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La relación entre Islam y Occidente a nivel global
Llucià Pou Sabaté Al terminar el siglo XX en el mundo había más de 1,000 millones de musulmanes. En 25 años, aunque no se conocen bien los datos, parece que son 1,500 en el mundo (es decir, el 22% de la población del planeta). Están sobre todo en los 57 países miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), donde en la mayoría de ellos son mayoritarios. Es previsible que en unos decenios el Islam sea la religión con más seguidores en el mundo, si el ritmo de crecimiento de fines del s. XX era del 3% (muy superior al cristianismo), parece que este ritmo ha aumentado. En África Negra es donde más crece su expansión, y en Occidente también, parece que en unos años serán el 10% de la población europea. Pero el Islam se resiste a esa influencia, y aparece como una alternativa a una cultura Occidental. Esto ocurrió desde el principio: Islam y Europa han estado enfrentadas desde hace 1400 años. Tuvo en el medievo una superioridad científica y cultural, y fueron transmisores de cultura entre Oriente y Occidente. Como comerciantes, y luego en su fuerza expansiva, los árabes facilitaron conocimientos en ciencia, tecnología, filosofía y cultura desde Oriente Medio hasta Europa y otras partes del mundo. Es de destacar la época de los califatos árabe Omeya y Abasí, con un espíritu de tolerancia religiosa e interacción cultural, con una mezcla y difusión de culturas (en Al-Andalus fue importante esta relación entre las tres culturas: judía, islámica y cristiana). Obras griegas, romanas, persas e indias fueron traducidas al árabe, en temas de filosofía, medicina, matemáticas y ciencias naturales. En Bagdad hubo un centro intelectual importante. Avicena e Ibn al-Haytham fueron algunos de los muchos sabios islámicos que contribuyeron a ello. Esos inicios son sangrientos entre los sucesores de Mahoma, se van formando las escuelas, y una cultura islámica que al principio estaba en relación con sus orígenes: judaísmo y cristianismo. Conquistan las tierras de los bizantinos y persas sasánidas, dos de las culturas más desarrolladas de su época, y todo ello se integró en lo que llamamos civilización islámica. Formaron la civilización más desarrollada de Occidente durante la Edad Media. Y cuando ésta decrece, en Al Andalus sigue siendo una de las culturas más desarrolladas de la Edad Media. Con la conversión al islam de los turcos en el siglo XI, se frena la embestida de las Cruzadas, y luego los turcos otomanos en el siglo XV se da una nueva expansión territorial de los musulmanes en Europa, conquistando Bizancio (1453) y en el siglo XVII casi toman Viena. El progreso de los siglos XVIII y XIX marcan más distancia entre los dos bloques. Luego vino el colonialismo europeo en África (desde el s. XVIII) y la ocupación rusa en Asia central (s. XIX) y la caída del Imperio Turco que fuer repartido entre ingleses y franceses (s. XX). La esperanza que tenían los islámicos de dominar el mundo, se ve frustrada. Si en Occidente la religión es un aspecto más de la vida, asunto personal con cierta relevancia social, en el Islam todo gira en torno a la religión, tanto las personas como la estructura civil de la sociedad, la economía o cultura. Si en Occidente hay oposición entre una interpretación religiosa y la ciencia (véase desde Galileo) al final predomina la ciencia, pero no es así en los países islámicos que son islamistas. Se crea una esperanza de un día donde todo será distinto, pero por el momento hay que vivir tal como esas normas religiosas indican. El núcleo principal de los países islámicos está en el Oriente Próximo, allí está La Meca, Medina y Jerusalén, sus principales lugares sagrados. Y el Corán se lee en árabe todavía hoy, aunque muchos pueblos ya no lo entienden porque hablan otras lenguas (turcos, iraníes, kurdos, bereberes…). No todos están contentos en esos países, pues muchos pueblos sufrían desde hacía siglos la dominación de los turcos otomanos, y así las tribus árabes harán frente a los turcos a cambio de su independencia (aunque Francia e Inglaterra se repartieron sus tierras en colonias y protectorados con el apoyo de la Sociedad de Naciones: Siria y Líbano bajo el control francés, los actuales Iraq y Jordania, Palestina y Egipto bajo los británicos). En algunos países, por desgracia, hay un régimen tribal y fundamentalista, como es el caso de Irán (desde 1979, cuando derrocaron al sha Mohammad Reza Pahlavi, con ayuda de los EU). El ayatolá Ruhollah Jomeini creó un gobierno islámico basado en la ley sharia y una visión fundamentalista del islam, que aún perdura. En estos meses hemos visto cómo alguna mujer joven ha perdido la vida, por los castigos al no querer llevar el velo que obligatorio para la mujer. En la situación actual, no sabemos qué les deparará el futuro. Muchos vienen a los países de Occidente, aunque su integración es muy escasa en algunos sitios. JMRS |
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