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Qué opciones tendría Yellen si el Tesoro se queda sin efectivo
(Bloomberg) -- La pregunta más urgente en el amargo enfrentamiento en Washington sobre el límite de la deuda federal es una que el Tesoro de Estados Unidos se niega a responder: ¿qué ocurrirá si se queda sin efectivo? Si bien en el pasado los legisladores y las Administraciones han estado a punto de no abordar el límite de la deuda a tiempo -a horas de distancia en el caso de 2011- siempre han llegado a un acuerdo antes de que el saldo de caja del Departamento del Tesoro fuera demasiado bajo para hacer frente a todos los pagos federales que vencían. Esta vez, según algunos observadores, podría ser diferente. El caso de Goldman Sachs Group Inc. se basa en la hipótesis de que se logre un acuerdo el día de la llamada fecha X, más o menos un día; en otras palabras, el enfrentamiento partidista podría prolongarse un día más. Morgan Stanley dice que existe un “riesgo significativo” de pasar la fecha X. JPMorgan Chase & Co. estableció una “sala de Guerra” para estudiar contingencias, dijo el jueves su director ejecutivo, Jamie Dimon, en una entrevista en Bloomberg Television el jueves. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha seguido el ejemplo de sus predecesores y se ha abstenido de explicar exactamente qué haría el Departamento en el peor de los casos en que el Congreso no consiga elevar o suspender el límite de la deuda a tiempo. Detallar cualquier plan podría sugerir que las consecuencias podrían mitigarse, lo que reduciría el incentivo de los legisladores para actuar. También correría el riesgo de avivar a los opositores a cualquier contingencia que conciba el Tesoro. Aun así, Yellen reconoció esta semana que habrían de tomarse decisiones si los legisladores no actúan a tiempo. “Si el Congreso no eleva el techo de la deuda, el presidente tendrá que tomar algunas decisiones sobre qué hacer con los recursos que tenemos”, dijo Yellen en entrevista con la CNBC el 8 de mayo. La Administración podría seguir haciendo todos los pagos invocando la 14ª Enmienda de la Constitución, que dice que la validez de las deudas públicas “no será cuestionada”, pero eso implicaría una lucha legal muy arriesgada, como señaló el presidente Joe Biden a principios de este mes. Si se deja de lado esa opción, una suposición generalizada es que el Tesoro usaría el efectivo y los ingresos de los que sí dispone para garantizar que se realicen los pagos de la deuda pública. Salvaguardar los bonos del Tesoro La mayoría de los economistas e inversores consideran que el incumplimiento del servicio de la deuda del Tesoro, que es el mayor mercado de bonos del mundo y una referencia para los costos de endeudamiento en todo el mundo, podría desencadenar un colapso financiero, un riesgo que las autoridades no correrían. “Nadie gana en esta situación desde el punto de vista político, pero desde el punto de vista de ‘hacer el menor daño posible’ a largo plazo, uno quiere proteger el servicio de la deuda”, dijo Stephen Myrow, socio gerente de Beacon Policy Advisors y antiguo funcionario del Tesoro. Esa suposición se basa en parte en las transcripciones de las conferencias telefónicas de emergencia de la Reserva Federal en 2011 y 2013 durante los enfrentamientos anteriores sobre el límite de la deuda. Un funcionario de la Fed que había trabajado con sus homólogos del Tesoro les dijo a los políticos en agosto de 2011 que los supuestos incluían “que el principal y los intereses de los valores del Tesoro se seguirían pagando a tiempo”. Yellen —quien participó en aquellas reuniones de 2011 y 2013 como vicepresidenta de la Fed— ha tratado de introducir alguna duda sobre esa contingencia. Ella dijo en una entrevista en enero que el plan nunca fue acordado, y las discusiones en ese entonces muestran que “no hay garantía de que eso funcionaría.” Seguridad Social Cuando se le preguntó sobre los planes de contingencia el jueves, el Tesoro se remitió a los últimos comentarios de Yellen sobre el techo de la deuda. Ella reiteró durante una visita a Japón “la urgente necesidad” de que el Congreso actúe lo antes posible. Dimon el jueves también destacó la imprevisibilidad de la situación cuanto más se acerca EU a la fecha X. “Tenemos que tener mucho cuidado con una situación que se acerca a eso”, dijo, ante el riesgo de un comportamiento de “pánico”. “El pánico es lo único que asusta a la gente. Toman decisiones irracionales”. Aun así, suponiendo que el Tesoro siguiera realizando pagos de títulos de deuda, la Administración Biden tendría que decidir a continuación si seguir pagando la gran cantidad de otras obligaciones, que van desde la Seguridad Social y los pagos de defensa hasta los salarios federales y las agencias gubernamentales desde la Administración Federal de Aviación, hasta Aduanas y Protección Fronteriza. “Es poco probable que el Gobierno federal pueda emitir pagos a millones de estadounidenses, incluidas nuestras familias militares y personas mayores que dependen de la Seguridad Social”, advirtió Yellen en febrero. Temas logísticos No todo el mundo piensa que eso es cierto. Un exasesor económico de la Casa Blanca que ahora asesora a los participantes del mercado dijo que, una vez enfrentado a una elección brutal, el Tesoro trataría al menos de dar prioridad a los pagos adeudados a los beneficiarios de la Seguridad Social. En marzo había casi 52 millones de beneficiarios de la jubilación. Sin embargo, puede resultar difícil. Los pagos del Tesoro se gestionan a través de Fedwire, un sistema de pagos distinto del que gestiona las prestaciones del Estado y los pagos a contratistas, por lo que puede ser más fácil separarlos. Según Wendy Edelberg, directora del Proyecto Hamilton e investigadora principal de estudios económicos en la Brookings Institution, sería “mucho más difícil” desde el punto de vista logístico que el sistema de pagos retirara algunos pagos sin intereses y mantuviera otros. Edelberg calcula que si el Tesoro decidiera seguir pagando intereses, tendría que recortar otros gastos en un 25%. Si además siguiera pagando a la Seguridad Social, el impacto en otras obligaciones podría llegar a ser de aproximadamente un tercio. “Más allá de la logística, es una pésima idea que el Tesoro decida unilateralmente, sin una ley aprobada por el Congreso, qué pagos hacer y qué pagos aplazar”, añadió. También se plantearían problemas legales. aranza |
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