Internacional - Economía

Gasolina acelera la inflación en Estados Unidos, pero un aumento de los casos de COVID frenaría la demanda

2020-07-14

El índice de precios al consumidor aumentó un 0,6% el mes pasado, la mayor subida...

Por Lucia Mutikani | Reuters

WASHINGTON, 14 jul (Reuters) - Los precios al consumidor de Estados Unidos repuntaron en junio a un máximo de casi ocho años, pero el rebrote de nuevos casos de COVID-19 tras la reactivación de las empresas sugiere una moderación de la demanda que podría mantener la inflación contenida y permitir a la Reserva Federal seguir inyectando dinero a una economía convaleciente.

El informe del Departamento de Trabajo del martes se conoció cuando algunos estados densamente poblados de las regiones del sur y del oeste del país estaban revirtiendo o haciendo una pausa en los desconfinamientos, abrumados por el aumento de las infecciones de la enfermedad respiratoria. El lunes, California anunció nuevas restricciones a los negocios.

La economía entró en recesión en febrero y los expertos advierten de una prolongada caída en ausencia de un esfuerzo nacional integral para combatir la pandemia del coronavirus, lo que hace que los consumidores sean cautos a la hora de gastar.

“La recesión económica va a durar más tiempo con la segunda ola de la pandemia de coronavirus que se está extendiendo por todo el país y este largo período de crecimiento débil y demanda moderada mantendrá al genio de la inflación encerrado en su botella durante más tiempo también”, dijo Chris Rupkey, economista jefe del MUFG en Nueva York.

El índice de precios al consumidor aumentó un 0,6% el mes pasado, la mayor subida desde agosto de 2012 y haber bajado un 0,1% en mayo. El incremento, que puso fin a tres meses seguidos de caídas, fue impulsado por un alza del 12,3% de los precios de la gasolina, que habían caído en los primeros cinco meses del año.

Los precios de los alimentos subieron un sólido 0,6% después de aumentar un 0,7% en mayo. El costo de la carne de vacuno se ha disparado un 20,4% en los últimos 3 meses, reflejando la escasez como resultado de las infecciones de COVID-19 en los mataderos y frigoríficos. Los consumidores también pagaron más por las bebidas no alcohólicas, frutas y verduras.

En los 12 meses hasta junio, el IPC subió un 0,6% después de ganar un 0,1% en mayo, que fue el menor aumento interanual desde septiembre de 2015. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el IPC aumentaría un 0,5% en junio y avanzaría un 0,6% interanual.

(Para un gráfico sobre la inflación en EU y sus componentes abra en un navegador: tmsnrt.rs/1NCcY3h)

La Reserva Federal está inyectando dinero en la economía a través de medidas extraordinarias, incluyendo la compra de activos a gran escala y la canalización de préstamos a las empresas. Por otra parte, el gobierno ha proporcionado casi 3 billones de dólares en estímulo fiscal, contribuyendo a un déficit presupuestario mensual récord en junio.

El temor es que el estímulo sin precedentes pueda avivar la inflación, pero, con un récord de 33 millones de personas con beneficios de desempleo, es probable que la inflación siga siendo débil. Se espera que el producto interno bruto haya bajado en el segundo trimestre a su mayor ritmo desde la Gran Depresión.

Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el IPC subió un 0,2% en junio después de caer un 0,1% en mayo. El llamado IPC subyacente había caído durante tres meses consecutivos por primera vez desde que la serie comenzó en 1957.

En los 12 meses hasta junio, el IPC subyacente aumentó un 1,2%, igualando la ganancia de mayo.

La Reserva Federal sigue el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) para su objetivo de inflación del 2%. El índice de precios del PCE básico aumentó un 1,0% interanual en mayo, el menor avance desde diciembre de 2010. Los datos del índice de precios del PCE básico de junio se publicarán a finales de este mes.

“Con un número creciente de funcionarios de la Fed expresando su preocupación por la pérdida de impulso económico a medida que los estados reintroducen las medidas de contención de COVID-19, seguirán haciendo lo necesario para mantener el flujo de crédito y las tasas de interés en el suelo”, dijo James Knightley, economista internacional jefe de ING en Nueva York.



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