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Monterrey se erige como la meca del fútbol femenino en México

2019-12-08

“Ver a las futbolistas en el campo me hace tener más ganas de ser profesional, de que...

Diego Mancera, El País

A Marcela Villegas le han dicho que como futbolista no llegará lejos. Se lo han mencionado varias personas, pero no lo esperaba de su padre. “La desigualdad está muy cabrona, que me dejen vivir: si yo me la creo, yo puedo”, dice mientras se quita los botines. Ha ido a ver la final de la Liga femenina de México entre Rayadas y Tigres, los dos clubes de Monterrey. La ciudad, al norte de este país, está marcada por la violencia machista. La misma urbe que, paradójicamente, ha cobijado el fútbol profesional de las mujeres como ninguna otra.

Monterrey, capital del Estado de Nuevo León, es la metrópoli más violenta para las mujeres en todo México en lo que va del año, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Ocurren 2,82 feminicidios por cada 100,000 mujeres, la mayor tasa a nivel nacional. En todo México, la violencia de género se cobra más de 10 víctimas diarias. Uno de los últimos casos que cimbró a este país fue el de Abril Pérez Sagaón, quien había denunciado a su marido por intento de homicidio en enero, pero un juez le dejó en libertad. El pasado 25 de noviembre fue asesinada a tiros.

“Ver a las futbolistas en el campo me hace tener más ganas de ser profesional, de que todos me vean”, cuenta Villegas. La chica de 17 años, aún con un uniforme de juego, ganó unos boletos para ver a las Rayadas conquistar su primera Liga. Ambos clubes registran las mejores entradas en todo el campeonato mexicano e incluso han establecido récords de asistencia a nivel mundial. En la final de este sábado, acudieron 41.615 hinchas a la ida y 38.281 en la vuelta, una entrada envidiable en toda América. A la hora de levantar títulos, las de Tigres lo han hecho en dos ocasiones. Son los clubes ejemplares que intentan escabullirse del machismo.

Claudia Pedraza, doctora en Ciencias Políticas y especialista en perspectiva de género en el deporte, atisba algunas de las claves del éxito de Rayadas y Tigres. “Es fundamental que a las futbolistas les permitan jugar en los estadios para que en el imaginario social se tenga claro que es fútbol profesional porque si juegan en canchas de entrenamiento la gente piensa que no son profesionales”, explica. Otra de las claves es que los clubes matriz, es decir, los masculinos, invirtieron para edificar una identidad propia: no más Rayados, solo Rayadas. Hay clubes en México que enfrentan penurias como las jugadoras de Veracruz que no tenían agua caliente para ducharse o como las de Necaxa que quedaron varadas en la carretera por los bloqueos.

La cultura empresarial de Monterrey, considerado el núcleo industrial de México, también ha contribuido al éxito. "A cualquier tipo de iniciativa a la que se le vea potencial se le apuesta. Así han visto al fútbol femenino. Ellos están influenciados por toda la cultura estadounidense, por eso también apoyan las Ligas escolares y universitarias", comenta en referencia al esquema que han ayudado a EE UU a ser tetracampeonas del mundo.

"Cuando yo era chica jugaba fútbol en el llano. Esta oportunidad que le dieron a las chicas en México es fantástica porque ellas pueden cumplir el sueño que nuestro tiempo no había", menciona Perla Ruiz, hincha de Rayadas. "Nuestra sociedad ya no es tan cerrada. La gente que viene a ver a las chicas es joven, niños, y ellos van a hacer a un lado la forma de pensar de los viejos", agrega.

La sociedad regiomontana ha peleado por zafarse del conservadurismo. En marzo de este año una resolución de la Suprema Corte de Justicia de México permitió el matrimonio igualitario pese a la resistencia del Congreso de Nuevo León. Este mismo año, los congresistas locales alejaron la posibilidad de legalizar el aborto. "La apuesta del fútbol femenino en México no solo es permitir la participación de mujeres en las canchas, sino en cambiarle la cara al fútbol: quitar la misoginia y pertmitir que sea un espacio para que se reinvindiquen otras causas sociales", opina Pedraza. Como a Marcela Villegas, a muchas chicas han intentado tumbar sus aspiraciones de ser futbolistas, de atreverse. Triunfos como los de Rayadas son un bálsamo. El fútbol quiere acorrarlar al machismo.



JMRS