Internacional - Economía

Mientras fluya la cerveza, fluirá la economía, sostenida por el consumo

2019-10-16

El Fondo Monetario Internacional ha rebajado esta semana sus perspectivas de crecimiento mundial...

Por Howard Schneider

DENVER, (Reuters) - Si la economía mundial comienza a caer en picada, algunas de las primeras señales podrían llegar de un bar de la cervecera Denver Beer Co, en la que las ventas anuales han subido un 17%, y cuyo fundador, Charlie Berger, afirma que la nueva cerveza India Pale Ale, “Juicy Freak”, es un éxito de ventas a pesar de que su precio ha subido 1 dólar por cada pinta.

Bares y restaurantes han sido los pilares de una expansión económica en Estados Unidos que se basa en gran parte en el gasto de los consumidores, y si negocios como el de Berger comienzan a desacelerarse, faltaría poco para que el bache afecte al empleo, los salarios, la confianza de los empresarios y la demanda mundial.

“Eran cifras que no podíamos creer”, dijo Berger sobre el crecimiento de las ventas de su principal bar y del aumento del 30% en la producción durante el año pasado, hasta alcanzar los 20,000 barriles, en la principal planta de producción de cerveza de la empresa.

Aunque las perspectivas para este bar al aire libre siguen siendo optimistas, el panorama en el resto de la economía de Estados Unidos y de otras grandes potencias es dispar, y los dirigentes económicos del país están preocupados por el escenario de una economía frágil muy dependiente del consumo.

El Fondo Monetario Internacional ha rebajado esta semana sus perspectivas de crecimiento mundial para 2019 al 3%, el ritmo más lento desde la crisis financiera mundial de hace más de una década. Sus responsables señalaron el estancamiento del comercio y la inversión, que han hecho que el gasto de los hogares sea el principal motor del crecimiento del sector privado.

Pero esta tendencia puede estar en peligro. En China, los comerciantes informan de la disminución de la demanda que los ha hecho más cautelosos, retrasando en algunos casos las compras personales y amplificando de esta manera el efecto de dicha incertidumbre.

China, enzarzada en una guerra comercial con Estados Unidos, ha sufrido una ralentización del crecimiento económico, hasta el 6,2% interanual, en el segundo trimestre, el ritmo más débil en al menos 27 años. El crecimiento de las ventas al por menor es el más débil desde principios de 2003, y las ventas de automóviles chinos disminuyeron el año pasado por primera vez desde la década de 1990.

“Nuestro negocio no ha ido tan bien -menos trabajadores migrantes vienen a nuestra tienda, así que puede que tenga que ahorrar otros dos años antes de poder comprar un coche”, dijo Luo Shuzhen, un comerciante de 48 años de edad de la ciudad sureña de Dongguan, que esperaba comprar este año.

Es una decisión que, extendida por toda China, se siente en Alemania, donde las exportaciones de automóviles se han desplomado, y en toda la cadena de suministro.

En Japón y Europa, cualquier buena noticia sobre el gasto de los hogares se ve empañada por novedades menos halagüeñas.

El índice de consumo del Banco de Japón subió en agosto a su segundo nivel más alto registrado en la historia, lo cual se reflejó en las fuertes ventas de automóviles de lujo, así como en la compra de ternera de mejor calidad en los restaurantes. Pero los salarios reales cayeron por octavo mes consecutivo en agosto, nublando las perspectivas de consumo, que probablemente se verán afectadas por un nuevo aumento del impuesto sobre las ventas este mes, pasando del 8% al 10%.

Los consumidores alemanes parecían animados por las recientes medidas del Banco Central Europeo para estimular la economía de la zona euro, y los consumidores franceses por las recientes desgravaciones fiscales. Sin embargo, ha habido indicios de que los consumidores británicos pueden estar empezando a ser más precavidos, desplazando el gasto en restaurantes y hoteles a alimentos que se consumen en casa.

EROSIÓN INCIPIENTE

El consumo es siempre una parte importante del producto interno bruto, representando aproximadamente el 70% del de Estados Unidos y aproximadamente el 60% en China, por ejemplo. Pero lo ideal es que se equilibre con la inversión empresarial y las contribuciones de la balanza comercial, elementos que se suman no sólo al crecimiento actual, sino que preparan el terreno para futuras contrataciones y crecimiento.

En su estado actual, el PIB de los 36 países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, que incluye a Estados Unidos y gran parte de Europa y representa la mayor parte de la economía mundial, se habría reducido en el segundo trimestre de 2019 si no fuera por una fuerte contribución del gasto de los consumidores.

En el futuro, el crecimiento dependerá de si esta tendencia se mantiene en función de la desaceleración de los volúmenes de comercio mundial y, en particular, de la evolución de los consumidores estadounidenses.

Algunas autoridades ya han señalado una posible recesión en el sector manufacturero estadounidense. A pesar de que el desempleo en Estados Unidos alcanzó su nivel más bajo de los últimos 50 años, con una tasa del 3,5% en septiembre, el crecimiento del empleo y de los salarios se desaceleró.

“El consumidor estadounidense es realmente el pilar no sólo de la economía estadounidense, sino también de la economía mundial. Si ese pilar comienza a debilitarse, la suerte está echada”, dice Gregory Daco, economista jefe para Estados Unidos en Oxford Economics.

Es posible que la debilidad aparezca al inicio en las ventas de bares y restaurantes, indica. A partir de julio, el crecimiento del gasto en “servicios de alimentación y bebidas” alcanzó su ritmo más lento en dos años y medio, y ha disminuido durante tres meses consecutivos.

Puede parecer una cuestión menor, pero “pasamos del punto A al punto B en el sentido de que si la gente gasta menos, los restaurantes tienen menos ingresos, contratan menos gente, son precavidos a la hora de subir salarios, y eso se traducirá en un menor gasto, y luego se ampliará a otros sectores”, ya sean bienes de consumo duraderos como los automóviles o los electrodomésticos, o el gasto de las empresas en nuevos equipos o software, dijo Daco.

Bart Watson, economista jefe de la Asociación de Cerveceros, una agrupación de más de 5,000 pequeños productores, dijo que es difícil saber si la caída general en la producción de cerveza tiene que ver con un cambio hacia cervezas de gama alta producidas por compañías como Denver Beer.

No obstante, en el marco del descenso del 8% en la producción de barriles de cerveza de grifo, también hay “algún signo de debilidad en establecimientos de venta al público” que han sido centrales para esa parte del éxito de la industria, dijo Watson.

“Tenemos que mantenernos atentos” a ver qué significa, agregó.

Con un número récord de personas trabajando y los salarios todavía al alza, puede que no hay riesgos en el futuro inmediato, y la compañía cervecera de Berger y el resto del entorno empresarial expuesto al consumo estadounidense vaya por buen camino.

Sin embargo, Thomas Costerg, economista estadounidense de Pictet Wealth Management, señaló que estaba observando algunas de sus señales de advertencia favoritas. El empleo en la industria del transporte por carretera, por ejemplo, se ha estancado este año, y cuando “eso empieza a retroceder, es motivo de preocupación. Esa es una parte cíclica de la economía que está comenzando a erosionarse”, dijo.

El transporte por camión también ha sido una fuente fiable de empleos de salario medio durante la recuperación. Puede que no sea una coincidencia que el crecimiento del empleo en bares y restaurantes en Estados Unidos, que ha aumentado aproximadamente un 33% desde el final de la recesión de 2007-2009, también se haya detenido.

“Creo que estamos en la última fase de esta etapa en el ciclo del consumidor”, dijo Costerg. “El gasto de los consumidores puede mantenerse fuerte durante dos o tres trimestres, pero me preocupa que pueda haber un efecto acantilado” si el gasto y la inversión de las empresas no se recuperan.



Jamileth