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OMS conocía acusaciones de agresión sexual contra médico
Por MARIA CHENG LONDRES (AP) — Cuando una doctora tuiteó en octubre que había sido “agredida sexualmente” por un empleado de la Organización Mundial de la Salud en una conferencia en Berlín, el director general de la agencia de Naciones Unidas le aseguró que la OMS tenía “tolerancia cero” con esas infracciones. El director general de la OMS, Adhanom Ghebreyesus, dijo estar “horrorizado” por las acusaciones de manoseo y ofrecimientos sexuales indeseados y ofreció su ayuda personal. La OMS suspendió al empleado y abrió una investigación. Pero documentos internos obtenido por The Associated Press mostraron que el mismo trabajador de la OMS, el médico de Fiyi Temo Waqanivalu, había sido acusado de un suceso similar en 2018. Un exinvestigador de la OMS que participó en las pesquisas del primer caso contra Waqanivalu dijo que la agencia había desaprovechado una oportunidad de erradicar el mal comportamiento. “Me hace sentir mucho enojo y culpa porque el sistema disfuncional de justicia (de la OMS) ha llevado a otra agresión que podría haberse prevenido”, dijo la persona, que habló con AP bajo condición de anonimato por miedo a perder su empleo. La primera acusación no acabó con la carrera de Waqanivalu en la OMS. Cuando se conoció la nueva denuncia, aspiraba a convertirse en el funcionario de mayor rango de la institución en el Pacífico occidental con importantes apoyos, según los documentos. En las próximas semanas, el máximo organismo rector de la agencia se reunirá para marcar las prioridades de salud pública y podría hablar sobre cómo y cuándo se elegirá al próximo director de la región. Waqanivalu colgó el teléfono cuando AP se puso en contacto con él para pedir comentarios. El funcionario negó “con rotundidad” que hubiera agredido a alguien, tampoco en la conferencia de Berlín, según correspondencia entre el empleado y los investigadores de la OMS a la que tuvo acceso AP. En su reporte, la OMS dijo que las pesquisas sobre la conferencia en Berlín “están en su etapa final” y pronto se presentarán sus conclusiones a Tedros. Las acusaciones contra Waqanivalu se suman a otras denuncias de mala conducta en la OMS. El director anterior de la agencia en Pacífico occidental quedó suspendido en agosto, meses después de que AP reportara que el personal le había acusado de un comportamiento abusivo que comprometió la respuesta de la agencia al COVID-19 ___ La acusación anterior contra Waqanivalu se produjo tras una reunión de trabajo en Japón en 2017, cuando una empleada dijo que el funcionario la había acosado en una cena tras la sesión. “Bajo la mesa, (Waqanivalu) se quitó los zapatos, levantó una de sus piernas y dedos de los pies entre mis piernas”, escribió la mujer en un reporte en 2018 que fue compartido con altos cargos de la OMS. Ella se marchó del restaurante y dijo que el hombre la había seguido. Cuando ella se despidió, Waqanivalu “me dio un abrazo, agarrando mis nalgas con las dos manos y trató de besarme en los labios”, dijo la mujer. La AP no suele identificar por su nombre a personas que reportan acoso sexual a menos que hagan pública su identidad. Después de que ella enviara su reporte confidencial a la OMS en julio de 2018, el caso “pasó de mano en mano en (Ginebra) durante meses”, escribió uno de los investigadores a la mujer en un email. Más tarde, ella fue informada de que Waqanivalu recibiría una “advertencia informal” y que el caso se consideraba cerrado. Ella escribió en un email a un investigador interno de la OMS que la oficina de ética de la agencia le había dicho que presionar para que hubiera una investigación podría no ser su mejor opción. En octubre, Waqanivalu se sentaba en una mesa redonda en la Cumbre Mundial de la Salud en Berlín como miembro de una conferencia de alto nivel a la que asistió Tedros, el jefe de la OMS. Una tarde, varias personas bebían en un vestíbulo del hotel, incluidos Waqanivalu y la doctora Rosie James, una joven médico británico-canadiense y exconsultora de la OMS. “Estábamos hablando de su trabajo en la OMS y empezó a poner su mano en mi trasero y dejarla allí”, dijo James a AP. James dijo que Waqanivalu “agarró con firmeza mi nalga en su mano en varias ocasiones (y) presionó su entrepierna” contra ella. Antes de marcharse, señaló, Waqanivalu le preguntó varias veces por su número de habitación en el hotel. Más tarde esa noche, ella tuiteó sobre el suceso, lo que hizo que Tedros prometiera hacer “todo lo que podamos para ayudarte”. James dijo que los investigadores de la OMS la entrevistaron, pero Tedros nunca volvió a ponerse en contacto. La OMS se ofreció a pagar cualquier coste privado de terapia asociado al incidente, dijo James. En la entrevista de Waqanivalu con los investigadores de la OMS, él dijo que había saludado a James “tocándola en la parte superior del brazo”, según un registro de la conversación al que tuvo acceso AP. Admitió haber pedido su número de habitación y dijo que había hecho la petición “para contactar, si era necesario”. Waqanivalu dijo a los investigadores que creía que varias personas del grupo, incluida James, “estaban bajo la influencia del alcohol”. Waqanivalu, que dirige un pequeño equipo centrado en enfermedades no contagiosas en la sede de la OMS, se presentó este año como candidato a próximo director de la organización en el Pacífico Occidental. “La experiencia y conocimientos que he acumulado durante los años (...) me han dado las credenciales adecuadas”, escribió Waqanivalu en septiembre al entonces primer ministro de Fiyi. En torno a una semana después de la conferencia en Berlín, el presidente del máximo organismo de gobierno de la OMS en la región dijo a Waqanivalu en un mensaje que vio AP que su nombre se había mencionado “como un posible candidato” al puesto de director regional. “Eso sería una oportunidad para usted, doctor Temo”, indicó el mensaje. Un documento de la oficina del primer ministro con fecha del 17 de octubre confirmaba la “candidatura propuesta de Fiyi” de Waqanivalu para el puesto. Un panfleto de campaña producido por la OMS creado en septiembre presentaba el proyecto de Waqanivalu. “Bajo mi liderazgo, la OMS empoderará a la gente para que sirva a su país”, indicó el documento. Paula Donovan, codirectora de la campaña Code Blue, que trata de que se exijan responsabilidades a trabajadores de Naciones Unidas por delitos sexuales, dijo que las acusaciones contra Waqanivalu eran muy preocupantes. Resulta especialmente inquietante que un funcionario acusado de acoso sexual pudiera optar a un puesto tan destacado de liderazgo y que la OMS no cumpliera su propia política de “tolerancia cero” contra el comportamiento poco profesional, señaló Donovan. “Es patentemente falso que la OMS no permita las agresiones sexuales”, dijo Donovan, que pidió a los países miembros del grupo que refuercen las estructuras internas de la agencia para que sus funcionarios rindan cuentas. “Cuando la OMS mantiene esta clase de cosas ocultas, están dando carta blanca a los depredadores sexuales para hacerlo de nuevo con impunidad”. Jamileth |
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