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La explosión en un hospital de Gaza indigna al Medio Oriente
Jennifer Holleis | Kersten Knipp | DW Algunos observadores expresan una cautelosa esperanza de que la trágica explosión en el hospital Al Ahli de Gaza dé paso a la moderación. Aunque Israel sigue negando responsabilidad alguna en la mortífera explosión del martes en el hospital Al Ahli de Gaza, que ha provocado casi 500 muertos, la tragedia ha suscitado una nueva oleada de indignación y la condena del Ejército israelí en todo Oriente Próximo y el Norte de África. "La situación es increíblemente volátil, y las imágenes del sufrimiento y la destrucción del hospital Al Ahli perturban a toda la región", dice a DW Simon Wolfgang Fuchs, profesor asociado de Estudios Islámicos y de Oriente Próximo en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Según Fuchs, algunas de las reacciones al ataque por parte de los líderes regionales han sido, probablemente, estratégicas. "Los políticos árabes que colaboran estrechamente con los Estados occidentales están sometidos a una presión extrema, por eso condenaron inmediatamente el ataque y culparon a Israel", considera. Egipto, por ejemplo, ha estado sometido a una creciente presión internacional para que abra su paso fronterizo de Rafah con Gaza, con el fin de permitir la entrada de ayuda y la huida de los refugiados. Inmediatamente después de la explosión en el hospital, el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio culpó a Israel del ataque, acusando al país de un "bombardeo deliberado contra civiles". Días de ataques aéreos Israel ha bombardeado la Franja de Gaza en el marco de un asedio que es respuesta directa al ataque de militantes afines al grupo Hamás, clasificado como organización terrorista por la UE, EU, Alemania y otros gobiernos, en el que murieron unas 1,400 personas. Los militantes también se llevaron a Gaza a decenas de rehenes. Hamás, que controla la Franja de Gaza, afirma que el hospital fue destruido en un ataque de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF). Por su parte, las autoridades israelíes afirman que la explosión fue causada por un cohete lanzado erróneamente dentro de Gaza por el grupo radical Yihad Islámica. Pero esta organización, que colabora con Hamás, rechazó inmediatamente cualquier responsabilidad. Tras afirmar que había revisado el material de video y audio presentado por el Pentágono, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo este miércoles en Tel Aviv al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que, "según lo que he visto, parece que lo hizo el otro bando, no ustedes". Sin embargo, Biden añadió que "mucha gente ahí fuera" no estaba segura de la causa de la Un "crimen atroz” El martes, Jordania, que firmó un tratado de paz con Israel en 1994, canceló una cumbre cuatripartita prevista con Biden, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y el presidente egipcio, Abdulfatah al Sisi. "La guerra está llevando a la región al borde del abismo", dijo el ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, en una declaración emitida por la televisión nacional. "Jordania seguirá trabajando con todo el mundo para que, cuando se celebre esta cumbre, pueda lograr lo que se le pide, que es detener la guerra, prestar ayuda humanitaria a la población de Gaza y poner fin a esta crisis", dijo Safadi. Por su parte, Abbas habló de un "crimen atroz, un genocidio", y señaló como responsables a los países que apoyan a Israel. Mientras Abbas condenaba la explosión, manifestantes de Cisjordania pedían su dimisión durante una protesta en Ramala. Según los sondeos de opinión actuales, si se celebraran elecciones ahora, Abbas perdería frente a Ismail Haniyeh, el líder político catarí de Hamás. "En la última semana, ha quedado claro que la Autoridad Palestina se ha vuelto irrelevante", dijo hace unos días a DW Steven Höfner, director de la oficina de la Fundación alemana Konrad Adenauer en Ramala. Llamado a la moderación A pesar de la agitación regional, Fuchs asegura que existe un cauto optimismo de que la tragedia del martes pueda conducir a la suspensión de la inminente ofensiva terrestre israelí en Gaza, "o permitir las negociaciones sobre un alto el fuego y posiblemente también la liberación de los rehenes". Los aliados de Israel fuera de la región también están pidiendo un cambio de táctica. "Tiene sentido observar que los funcionarios de la UE, así como los estadounidenses, están pasando ahora de un apoyo incondicional a Israel a pedir cierta moderación y evitar más violencia y quizá desbordamientos del conflicto en la región", declara a DW Cinzia Bianco, miembro invitado del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Por su parte, Fuchs augura que la indignación probablemente continuará mucho después de concluido el combate. "Hay mucha gente, sobre todo en las redes sociales, que dice que, aunque ahora se llegue a un alto el fuego, no olvidará lo ocurrido en los últimos días y que el ataque al hospital es solo la punta del iceberg", indica Fuchs. aranza |
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