Internacional - Política

Candidatos opositores sospechosos de nexos con oficialismo Venezuela desafían llamado a abstención

2020-12-03

“Fue una asquerosa maniobra de la dictadura que hasta hoy genera mucha...

Por  Brian Ellsworth, Vivian Sequera | Reuters

CARACAS, 3 dic (Reuters) - El político Henry Gómez se postula para el parlamento como parte de una alianza que promete enfrentar al presidente Nicolás Maduro y al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, aunque su perfil sea inusual para un candidato opositor.

En 2017, Gómez buscó ser miembro de la oficialista Asamblea Constituyente, que la oposición y la mayoría de las naciones occidentales dijeron que ayudó a Maduro a consolidar una dictadura.

Su nombre de usuario de Twitter incluye las letras PSUV, el acrónimo del Partido Socialista Unido de Venezuela, y su último tuit, que data del 2015, es una imagen del difunto presidente Hugo Chávez y una promesa de “seguir tu legado en cualquier trinchera para mantener tu memoria viva”.

Gómez es uno de los miles de candidatos a los que líderes de la oposición acusan de ser aliados en las sombras de Maduro que están ayudando legitimar un proceso comicial en el que se abstendrán.

En una entrevista telefónica, Gómez negó estar confabulado con el gobierno, que cree que ha dirigido mal el país. Pero también dijo que está en desacuerdo con la oposición, que ha fracasado tras años de esfuerzos respaldados por Estados Unidos para sacar a Maduro del cargo.

“Hay dos posiciones radicales. En medio hay muchas personas que no son de la derecha ni son de la izquierda, que son centristas. Que queremos una solución”, dijo Gómez, al asegurar que no es un “opositor radical”.

Consultado sobre su promesa de seguir el legado de Chávez, Gómez respondió que “no niego que en un algún momento el discurso de Chávez fue histórico”.

Primero Venezuela y Venezuela Unida, los dos partidos que respaldan a Gómez, no respondieron solicitudes de comentarios. Pero se espera que las elecciones del domingo cambien el control del parlamento, que la oposición ganó en unas elecciones en 2015.

También se espera que marque un momento en que líderes de la oposición, fieros críticos del gobierno, sean reemplazados por políticos mucho más cautelosas de una administración ampliamente acusada de socavar la democracia.

Casi todas las acciones del Congreso han sido bloqueadas por tribunales progubernamentales y por la Asamblea Nacional Constituyente.

La votación del domingo, si devuelve el parlamento al oficialista PSUV, despojará a la oposición de su principal plataforma para encarar al gobierno.

En las calles de Fila de Mariches, un sinuoso tramo de empobrecidas barriadas en las montañas al este de Caracas, muchos están tan molestos con el deterioro de las condiciones de vida que dicen que planean votar por cualquiera que diga que se opone a Maduro.

“Por supuesto que vamos a ejercer (el voto) porque, de verdad, estamos en contra de estos sinvergüenzas que nos han condicionado a la pobreza “, dijo Eduard Romero, de 47 años y un obrero de construcción desempleado, al quejarse de los apagones eléctricos, los cortes de agua y el alza de los precios.

Como muchos venezolanos, Romero reconoció desconocer el nombre de los candidatos en la boleta electoral. No había oído hablar de Gómez y desconocía la situación del candidato con vínculos históricos con el PSUV.

Candidatos que se postulan por esos partidos descritos como opositores tienden a centrarse en un discurso que critica con cautela a Maduro y también culpa de los problemas del país al líder de la oposición y presidente del parlamento, Juan Guaidó.

En algunos casos, estos partidos han adoptado nombres y símbolos que se confunden fácilmente con los principales partidos de oposición.

Primero Venezuela usa los mismos colores negro y amarillo de Primera Justicia, uno de los principales partidos de oposición y que por una década logró desplazar al PSUV de localidades como Fila de Mariches.

“Fue una asquerosa maniobra de la dictadura que hasta hoy genera mucha confusión”, dijo la diputada opositora María Gabriela Hernández.

La oposición llama a la abstención y promueve una consulta independiente en la que a los potenciales participantes, incluidos unos cinco millones de venezolanos que han emigrado, se les preguntará si rechazan la jornada del domingo por fraudulenta.



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