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Por qué fue importante el comité del 6 de enero


2022-12-21

Editorial | The Washington Post

El comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que ha estado investigando el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, se acercó al final de su labor el lunes, con la recomendación dramática de que el Departamento de Justicia acuse al expresidente Donald Trump de cuatro delitos, incluida la incitación o asistencia a una insurrección. Esta recomendación penal es simbólica; el Departamento de Justicia es responsable de tomar la dura decisión sobre si tales cargos deben ser aplicados, y sobre si sería prudente acusar de manera formal a un expresidente y actual candidato presidencial.

El comité ha asegurado su legado de diferentes maneras. Ha proporcionado una contundente imagen de lo que ocurrió el 6 de enero de 2021 y ha exhibido la cobardía de quienes, por temor a Trump, se negaron a ayudar a establecer lo sucedido ese día oscuro.

El público conoce ahora mucho más sobre la culpabilidad de Trump. Nuevos detalles, incluido el testimonio grabado en video de exasesores de Trump, mostraron que a pesar de que le dijeron varias veces que había perdido, Trump recurrió a funcionarios estatales, el Departamento de Justicia, su vicepresidente y otros para que lo mantuvieran en el poder. Esa campaña culminó con los disturbios del 6 de enero de 2021.

La audiencia del lunes presentó nuevas revelaciones sobre la vieja asesora de Trump, Hope Hicks. Mientras el Capitolio era invadido el 6 de enero, Hicks le envió un mensaje de texto a un portavoz de la Casa Blanca diciéndole que le había solicitado a Trump tanto el 4 como el 5 de enero a que tuiteara algo que afirmara que las protestas de ese día no debían ser violentas, pero el entonces presidente se negó. Hicks recordó que Trump le dijo: “Lo único que importa es ganar”.

Hicks es solo una de los republicanos que testificó sobre Trump. La lista también incluye al presidente de la Cámara de Representantes de Arizona, Rusty Bowers, y a la exasesora de la Casa Blanca, Cassidy Hutchinson. Hutchinson fue una testigo estrella a pesar de tener mucho que perder a nivel profesional, e incluso cuando su exjefe, el exjefe de Personal de la Casa Blanca, Mark Meadows, se negó a testificar.

Los dos republicanos de la Cámara de Representantes que sirvieron en el comité, Liz Cheney (Wyoming) y Adam Kinzinger (Illinois) también merecen crédito. Lamentablemente, ninguno de los dos regresará al Congreso el próximo año. Pero el trabajo que realizaron ayudó a crear un registro histórico vital. El comité planea publicar la mayor parte de sus registros no confidenciales, incluidas las transcripciones de las declaraciones. El informe que publicarán esta semana incluirá una serie de recomendaciones legislativas para prevenir otro 6 de enero.

No debería haber hecho falta valentía para participar en una investigación del Congreso sobre un intento de insurrección. Sin embargo, muchas personas que podrían haber testificado se negaron a hacerlo. Más de 30 testigos invocaron la Quinta Enmienda contra la autoincriminación, entre ellos John Eastman, Jeffrey Clark, Roger Stone, Michael Flynn and Kenneth Chesebro.

Del mismo modo, varios republicanos de la Cámara de Representantes se negaron a cumplir con las citaciones del comité. El comité remitió a los cuatro que permanecerán en la Cámara el próximo año al comité de Ética: Kevin McCarthy (California), Jim Jordan (Ohio), Scott Perry (Pensilvania) y Andy Biggs (Arizona).

El 6 de enero de 2021 y sus consecuencias deberían haber marcado un momento unificador. Todos los estadounidenses debieron haber reaccionado como lo hizo Cheney. En su lugar, demasiados decidieron ser ejemplos emblemáticos de cobardía.
 



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