Turismo

Venecia impone reservaciones y tarifas a turistas fugaces

2022-07-01

Otros exentos son niños menores de 6 años, personas con discapacidades y los...

Por FRANCES D'EMILIO

ROMA (AP) — A partir de enero, Venecia obligará a los turistas fugaces —que únicamente la visitan un día— a hacer reservaciones y pagar tarifas para visitar la histórica ciudad de los canales. Las autoridades alegan que con ello tratarán de manejar el flujo de visitantes que a menudo superan en número a los habitantes, impidiendo la circulación a pie en las callejuelas y los puentes peatonales.

Las autoridades venecianas dieron a conocer el viernes las nuevas normas que entrarán en vigencia el 16 de enero de 2023.

Los turistas que opten por no pernoctar en los hoteles u otros alojamientos tendrán que efectuar una reservación en línea, indicando el día de la visita, y pagar una tarifa de entre 3 y 10 euros (3,15 y 10,5 dólares) por persona, dependiendo de si se hace por adelantado, si es la temporada alta o si la ciudad está atestada.

Los infractores pueden pagar multas de hasta 300 euros (315 dólares) si son descubiertos sin haber pagado su reserva y pago con un código QR.

Alrededor del 80% de los turistas van a Venecia únicamente a pasar el día. En 2019, el último año completo antes de la pandemia, unos 19 millones de excursionistas de un día visitaron Venecia y le dieron apenas una fracción de los ingresos de los que pasaron al menos una noche.

El comisionado de turismo de Venecia rechazó la idea de que la medida intente limitar el número de forasteros que van a la ciudad más visitada de Italia.

“No estamos hablando de reducciones de números. Estamos hablando de incentivos y desincentivos”, dijo Simone Venturini en conferencia de prensa.

Se venía hablando de la reservación y la tarifa desde hace unos años, pero quedó un suspenso durante la pandemia. Con las restricciones del COVID-19, el turismo casi desapareció de Venecia y los residentes pudieron disfrutar de su ciudad por primera vez en décadas.

El turismo masivo comenzó en la década de 1960. El número de visitantes aumentaba sin cesar, en tanto el de residentes disminuía, abrumados por la congestión, el costo de entregar alimentos y otros bienes en una ciudad sin autos y las inundaciones frecuentes que dañan viviendas y negocios.

Dado que quienes se alojan en hoteles y pensiones pagan un impuesto por ello, están exentos de las reservaciones y la tarifa.

Otros exentos son niños menores de 6 años, personas con discapacidades y los dueños de viviendas vacacionales en Venecia que pagan el impuesto inmobiliario.

Los excursionistas que llegan en cruceros tendrán que pagar, a menos que la empresa de cruceros pague una tarifa a la ciudad.



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