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La "Tota" Carbajal, el portero que desobedeció a su padre para jugar cinco Mundiales


2023-05-09

Por Carlos Calvo

CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Una tarde de muchas, cuando aún era un niño, Antonio Carbajal vio cómo un auto atropelló a su hermano mientras ambos jugaban fútbol en la calle frente a su casa.

La aciaga experiencia terminaría marcando la futura carrera de uno de los mejores futbolistas mexicanos de la historia. Ese mismo día, el padre de Carbajal le prohibió volver a jugar al fútbol, pero "la Tota", como le decían, desobedeció la orden.

Para que su padre no lo sorprendiera, el pequeño Carbajal dejó de anotar goles para detenerlos en la portería, desde donde podía ver a su papá cada vez que llegara a buscarlo.

Al terminar la secundaria, Carbajal le dijo a su padre que se dedicaría al fútbol y este le puso un ultimátum: el estudio o la calle. Carbajal se refugió con una vecina.

"Por suerte no le hice caso a mi padre, siempre quise ser alguien y parece que lo logré. Hasta la fecha, la gente me sigue llamando y recordándome, y eso me dice algo", sostuvo Carbajal en una entrevista al portal de la FIFA publicada en 2017.

Tras una larga carrera, en la que llegó a ser el primer futbolista en jugar cinco Mundiales y se coló como el mejor portero del siglo XX de la Concacaf, Carbajal, de manos grandes y elásticos reflejos, falleció el martes a los 93 años tras varios días en el hospital por complicaciones de salud.

"CINCO COPAS"

"Mi historia comenzó en el pavimento, íbamos al campo de golf de Chapultepec, nos robábamos una de las pelotitas con las que juegan y un amigo la enrollaba con papel periódico y con mucho cuidado para que pudiese rodar. Así comenzó mi amor por el fútbol", rememoró el guardameta.

Tras varios años, llegó al club España en donde fue aceptado tras pasar la prueba con un balón de cuero mojado. A los pocos días debutó en la primera división del fútbol mexicano. Aquel 1948 nació la leyenda de "La Tota" Carbajal.

Dos años después, el club España desapareció y Carbajal pasó al León donde concluyó su carrera en 1966 y donde salió campeón en las temporadas 1951-1952 y 1955-1956.

Gracias a sus cualidades mostradas en la portería, Carbajal fue llamado a la selección mexicana con la que debutó a los 21 años en el partido con el que se inauguró oficialmente el estadio Maracaná en el Mundial de Brasil 1950.

"Me gustó el viajar a un país diferente y el orgullo que se siente representar a tu selección en el extranjero, y dije 'bueno, a seguirle dando', y así vino la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta Copa", dijo el exportero a la FIFA.

Carbajal disputó además los Mundiales de Suiza 1954, Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966 donde, desde el mítico Wembley, anunció su retiro tras un 0-0 ante Uruguay, ganándose el apodo de "cinco copas".

"Me voy porque ya no tengo nada que darle al fútbol", dijo Carbajal en aquella ocasión.

Además de Copas del Mundo, participó en decenas de partidos de eliminatorias, panamericanos y amistosos.

"NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA"

Carbajal, quien nunca uso guantes de portero, fue el primero en disputar cinco Mundiales, distinción que ostentó en solitario por 32 años hasta que el alemán Lothar Matthäus alcanzó su marca en Francia 1998.

Posteriormente lo acompañaron el portero italiano Gianluigi Buffon y su paisano Rafael Márquez.

Después de su retiro como jugador, la "Tota" Carbajal continuó ligado al fútbol como director técnico.

Tuvo a su cargo los clubes Unión de Curtidores, León, Atletas Campesinos y Morelia, donde finalizó su actividad dentro del fútbol en 1994 después de sufrir tres derrotas consecutivas.

"Me retiré porque me dio vergüenza, querían que siguiera, pero dije no. Me sentí mal porque perdí tres partidos seguidos y dije adiós", apuntó Carbajal.

Tras su retiro profesional, el exportero se dedicó a atender un negocio de venta de vidrios en su natal León, en el centro de México, y ayudar a rehabilitarse a niños y jóvenes drogadictos por medio del fútbol.

En 2004, tras recibir un reconocimiento de la FIFA, Carbajal se quejó por el escaso apoyo que recibió tras dejar el fútbol.

"Aquí la verdad es que no le dan la importancia a lo que uno ha hecho en su carrera, pero eso es normal y como se dice 'nadie es profeta en su tierra'", se lamentó.

(Reporte de Carlos Calvo Pacheco; Editado por Diego Oré)



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