Internacional - Seguridad y Justicia

Crecen protestas por violencia policial en ciudades de Estados Unidos

2020-05-31

Se impusieron toques de queda en más de una docena de grandes ciudades del país, como...

Por TIM SULLIVAN y STEPHEN GROVES

MINNEAPOLIS, Minnesota, EU (AP) — Las tensas protestas por la muerte de George Floyd y otros homicidios de afroestadounidenses perpetrados por policías en Estados Unidos crecían el sábado desde Nueva York a Tulsa y Los Ángeles, donde se prendió fuego a vehículos policiales y crecía la cifra de heridos en ambas partes. en otra noche de disturbios tras meses de cuarentenas a causa de la pandemia de coronavirus.

Las protestas, que comenzaron en Minneapolis por la muerte de Floyd el lunes después de que un policía le oprimiera el cuello durante más de ocho minutos con una rodilla hasta que dejó de respirar, han dejado partes de la ciudad con cristales rotos, inmuebles incendiados y tiendas saqueadas. La agitación se ha convertido desde entonces en un fenómeno nacional en el que los manifestantes censuran los homicidios cometidos durante años por policías.

Decenas de miles de personas salieron a la calle en todo el país, muchos de ellos sin mascarillas ni cumplir el distanciamiento social, causando preocupación entre expertos sanitarios sobre la posibilidad de que se expanda el nuevo coronavirus en un momento en el que buena parte del país está en proceso de reabrir la sociedad y la economía.

Después de una noche tumultuosa el viernes, multitudes de diversidad racial salieron nuevamente a las calles para participar en manifestaciones principalmente pacíficas en docenas de ciudades de costa a costa. Las protestas del día anterior también comenzaron de manera tranquila, pero devinieron en hechos de violencia al correr de la jornada.

Pocos rincones de Estados Unidos se quedaron al margen. Los manifestantes encendieron fuegos dentro del ayuntamiento de Reno, la policía empleó gas lacrimógeno contra gente que lanzaba piedras en Fargo, Dakota del Norte, y en la comisaría central de Richmond, Virginia, se rompieron ventanas del edificio.

— En Washington, la Guardia Nacional se desplegó ante la Casa Blanca, donde una multitud coreaba lemas y desafiaba a los agentes de seguridad. Equipados con ropas de camuflaje y escudos, los guardias formaron una apretada línea a unos pocos metros de la gente, impidiendo que avanzaran. El presidente, Donald Trump, que pasó buena parte del sábado en Florida para el lanzamiento de un cohete de SpaceX, aterrizó en el jardín en el helicóptero presidencial al anochecer y entró sin hablar con la prensa.

— En Filadelfia, al menos 13 agentes resultaron heridos cuando las protestas pacíficas se volvieron violentas y al menos cuatro vehículos policiales fueron incendiados. Otros incendios se registraron en diversas partes del centro de la ciudad.

— En Salt Lake City, los manifestantes desafiaron un toque de queda y el gobernador de Utah desplegó a la Guardia Nacional. Lo que comenzó como una manifestación pacífica dio paso a escenas más destructivas, en las que algunas personas volcaron un auto policial y le prendieron fuego. Después se incendió un segundo auto. La policía informó de seis detenidos y un agente herido tras recibir un golpe en la cabeza con un bate de béisbol.

— En Los Angeles, los manifestantes coreaban “Black Lives Matter”, algunos a centímetros (pulgadas) de distancia de los escudos faciales de los agentes. La policía utilizó porras para repeler a la multitud y disparó balas de goma. Un hombre intentó romper con un monopatín el parabrisas de una camioneta suburbana de la policía. Un vehículo policial pintado con atomizador fue incendiado en la calle.

— Y en Nueva York, peligrosas confrontaciones se sucedían repetidamente cuando los agentes hacían arrestos y despejaban calles. En un video difundido en redes sociales se ve a dos autopatrullas del Departamento de Policía de Nueva York que avanzaban entre manifestantes que empujaban una barrera hacia una de ellas y le arrojaban objetos. Varios manifestantes fueron derribados por las autopatrullas y se desconoce si hubo heridos.

En Minneapolis, la ciudad donde comenzaron las protestas, policías, patrulleros estatales y miembros de la Guardia Nacional actuaron poco después de que comenzara el toque de queda de las 20:00 para dispersar las protestas, empleando gas lacrimógeno y balas de goma para despejar las calles ante una comisaría y otros lugares.

La demostración de fuerza llegó tras tres días en los que la policía evitó en gran parte la confrontación con los manifestantes, y después de que el estado enviara más de 4,000 guardias nacionales a la ciudad, indicando que la cifra pronto ascendería a casi 11,000.

“La situación en Minneapolis ya no tiene nada que ver con el homicidio de George Floyd”, declaró el gobernador de Minnesota, Tim Walz. “Se trata de una agresión contra la sociedad civil, infundir el miedo y trastocar a nuestras grandes ciudades”.

Las calles de la ciudad se fueron calmando al avanzar la noche, y el Comisionado de Correccionales, Paul Schnell, dijo que la estrategia dura se mantendría mientras fuera necesario para “sofocar esta situación”.

Algunos vecinos expresaron su alivio por ver disiparse los disturbios.

“Vivo aquí, no he podido dormir”, dijo Iman Muhammad, en cuyo vecindario hubo varios incendios el viernes por la noche. Muhammad dijo empatizar con las protestas pacíficas por la muerte de Floyd, pero no estaba de acuerdo con la violencia. “El mal no responde al mal”.

Trump pareció celebrar la estrategia firme el sábado por la noche, elogiando el despliegue de la Guardia Nacional en Minneapolis, afirmando “¡Nada de juegos!” y diciendo que a la policía de la Ciudad de Nueva York “¡se le debe permitir hacer su trabajo!”.

Se impusieron toques de queda en más de una docena de grandes ciudades del país, como Atlanta, Denver, Los Ángeles, Seattle y Minneapolis, donde miles de personas ignoraron la misma orden el viernes por la noche.

Más de 1,300 personas fueron arrestadas en 16 ciudades desde el jueves, incluidas más de 500 fueron el viernes en Los Ángeles.

Muchos manifestantes describieron su frustración por la muerte de Floyd como una más en una larga lista. Se produjo tras la muerte en Georgia de Ahmaud Arbery, un hombre negro baleado tras ser perseguido por dos hombres blancos cuando corría en su vecindario, y en medio de la pandemia del coronavirus, que ha dejado a millones de personas sin empleo, matado a más de 100,000 personas en Estados Unidos y afectado de forma desproporcionada a la población negra.

Los gobernadores en Georgia, Kentucky, Ohio, y Texas también activaron a la Guardia Nacional después de que las protestas derivaran en actos de violencia durante la noche.

La policía en san Luis investigaba la muerte de un manifestante que había subido entre dos remolques de un camión de Fed Ex cuando el vehículo se puso en marcha. Y una persona murió en la zona de protestas en el centro de Detroit poco antes de la medianoche después de que alguien disparara contra una camioneta suburbana, según las autoridades. La policía dijo inicialmente que alguien disparó contra la multitud desde una camioneta suburbana.



JMRS
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