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La histeria del Partido Republicano por el allanamiento a Trump es una invitación a la violencia
Dana Milbank | The Washington Post Nada me gustaría más que estar equivocado en esto, pero la insensata respuesta del eje Partido Republicano-Fox News al allanamiento realizado por el FBI a Mar-a-Lago, la residencia del expresidente Donald Trump, hace que parezca que estuviéramos cayendo en un foso. La amenaza de violencia política por parte de los radicales de extrema derecha ha estado creciendo durante años, pero los llamados a tomar las armas alcanzaron un punto álgido en las redes sociales pro-Trump tras la búsqueda ordenada por un tribunal el lunes en el complejo de Florida de Trump: “¿Cuándo comenzamos el tiroteo?”. “El verano se hizo para los campos de exterminio”. “Mi arma ya está cargada”. “Mañana habrá guerra”. “Cojan sus armas”. En un momento tan peligroso e inestable como el actual, necesitamos que los líderes políticos y de opinión hagan un llamado a la calma. En cambio, Fox News y otros medios conservadores explotaron con discursos de “guerra” y “asesinato”, de un “ataque” contra el país y los partidarios de Trump, y llamados a la venganza contra una “KGB” estadounidense “corrupta”. Los republicanos electos por votación estallaron en gritos sobre la supuesta “politización convertida en arma” realizada por una “Gestapo” demócrata y un “FBI tiránico”, y sobre la necesidad de “asegurarse de que estos tiranos paguen por lo que han hecho”. Pidieron represalias: “Hay que destruir al FBI”. “Nadie está a salvo”. “Tú eres el próximo”. “Vienen por TI”. Sabemos que el discurso violento, en particular cuando tantas personas ya se sienten desesperadas y nerviosas, conduce a actos violentos. Ya hemos pasado por esto. Durante el gobierno de Bill Clinton, a mediados de la década de 1990, los grupos de milicias de extrema derecha proliferaron debido a la ira por las torpes medidas del gobierno federal contra los extremistas en el complejo de la secta de los Davidianos de la Rama en Waco y un enfrentamiento anterior en Ruby Ridge, Idaho. Los comentaristas conservadores y los legisladores republicanos atizaron la furia, y le advirtieron a los “patriotas” que debían resistir un supuesto intento del gobierno de confiscar armas e imponer un gobierno global. Advirtieron sobre los “helicópteros negros” del gobierno y un “ataque estilo paramilitar contra los estadounidenses”, y llamaron a la gente a alzarse contra el “abuso de poder”. En abril de 1995, en el segundo aniversario de lo sucedido en Waco, un nacionalista blanco detonó un camión bomba afuera del edificio federal en Oklahoma City, que mató a 168 personas, muchas de ellas niños. En 2010, durante el gobierno de Obama, los grupos antigobierno de extrema derecha volvieron a proliferar. Sarah Palin, la excandidata a la vicepresidencia, emitió su infame edicto “No se retire, en lugar de ello, ¡RECARGUE!”, mientras que prominentes republicanos promocionaron las armas para combatir “un gobierno tiránico” y les dijeron a los activistas que estuvieran “armados y peligrosos”. Advirtieron que el país estaba bajo el “ataque” de un “gobierno mafioso”. A eso le siguió una ola de amenazas y violencia real (ventanas de oficinas rotas, manifestantes armados marchando frente a la capital) que culminó con el asesinato de seis personas a manos de un demente y un atentado grave a la representante Gabby Giffords (demócrata por Arizona) en un evento comunitario, en el cual resultó gravemente herida. Ahora, al igual que esos dos casos, nos acercamos a las elecciones de medio mandato del primer periodo de un presidente demócrata en funciones. Ahora, al igual que esos dos casos, los grupos antigobierno de derecha están en ascenso. Hoy, además, es más fácil para un grupo, o incluso una sola persona, desencadenar una masacre. Los explosivos son más ligeros. Los accesorios baratos, fabricados en impresoras 3D, pueden convertir pistolas Glock ordinarias en armas completamente automáticas capaces de disparar más de 15 balas por segundo. Internet y las comunicaciones cifradas facilitan la radicalización y la coordinación general. El allanamiento del lunes en Mar-a-Lago nos pone en un momento peligroso. El reportero de NBC News Ben Collins, quien rastrea los foros en línea a favor de Trump, tuiteó que las publicaciones del lunes por la noche fueron “tan violentas como las que vi poco antes de los hechos del 6 de enero. Tal vez incluso hasta más”. Como mínimo, los medios de comunicación y las figuras políticas responsables deberían aconsejarle a la población a esperar a que se conozcan todos los hechos relacionados con la búsqueda en Mar-a-Lago. Pero en cambio, los funcionarios republicanos alentaron la histeria. El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, acusó al Departamento de Justicia de “un estado intolerable de politización convertida en arma”. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, denunció el “uso de las agencias federales como un arma contra los opositores políticos del régimen”. Otros hicieron referencia a “dictaduras marxistas del tercer mundo”, a demócratas “abusando del poder sin recurso”, y a un FBI que intenta “neutralizar a los enemigos políticos”. Mientras tanto, Newsmax le dio un espacio al excomisionado de la Policía de Nueva York, Bernard Kerik, quien afirmó estar “aterrorizado” de que Trump enfrente un “asesinato”. Y de Fox News: “Este es el peor ataque a esta república en la historia moderna, punto”, aseveró el locutor de radio Mark Levin. “Estamos en guerra”, sentenció el exasesor de Trump Stephen K. Bannon, afirmando sin fundamento alguno que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, había aprobado el allanamiento. “Necesitamos sofocar al FBI y al Departamento de Justicia”. Y así siguieron, despotricando sin parar: Dan Bongino de Fox News afirmó que “ya no vivimos en una república constitucional”. El exfuncionario del gobierno de Trump Michael Caputo aseguró que “el FBI es la KGB” tras la “redada estilo militar”. El exdirector de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russ Vought, afirmó querer “desmantelar el FBI en mil pedazos”. La nuera de Trump, Lara Trump, afirmó que “esto debería estremecerte hasta la médula”. La presentadora Laura Ingraham lanzó una amenaza: “Cuando recuperemos el poder, será hora de ajustar cuentas con todos”. Todas estas son invitaciones abiertas para que los violentos e inestables tomen el asunto en sus propias manos. aranza |
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