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¿Te sientes amenazado ante la crítica y el juicio de los demás?
Adriana Reid / The San Diego Union-Tribune La crítica y el juicio de los demás pueden generar en nosotros una sensación de amenaza y desencadenar la reacción instintiva de ponernos a la defensiva, ya sea que lo manifestemos abiertamente o no. En esta columna, explicaremos por qué nos sucede esto y al final veremos cómo podemos fortalecer nuestra identidad de manera que la crítica de otros contribuya a nuestro desarrollo personal. ¿Qué es lo que realmente nos amenaza? Es importante destacar que la crítica se enfoca en la evaluación de características y comportamientos y el juicio se relaciona con valores y principios. Sin embargo, en la práctica ambos términos se entrelazan y se interpretan de manera similar. Nuestro cerebro es un órgano cuya función principal es mantenernos vivos, no felices; por lo que nuestro subconsciente se va a asegurar de que respondamos exactamente como estamos programados; es decir, hace que todo lo que decimos y hacemos se ajuste a un patrón consistente con el concepto que tenemos de nosotros mismos. Como seres sociales buscamos la aceptación y el reconocimiento de los demás, ambas son características inherentes a nuestra naturaleza humana. Tememos el rechazo y el sentirnos excluidos. Nos preocupa que la crítica afecte nuestras relaciones y nos lleve a sentirnos aislados. Por eso la crítica, ya sea constructiva o distorsionada, resulta en una serie de respuestas emocionales dentro de nosotros, como si nuestro valor como personas estuviera en riesgo. ¿Te das cuenta de hasta qué punto el miedo a la crítica y/o al juicio de los demás, así como nuestra reacción a la defensiva, en realidad las utilizamos inconscientemente para proteger nuestra conexión con los demás? La vulnerabilidad que sentimos ante el fracaso es otra fuente de amenaza. El miedo a no ser lo suficientemente buenos, a cometer errores o no cumplir con las expectativas de los demás, responde a la forma en la que interpretamos nuestras primeras experiencias relacionadas con los vínculos afectivos y nuestro sentido de pertenencia. La crítica magnifica estas inseguridades y desencadena el temor a ser juzgados o separados de los demás. Como resultado, se activan nuestros mecanismos de defensa para protegernos del dolor que provocaron las distintas heridas de la infancia: indiferencia, rechazo, abandono, humillación, injusticia y traición. Considerando los ejemplos mencionados, reflexionemos en lo siguiente: Cuando trascendemos nuestras reacciones instintivas y adoptamos un enfoque más racional, nos damos cuenta de que no existe una medida absoluta de bondad, todos cometemos errores y es imposible cumplir con las expectativas de los demás, generalmente padres o figuras de autoridad, ya que muchas veces ni ellos mismos sabían qué esperaban de nosotros. Si les preguntamos hoy sobre sus expectativas, es probable que la respuesta fuera de asombro: “Yo no esperaba eso de ti”. ¿Cómo hacer frente a la crítica de manera efectiva? La clave está en cultivar nuestra fortaleza interior. Es esencial recordar que la crítica de los demás, no define nuestra valía como personas. Se trata de su percepción subjetiva acerca de nosotros y eso, no determina nuestro autoconcepto. Comparto algunas estrategias que pueden ayudarte a fortalecer tu resiliencia y confianza interna: Conócete: Tener un conocimiento profundo de tus valores, fortalezas y debilidades te brinda una base sólida para enfrentar la crítica. Cultiva una autoestima saludable: Valora y aprecia quién eres como persona. Reconoce que tu valía no depende de la aprobación externa, sino de tu propia autoevaluación. Aprende a reflexionar sobre tus reacciones y emociones ante la crítica. Identifica tus inseguridades y miedos y escríbelos. Esto te ayudará a separar la crítica de tu identidad personal y te ayudará a evaluarla de manera objetiva para extraer lo que te sea útil. Aprende a manejar y regular tus emociones frente a la crítica. Cultiva la habilidad de recuperarte rápidamente de los comentarios negativos y de mantener una actitud equilibrada. Comprender lo anterior te ayudará a poner un espacio entre la circunstancia y tu reacción. Con el manejo adecuado del estrés fortalecerás tu bienestar emocional. Es importante tener en cuenta que ninguna sugerencia o planteamiento aquí descrito constituyen un reemplazo de ayuda profesional en caso de que sea necesaria. JMRS |
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