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De lo que puede llegar a representar Dios para un ateo
Por | Luis Antequera Más allá de la peliaguda cuestión de la existencia de Dios que no es en lo que pretende entrar este artículo, desde la óptica estricta del ser humano Dios representa conceptos y valores que le trascienden a El mismo, y hacen que el problema de la existencia de Dios sea, siempre desde mi punto de vista, más un problema para el hombre que para el mismo Dios. Dios responde también al terrible problema de la incapacidad humana de aplicar la justicia definitiva, la justicia verdadera e inapelable, y el que más y el que menos de cuantos creen en la vida eterna, concibe el espacio por venir como un lugar en el que se aplicará justicia, premiándose a los justos y castigándose a los malvados. Y es que la diferencia entre poseer esa concepción y no poseerla no es menor. Aceptar que el Bien existe y el Mal también, supone aceptar necesariamente, a no ser que se sea intrínsecamente malvado, -y yo creo que de esa condición son muy pocos seres humanos-, que no todas las acciones son válidas, sino que sólo lo son las que conducen al Bien. Vd. me dirá, y no sin razón, que no para todos las acciones buenas son las mismas, pero aceptar que hay que tender al bien y encaminar a él nuestras acciones, supone aceptar también que el camino es sólo uno, y se impone la reflexión para hallarlo. No es poco acuerdo el que alcanzaríamos los hombres si todos pensáramos así. No aceptar dicha existencia representa, por el contrario, que todos los caminos son buenos, los que conducen a Jerusalén como los que conducen a Babilonia, y en definitiva que el único Dios es el propio hombre, y en cuanto tal, tiene derecho a desear cualquier cosa y a emprender cualquier camino para alcanzarla. aranza |
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