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El empleo juvenil aumenta en España tras años de inestabilidad


2022-12-19

Por Belén Carreño

MADRID, (Reuters) - La reforma de la normativa laboral española ha provocado un aumento del 142% en el número de trabajadores jóvenes con contratos indefinidos en un país en el que las tasas de desempleo y subempleo juvenil se encuentran entre las más altas de Europa desde la crisis financiera mundial.

El aumento es una prueba de que la reforma laboral del Gobierno socialista, que lleva 9 meses en vigor, está revirtiendo el régimen de contratación y despido fácil implantado tras la crisis de deuda pública de hace una década. Dichas normas fueron elogiadas en su momento por parte de los observadores económicos, al situar al país en una posición competitiva de bajo coste, pero también recibieron críticas al provocar la erosión de los derechos de los trabajadores y la emigración de muchos jóvenes.

Las tasas de desempleo juvenil, que llegaron a superar el 55% en los años posteriores a la crisis financiera, cayeron al 31% en el tercer trimestre, frente a una tasa de paro general del 12,6%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El desempleo juvenil es un problema crónico en los países del sur de Europa. Uno de cada cuatro jóvenes estaba en paro en Italia durante el verano, según Eurostat.

Grecia, cuyas tasas de desempleo juvenil son similares a las de España, quiere reducir su tasa de paro juvenil al 18% para 2030 y está introduciendo subsidios a los costes de las pensiones y los fondos de salud para reducir los costes laborales, así como programas especiales de formación.

Aunque la tasa de desempleo juvenil mejoró en España con la recuperación económica tras la crisis financiera, en el verano de 2021 siete de cada 10 menores de 24 años tenían un contrato temporal. Esa tasa cayó 13 puntos porcentuales en el tercer trimestre de 2022 tras la nueva normativa laboral, lo que sitúa a España ligeramente mejor en este aspecto en comparación con economías más ricas como Países Bajos o Italia.

La reforma laboral, negociada con empresarios y sindicatos e introducida en marzo, suprimió la mayoría de los empleos temporales con el fin de proporcionar estabilidad laboral y reducir la tasa de desempleo. Anteriormente, los empresarios utilizaban los contratos temporales como red de seguridad en tiempos de crisis.

"Es más fácil buscar piso con un contrato indefinido", dice Cristina García, de 24 años, que en septiembre consiguió su primer contrato indefinido como recepcionista en una multinacional de Madrid.

El caso de Cristina es una anomalía en España, donde el número de jóvenes de entre 16 y 24 años que pudieron irse de casa de sus padres fue sólo del 4% en el primer semestre de 2022, según el Consejo de la Juventud de España. La media de la UE es del 17,7%.

Aun así, los jóvenes dicen que las cosas están cambiando.

Tras cinco años trabajando como informático en una empresa tecnológica de Madrid, Sami Khalaf, de 28 años, firmó su primer contrato indefinido en febrero.

"Pretendo ahorrar, veo las cosas de otra manera", afirma Khalaf, que salió de casa de sus padres hace unos meses.

Los contratos estables pueden aumentar la confianza de los consumidores e impulsar el gasto, según Raymond Torres, economista jefe del instituto de análisis Funcas en Madrid. Según Torres, la fortaleza del mercado laboral español ha sido uno de los pilares de la inesperada resistencia económica del país en un periodo de debilidad mundial.

Antes de la reforma laboral, la tasa de contratos temporales, que en la última década ha rondado el 25% de todos los empleos, provocaba una elevada rotación de puestos de trabajo, inflando la tasa de paro general.

"Hemos acabado con la idea de que la inserción de los jóvenes en el mundo laboral tiene que ser por la vía de la precariedad", dijo a Reuters Joaquín Pérez-Rey, el secretario de Estado de Empleo que diseñó la reforma.

La reforma laboral de marzo incluía una controvertida disposición para facilitar la contratación indefinida de trabajadores estacionales en sectores como el turismo y la agricultura. Estos trabajadores tienen derecho a prestaciones cuando no están trabajando, pero no se contabilizan como desempleados, ya que pueden ser llamados en cualquier momento por su empresa.

El número de los llamados contratos fijos discontinuos firmados por jóvenes menores de 24 años se ha quintuplicado hasta noviembre, siendo este grupo de edad uno de los más empleados con este tipo de contratos.

"Si eso es mejor o peor que tener varios temporales es discutible", afirma Miguel Ángel Malo, catedrático de Economía de la Universidad de Salamanca, refiriéndose a los fijos discontinuos.

El sistema español de bajas temporales (expedientes de regulación temporal de empleo, ERTE), aplicado en la mayor parte del mercado laboral durante la pandemia, también ha impulsado la contratación indefinida, afirma Adrián Todoli, profesor de Derecho Laboral de la Universidad de Valencia.

"Hay una mayor tranquilidad entre los empresarios al saber que se puede ajustar via ERTE como se hizo durante la pandemia", afirma Todoli.

Cristina García dice que su contrato de 4,5 horas al día le aporta lo suficiente para empezar a buscar piso con su pareja.

"Busco para los findes para sacarme algo más, pero hemos hecho cuentas y nos llega para mudarnos", afirma.



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