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Israel, Hamás y la debilidad de Occidente
Por Christoph Hasselbach | DW Desde Berlín, Washington y Bruselas llegan muestras de solidaridad con Israel. Pero desde un punto de vista geopolítico, el último estallido del conflicto de Oriente Próximo podría ser demasiado para Occidente. "La seguridad de Israel es razón de estado para Alemania". Esto es lo que dijo el canciller Olaf Scholz tras los ataques de Hamás contra Israel. Declaraciones similares han pronunciado la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y los líderes de los partidos SPD, Verdes, FDP, CDU y CSU. Mientras que los actores políticos más importantes de Alemania declaran claramente su apoyo a Israel, aisladas manifestaciones pro palestinas en Alemania envían señales completamente diferentes. "No aceptamos que los atroces ataques contra Israel se aplaudan en nuestras calles", dijo un Scholz indignado, aunque tampoco dijo cómo pensaba detenerlas. ¿Financiación de terroristas? ¿Qué consecuencias sacará ahora el Gobierno alemán tras el ataque a gran escala de la organización terrorista Hamás contra Israel? La atención se centra sobre todo en el considerable apoyo alemán a los palestinos, que actualmente llega a 250 millones de euros, según cifras oficiales. La ministra de Desarrollo, Svenja Schulze, quiere "poner a prueba todo el compromiso con los territorios palestinos". Según ella, no hay financiación directa a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y menos aún a Hamás, prohibida en Alemania y la Unión Europea por ser una organización terrorista y que ha perpetrado los atentados contra Israel. Pero no siempre es fácil comprobar hacia quién fluye exactamente el dinero. Por ello, Alexander Dobrindt, de la Unión Cristianosocial de Baviera (CSU), exige que se suspendan totalmente los pagos a la parte palestina. Por otro lado, la Sociedad Germano-Israelí (DIG) exige que los pagos estén sujetos a condiciones claras. "El dinero de los impuestos alemanes no debe utilizarse para financiar el terrorismo y el antisemitismo", declaró su presidente, Volker Beck. Otros países europeos y la UE en su conjunto también se encuentran ante el mismo dilema: se quiere financiar proyectos civiles en los territorios palestinos que beneficien a la población, pero hay voces que se cuestionan si esto es lo que siempre ocurre. Sin el amplio apoyo de la Unión Europea, probablemente la ANP apenas podría ser viable. Puede que la UE sea el gran donante, pero su papel contrasta con el de Estados Unidos. Washington, de hecho, ya ha anunciado que enviará buques de guerra y aviones de combate a la región. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha criticado duramente al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu por su controvertida reforma constitucional y por su trato a los palestinos. Pero un ataque directo a los israelíes es razón de más para que Biden respalde sin reservas al gobernante israelí, incluso militarmente. El conflicto también pone en peligro los esfuerzos estadounidenses a largo plazo para estabilizar la región, incluyendo un mayor acercamiento entre Israel y Arabia Saudí. De hecho, la reacción saudí inicial fue comedida. Por otro lado, las esperanzas de Biden de alcanzar algún tipo de nuevo acuerdo nuclear con Irán, que apoya a Hamás, probablemente hayan quedado enterradas por el momento. La atención se desvía de Ucrania La atención internacional se está desplazando de Ucrania a Oriente Próximo, algo que teme el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Y dado que la ofensiva ucraniana para retomar los territorios ocupados por Rusia apenas avanza por el momento, las naciones que la apoyan se impacientan poco a poco, hasta el punto de extenderse una cierta fatiga de guerra. En EE. UU, en particular, al presidente Biden le resulta cada vez más difícil mantener la ayuda financiera y militar a Ucrania. Y con las fuerzas ahora inmovilizadas en Oriente Próximo, faltarán más en Ucrania. La politóloga Daniela Schwarzer considera que Estados Unidos debe sopesar cuánto invertir en cada conflicto, según dijo en el el programa "Presseclub" de la cadena alemana ARD. Joe Biden se ha comprometido a apoyar al presidente ucraniano "durante el tiempo que sea necesario". Importantes países en desarrollo y emergentes se abstienen de condenar a la organización terrorista Hamás. Sudáfrica, por ejemplo, nunca ha condenado la agresión rusa a Ucrania, al igual que China. Pekín tampoco ha condenado a Hamás. Y Rusia recuerda a Europa y EE. UU. la meta que ellos mismos han apoyado durante años: un Estado palestino, según el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, sería la mejor manera de resolver el conflicto. "No podemos estar de acuerdo con quienes dicen que solo puede haber seguridad con la lucha contra el terrorismo", dijo. aranza |
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