Internacional - Seguridad y Justicia

El destino de Derek Chauvin está en manos del jurado

2021-04-20

En el juzgado el lunes, los abogados hicieron sus últimos llamados al jurado, integrado por...

Por Shaila Dewan, Tim Arango, Nicholas Bogel-Burroughs y John Eligon | The New York Times

MINEÁPOLIS — Los contrincantes en uno de los casos de brutalidad policial que más han llamado la atención de Estados Unidos volvieron una vez más al video explícito de los últimos momentos de la vida de George Floyd el lunes. Los fiscales pidieron al jurado que “crean en sus ojos” y la defensa advirtió que no fueran “engañados” por un fotograma congelado.

Después de 14 días de testimonios de expertos policiales, médicos, miembros del Departamento de Policía de Mineápolis y transeúntes, los abogados presentaron sus alegatos finales e instaron a los miembros del jurado a usar el sentido común cuando el caso estuviera en sus manos.

La fiscalía se enfocó en los nueve minutos 29 segundos en los que Derek Chauvin, un oficial de policía blanco culpado de homicidio, mantuvo su rodilla sobre el cuello de Floyd, un hombre negro y esposado, en una calle de Mineápolis el Día de los Caídos del año pasado.

“Este caso es exactamente lo que ustedes pensaron cuando lo vieron por primera vez, cuando vieron ese video”, dijo Steve Schleicher, el fiscal encargado del alegato final. “Es lo que sienten en el estómago. Es lo que ustedes ahora saben en su corazón”.

En una extensa refutación, la defensa enfatizó los 17 minutos previos a ese momento, insinuando que Floyd había consumido drogas ilícitas y se había resistido activamente cuando varios oficiales intentaron meterlo en una patrulla. El abogado de Chauvin, Eric J. Nelson, dijo en varias ocasiones a los miembros del jurado que tuvieran en cuenta “la totalidad de las circunstancias”.

“No se dejen engañar por un solo fotograma congelado”, dijo Nelson al jurado, en respuesta a los análisis momento a momento de evidencia en video que presentó la fiscalía. “Pongan la evidencia en su contexto correcto”.

Los alegatos finales se llevaron a cabo en el piso 18 de un edificio gubernamental rodeado de vallas temporales y centinelas militares. La elevada seguridad no lograba dejar afuera los temblores del tiroteo policial de la semana pasada que le quitó la vida a Daunte Wright, apenas a 16 kilómetros de ahí.

El gobernador Tim Walz hizo un llamado a la calma el lunes cuando el jurado empezó a deliberar. Declaró una “emergencia en tiempos de paz”, un estado que permite que la policía de los estados vecinos pudiera acudir en caso necesario, además de los 3000 soldados de la Guardia Nacional y aviadores que han sido desplegados para apoyar a las fuerzas locales del orden.

“Se han desplegado completamente recursos locales y estatales, pero son inadecuados para atender la amenaza”, dijo Walz en una orden ejecutiva.

Las escuelas pasarán al aprendizaje remoto a finales de esta semana, y los negocios han sido tapiados debido a la posibilidad de disturbios después de un veredicto.

El tiroteo fatal de Wright, un hombre negro de 20 años, en un suburbio llamado Brooklyn Center ha ensombrecido el procedimiento legal.

Después de que el jurado se retiró para empezar a deliberar, Nelson pidió anular el juicio al decir que los comentarios hechos por la congresista Maxine Waters, congresista demócrata por California, constituían a amenazas e intimidación. De visita en Brooklyn Center, Waters dijo a los manifestantes que debían “quedarse en la calle” y “ponerse más desafiantes” si Chauvin resulta absuelto.

El juez Peter A. Cahill denegó la solicitud, pero dijo: “Reconozco que la congresista Waters tal vez le haya dado algo que al apelar pueda resultar en la anulación de todo el juicio”.

El juez Cahill se desempeñó como suplente principal de Amy Klobuchar, una senadora demócrata, cuando era fiscala del condado, y fue nombrado por primera vez al cargo por un gobernador republicano, Tim Pawlenty. El juez ha ganado la reelección varias veces en contiendas no partidistas.

El trauma por la muerte de Floyd, capturada en video, se convirtió en un llamado de atención para una mayor rendición de cuentas policial en todo Estados Unidos. También, se sintió de manera profunda y personal en Mineápolis, que todavía muestra las cicatrices de los disturbios y los incendios provocados que siguieron.

En el juzgado el lunes, los abogados hicieron sus últimos llamados al jurado, integrado por siete mujeres y cinco hombres, que permanecerán recluidos en un hotel durante sus deliberaciones.

Chauvin, de 45 años, quien fue oficial de policía en Mineápolis durante 19 años, fue despedido inmediatamente después de la muerte de Floyd, junto con otros tres policías involucrados. A Chauvin se le acusa de homicidio en segundo grado, un crimen que podría acarrear hasta 40 años de cárcel, así como de homicidio en tercer grado y homicidio imprudencial en segundo grado.

Está previsto que los otros tres oficiales sean juzgados juntos en agosto.

La asistencia presencial ha estado estrictamente restringida durante el juicio debido a la COVID-19, y solo se ha reservado un asiento por lado para los espectadores. La mañana del lunes, el hermano de Floyd, Philonise, quien durante el juicio ofreció un emotivo testimonio sobre su hermano, ocupó el asiento reservado para la familia Floyd, que luego ocupó un sobrino; una mujer no identificada ocupaba el asiento reservado para la familia Chauvin.

Schleicher, quien habló en nombre del Estado, enfatizó la dimensión humana de Floyd y dijo que había sido obediente hasta que fue obligado a subir a la patrulla, que había rogado para recibir ayuda y llamaba a Chauvin “señor oficial”. Pero, dijo Schleicher, el señor oficial no ayudó.

En sus argumentos, que duraron menos de dos horas, Schleicher intentó adaptar su alegato a los integrantes del jurado que expresaron opiniones a favor de la policía durante el proceso de selección. “El acusado está siendo juzgado no por ser un oficial de policía, no es el Estado contra la policía”, dijo Schleicher. “No se le juzga por lo que era. Se le juzga por lo que hizo”.

Dijo que muchos testigos aseguraron que Chauvin había violado su entrenamiento y la política de la policía al inmovilizar a Floyd boca abajo y mantenerlo inmovilizado por mucho tiempo después de que perdió el conocimiento.

“Esto no fue vigilancia, fue asesinato”, dijo Schleicher. “El acusado es culpable de los tres cargos. Todos. Y no hay justificación”.

El abogado defensor, Nelson, adoptó un enfoque muy diferente y cubrió una amplia gama de temas en una declaración que duró casi tres horas, durante las cuales Chauvin se quitó el cubrebocas y pausó la constante toma de notas que había realizado durante todo el juicio.

Nelson le reiteró a los jurados que había discrepancias, como las llamó, en el caso de la fiscalía, con la esperanza de plantar una semilla de duda razonable en al menos uno de los 12.

Argumentó que había dudas importantes sobre al menos dos cuestiones clave: si las acciones de Chauvin estaban permitidas por las políticas del Departamento de Policía de Mineápolis y si Chauvin había causado la muerte de Floyd.

Nelson enfatizó los numerosos factores que debe considerar “un oficial de policía razonable”, entre ellos si el sujeto está ebrio, si se está resistiendo y si los espectadores son una posible amenaza. Para ejemplificar la cantidad de decisiones involucradas, dijo que todos los expertos en uso de la fuerza de la fiscalía habían señalado un momento distinto en el que el uso de la fuerza de Chauvin se volvió irrazonable.

“El oficial Chauvin no tenía la intención de usar la fuerza a propósito, no usó fuerza ilegal a propósito”, dijo. “Son oficiales que hacen su trabajo en una situación muy estresante, según su formación, según las políticas del Departamento de Policía de Mineápolis. Y es trágico. Es trágico”.

Mostró un video del momento en el que parece que Floyd tomó su último aliento y dijo que, al mismo tiempo, Chauvin estaba desenvainando su gas pimienta en caso de que los transeúntes intentaran intervenir, y se sobresaltó por la cercanía de una técnica de emergencias médicas que apareció en el lugar y se ofreció a ayudar.

Mientras Nelson leía las políticas policiales que advertían que las multitudes son impredecibles, los fiscales se refirieron a los transeúntes como un “ramo de humanidad” y dijeron que el destino los había seleccionado al azar, de la misma manera que se seleccionó a los miembros del jurado, para presenciar lo que llamaron un “alarmante abuso de autoridad”.

Una de las principales preguntas que debe resolver el jurado es si las acciones de Chauvin fueron un “factor causal sustancial” de la muerte de Floyd.

“El hecho de que otras causas contribuyan a la muerte no exime al acusado de responsabilidad penal”, dijo el juez Cahill al jurado.

Nelson apenas mencionó a los expertos de la defensa que testificaron, pero trató de explotar el hecho de que la fiscalía llamó a numerosos expertos médicos, diciendo que había discrepancias en sus hallazgos. Dijo que las enfermedades cardíacas, la hipertensión y otras afecciones preexistentes, así como el uso de fentanilo y metanfetamina de Floyd, contribuyeron de manera significativa a su muerte.

“Es una tontería insinuar que ninguno de estos otros factores no tuvo algún papel”, dijo. “Eso no es razonable”.

En su refutación, Jerry W. Blackwell, quien habló por el Estado, adivritió que Floyd había vivido durante 17.026 días sin morir por su consumo de drogas o por sus condiciones preexistentes, algo que graficó como un campo de puntos azules con una flecha amarilla que señalaba al último punto.

Trató de disipar la confusión sobre la causa de la muerte: “No necesitas un doctorado, no necesitas estudios avanzados para entender cuán fundamental es la respiración para la vida”.

Blackwell dijo que la idea de que había “dos lados en cada historia” era “una de las cosas más peligrosas” en la búsqueda de la verdad. “Si es una historia, eso significa que puede haber varios lados y nunca sería posible una verdad o una realidad”. Y agregó: “Pero de lo de que se trata aquí es de llegar a la verdad, y no solo a distintos relatos”.

Blackwell cerró con un ataque a uno de los argumentos de la defensa sobre la causa de la muerte, sobre que Floyd tenía el corazón más grande de lo normal.

“Les dijeron, por ejemplo, que Floyd murió porque su corazón era demasiado grande”, dijo Blackwell. “Y la verdad del asunto es que la razón por la que George Floyd está muerto es porque el corazón de Chauvin era demasiado pequeño”.



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