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Funerarias y hospitales chinos, bajo mucha presión ante la propagación del COVID


2022-12-28

Por Martin Quin Pollard

CHENGDU, China, 28 dic (Reuters) - Los hospitales y funerarias chinos se veían sometidos el miércoles a una intensa presión porque la oleada de COVID-19 agotaba sus recursos, mientras que la magnitud del brote y las dudas sobre los datos oficiales han llevado a algunos países a considerar nuevas normas para los visitantes provenientes de China.

En un brusco cambio de estrategia, China comenzó este mes a desmantelar el régimen más estricto del mundo contra el COVID, consistente en confinamientos y pruebas exhaustivas, lo que sitúa a su maltrecha economía en la senda de una reapertura completa el año próximo.

El levantamiento de las restricciones, que se produjo después de protestas generalizadas contra ellas, ha conllevado que el COVID se esté extendiendo en gran medida sin control y es probable que infecte a millones de personas al día, según algunos expertos internacionales en salud.

Países como India, Italia, Japón y Taiwán han declarado que exigirán pruebas de COVID a los viajeros procedentes de China.

La rapidez con la que China, el último gran país del mundo que avanza hacia el tratamiento del virus como endémico, ha eliminado las normas sobre el COVID ha desbordado su frágil sistema sanitario.

La tasa de vacunación general de China supera el 90%, pero el número de adultos que han recibido un refuerzo desciende al 57,9%, y al 42,3% en el caso de los mayores de 80 años, según datos del Gobierno de la semana pasada.

El país cuenta con nueve vacunas contra el COVID de fabricación nacional aprobadas para su uso, pero ninguna ha sido actualizada para hacer frente a la variante ómicron, que es altamente infecciosa.

China informó de tres nuevas muertes relacionadas con el COVID el martes, frente a una el lunes, cifras que no concuerdan con lo que informan las funerarias, ni con la experiencia de países mucho menos poblados tras su reapertura.

Pekín ha dicho que solo registra como relacionadas con el COVID las muertes de pacientes causadas por neumonía e insuficiencia respiratoria.

El personal de Huaxi, un gran hospital de la ciudad suroccidental de Chengdu, dijo que estaban "extremadamente ocupados" atendiendo a pacientes de COVID.

"Llevo 30 años haciendo este trabajo y esto es lo más ajetreado que he conocido", dijo un conductor de ambulancia a las puertas del hospital que no quiso ser identificado.

El martes por la tarde había largas colas dentro y fuera del servicio de urgencias del hospital y en una clínica adyacente para enfermos de fiebre. La mayoría de los que llegaban en ambulancia recibían oxígeno para ayudarles a respirar.

"Casi todos los pacientes tienen COVID", dijo un miembro del personal de farmacia del servicio de urgencias.

El hospital no tiene existencias de medicamentos específicos para el COVID y solo puede suministrar fármacos para síntomas como la tos, añadió.

Los aparcamientos alrededor de la funeraria de Dongjiao, una de las mayores de Chengdu, estaban llenos. Los cortejos fúnebres se sucedían mientras salía humo del crematorio.

"Ahora tenemos que hacer esto unas 200 veces al día", dijo un trabajador de funerarias. "Estamos tan ocupados que ni siquiera tenemos tiempo para comer". Esto es así desde la apertura. Antes eran unas 30-50 al día".

"Muchos han muerto de COVID", afirma otro trabajador.

En otro crematorio de Chengdu, el privado Nanling, el personal estaba igual de atareado.

"Últimamente ha habido muchas muertes por COVID", dijo un trabajador. "Las plazas de cremación están todas ocupadas. No se puede conseguir una hasta el año nuevo, quizá el 3 de enero como pronto".

Zhang Yuhua, alto cargo del Hospital Chaoyang de Pekín, dijo que la mayoría de los pacientes recientes eran ancianos y enfermos graves con enfermedades subyacentes. Afirmó que el número de pacientes atendidos de urgencia había aumentado a 450-550 al día, frente a los 100 anteriores, según los medios de comunicación estatales.

La clínica de fiebre del Hospital de la Amistad China-Japón de Pekín también estaba "abarrotada" de pacientes de edad avanzada, informaron los medios estatales.

Se ha pedido a enfermeras y médicos que trabajen mientras los trabajadores médicos enfermos y jubilados de las comunidades rurales estaban siendo reincorporados para ayudar. Algunas ciudades han tenido problemas para conseguir suministros de medicamentos contra la fiebre.

NORMAS DE VIAJE

En un importante paso hacia una mayor libertad de viajes, China dejará de exigir a los viajeros entrantes que pasen una cuarentena a partir del 8 de enero, según informaron las autoridades esta semana.

Hong Kong, centro financiero mundial, también declaró el miércoles que eliminaría la mayoría de las restricciones COVID que le quedaban.

Las búsquedas en internet de vuelos para salir de China se dispararon el martes desde niveles extremadamente bajos, pero residentes y agencias de viajes sugirieron que la vuelta a la normalidad tardaría aún algunos meses.

Además, algunos Gobiernos estaban estudiando la posibilidad de imponer requisitos de viaje adicionales a los visitantes chinos. Las autoridades estadounidenses citaron como motivo "la falta de datos transparentes".

Italia, que fue el primer país europeo duramente afectado por el coronavirus en febrero de 2020 tras su aparición en China, se convirtió en el primero de Europa en imponer pruebas obligatorias a los viajeros provenientes del país asiático, para lidiar con la nueva ola de contagios.

El principal aeropuerto de Milán, Malpensa, empezó a realizar pruebas a los pasajeros procedentes de Pekín y Shanghái el 26 de diciembre, y los resultados mostraron que casi uno de cada dos pasajeros estaba infectado.

Por su parte India y Japón exigirían una prueba COVID negativa a los viajeros procedentes de China continental, y los que dieran positivo en Japón tendrían que pasar una semana en cuarentena. Tokio también planea limitar el aumento de vuelos a China por parte de las compañías aéreas.

Filipinas también se plantea imponer pruebas".

Se prevé que la economía china, valorada en 17 billones de dólares, sufra una ralentización de la producción de las fábricas y del consumo interno a medida que los trabajadores y los compradores enfermen.

Una vez que pase el impacto inicial de las nuevas infecciones, los economistas de Morgan Stanley prevén un crecimiento del 5,4% en 2023, mientras que los de Goldman Sachs ven un 5,2%.



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