad de enriquecer su cultura. Por su parte, los países de origen pueden recibir remesas o disminuir la presión social en sus comunidades.

El fenómeno a nivel global

De acuerdo a las Naciones Unidas, a nivel mundial, los migrantes internacionales alcanzaron los 191 millones en 2005. Esto significa que cerca del 3 por ciento de la población mundial ha cambiado de país.

De ese grupo de migrantes, un tercio vive en países en desarrollo y procede de otro país en desarrollo, mientras que otro tercio vive en un país desarrollado, siendo originario de un país en desarrollo. Es decir, que los migrantes “Sur – Sur” son tan numerosos como los migrantes “Sur – Norte”.
 
Para 2005, el continente que recibió más personas fue Europa, que albergó al 34 por ciento de todos los migrantes; América del Norte (Estados Unidos y Canadá) al 23 por ciento; y Asia al 28. Sólo el 9 por ciento vivía en África, el 3 por ciento en América Latina y el Caribe y el otro 3 por ciento en Oceanía.

Alrededor de 6 de cada 10 migrantes internacionales (lo que totaliza 112 millones de personas) reside en países designados como de “ingresos altos”. Pero estas naciones de altos ingresos incluyen a 22 países en desarrollo tales como Bahrein, Brunei, Kuwait, República de Corea, Arabia Saudita, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos.

Cerca de la mitad de los migrantes alrededor del mundo son mujeres. En países desarrollados, las mujeres superan en número a los migrantes masculinos.

En 72 países el número de inmigrantes decreció entre 1990 y 2005. Diecisiete naciones dieron cuenta del 75 por ciento del incremento en el volumen de migrantes de ese periodo, siendo los Estados Unidos el principal destino migratorio, toda vez que recibieron 15 millones de personas, mientras que Alemania y España recibieron 4 millones cada uno.

Ahora bien, un gran número de personas educadas abandonan su país en búsqueda de mejores oportunidades; así, alrededor de 6 de cada 10 migrantes altamente educados, residentes en países de la OCDE en el 2000, provenían de países en desarrollo.

Esa situación es más drástica en países con altos niveles de marginación, ya que por ejemplo, entre el 33 y el 55 por ciento de las personas altamente educadas de Angola, Burundi, Ghana, Kenya, Mauricio, Mozambique, Sierra Leona, Uganda y la República Unida de Tanzania, residen en países de la OCDE. Esa proporción es incluso mayor en países como Trinidad y Tobago, Guayana, Haití, Fiji, y Jamaica, donde cerca del 60 por ciento de las personas con alto nivel de educación dejaron el país.

Esa situación se ve reflejada en el dinero enviado a sus lugares de origen por parte de los migrantes internacionales, que aumentó de 102 mil millones en 1995, a 232 mil millones en 2005. La proporción de las remesas mundiales que se dirige a países en desarrollo también aumentó, del 57 por ciento en 1995 (58 mil millones de dólares), al 72 por ciento en 2005 (167 mil millones).

Sin embargo, los 20 primeros países receptores recibieron el 66 por ciento de las remesas mundiales en 2004, y de esos, sólo ocho son países desarrollados. En ese sentido, un tercio del total de las remesas se destinó a sólo 4 países: India, China, México y Francia (en orden del total de dinero recibido por cada uno).

Causas de la migración

De acuerdo al Dr. Hidalgo Capitán de la Universidad de Huelva, algunas teorías de las causas más importantes de los flujos de migración serían las siguientes:

La brecha salarial entre los países desarrollados y los subdesarrollados. Esto generaría el aumento de la demanda de trabajo de baja calificación y baja retribución provocado por la dualización del mercado de trabajo de los países desarrollados.

Otra teoría considera la funcionalidad de los inmigrantes como ejército industrial de reserva en donde se considera que la existencia de un mercado dual de trabajo debilita a la clase obrera pues la divide entre trabajadores inmigrantes y trabajadores nativos.

Las diferencias en los niveles de rentas entre países desarrollados y países en desarrollo serían otra causa de la migración.

Otros autores sostienen que la causa principal de la migración se encuentra en las estrategias económicas de las familias. Para estos, la decisión de emigrar no es individual, sino que se adopta en el seno de una familia que decide enviar a uno o varios de sus miembros a países desarrollados, mientras que otros permanecen en el país en desarrollo asumiendo otras responsabilidades familiares.

Otros planteamientos, de carácter geográfico, inciden en la idea de la proximidad como elemento favorecedor de las migraciones. Es evidente que a mayor distancia, existirá una menor propensión a la emigración.

Con iguales pautas geográficas, y haciendo una interpretación del enfoque de la redes sociales, existe lo que podríamos llamar un hermanamiento de localidades por las razones migratorias, donde diferentes estudios empíricos han demostrado cómo los movimientos migratorios presentan ciertas pautas geográficas de naturaleza local, en la medida en que se observa cómo en determinadas localidades de los países desarrollados receptores de las migraciones se concentran inmigrantes de otras localidades de países en desarrollo.

Desde una perspectiva demográfica, tendríamos como causa de las migraciones la necesidad de un reemplazo poblacional. En los países desarrollados se está produciendo un problema de envejecimiento de la población, lo que genera una necesidad de atracción de mano de obra.

Los factores anteriores han sido acentuados por dos fenómenos. El primero, el liberalismo, que considera al trabajo como una mercancía más; el segundo consiste en el "efecto demostración", que es la adopción por parte de los ciudadanos de países en desarrollo de estilos de vida, pautas de consumo y ambiciones propias de los ciudadanos de los países desarrollados.

Problemas generados por la migración

Considerando la complejidad del fenómeno migratorio, los problemas que se generan cambian de manera dinámica con el tiempo y dependen del punto de vista de la sociedad que recibe o de la que salen las personas.

Desde el punto de vista del migrante, algunas dimensiones que se deben de considerar son las siguientes: la situación legal en la que emigra, las razones por las cuales emigra, el perfil educativo o de competencias que tiene, su edad y sexo, si pretende abandonar definitivamente su tierra o buscará regresar, entre otros.

Una vez que una persona emigró, puede encontrar algunos problemas en el lugar al que llegó, que pueden ser legales, de discriminación racial o religiosa, dificultades culturales como el idioma, las costumbres y reglas sociales a las que deberá adaptarse.

Otro fenómeno que está afectando negativamente a países en Centroamérica y crecientemente a México, es el problema de las bandas delictivas que están estableciendo sus redes criminales con personas que han sido deportadas de Estados Unidos.

Mexicanos en el extranjero

De acuerdo a cifras oficiales, más de 10 millones de mexicanos viven en Estados Unidos, si consideramos a sus hijos, que por derecho pueden reclamar la ciudadanía mexicana, esta cifra podría elevarse a cerca de 25 millones de personas, esto es, 1 de cada cuatro mexicanos vive fuera del país.

La importancia de los mexicanos radicados en el extranjero se ve reflejada en las remesas enviadas a nuestro país, que de acuerdo al Banco de México, en 2006 ascendieron a 23 mil 742 millones de dólares. Esa misma fuente reporta que, durante este año, el dinero enviado desde Estados Unidos a nuestro país ha tenido un incremento de 1.25 por ciento.

Para darnos cuenta de la importancia de las remesas a nuestro país, como referencia, y de acuerdo al mismo Banxico, durante el año 2006 la inversión extranjera directa en el país fue de 19 mil 211 millones de dólares.

El problema de la migración se hace aún más severo si consideramos el alto número de personas que pierden su vida al tratar de cruzar lafrontera. Considerando que no existen cifras oficiales, se estima que durante los últimos 10 años más de 3 mil personas han perdido la vida en su intento de llegar a los Estados Unidos. De acuerdo a otras fuentes, más de 5 mil personas han perecido durante los últimos 13 años. Esto es, cerca de 300 personas pierden la vida en el intento.

Ese no es el único problema, toda vez que los “polleros” cobran entre 5 mil y 10 mil dólares por pasar la frontera, con el inconveniente de que en el intento pueden dejar a su suerte a los indocumentados.

¿Soluciones?

Las situaciones descritas anteriormente, no podrán ser solucionadas fácilmente, sin embargo, nos dan algunas pautas.

Primero, es evidente que mientras tengamos una brecha en desarrollo tan grande con Estados Unidos, difícilmente se podrá detener el flujo migratorio, toda vez que se genera una situación de demanda de trabajo y de falta de oportunidades en el lugar de residencia.

Por otro lado, es evidente que las medidas unilaterales tomadas recientemente por Estados Unidos difícilmente solucionarán su problema, toda vez que gran parte de su economía depende de mano de obra barata, y por otro lado, la diferencia en desarrollo seguirá atrayendo a migrantes.

Por último, independientemente del origen de las personas, se debe respetar su dignidad y estatuto de persona humana, lo que evitará abusos.

Conclusión

El siempre bien recordado Juan Pablo II, en la celebración del Jubileo de los emigrantes, en el año 2000, mencionó: “Ciertamente, en una sociedad como la nuestra, compleja y marcada por múltiples tensiones, la cultura de la acogida se debe conjugar con leyes y normas prudentes y clarividentes, que permitan valorar los aspectos positivos de la movilidad humana, previniendo sus posibles manifestaciones negativas. Esto hará que efectivamente se respete y acoja a todas las personas”.
 



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