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Se agotan fondos para enfrentar calentamiento global: ONU
Stuart Braun | DW Según el PNUMA, el déficit de financiación para la adaptación al cambio climático asciende a 366,000 millones de dólares anuales, lo que deja al mundo expuesto a graves fenómenos meteorológicos extremos. El informe del Programa de Naciones para el Medio Ambiente (PNUMA) atribuye en parte el retroceso a circunstancias externas como la pandemia del COVID y las repercusiones económicas de la invasión rusa de Ucrania. Pero el hecho es que el déficit de financiación de la adaptación al cambio climático ha crecido, mientras las necesidades de financiación de los países en desarrollo vulnerables al clima son entre 10 y 18 veces superiores a lo que reciben actualmente, señala el "Informe sobre el desfase en la adaptación 2023: Infrafinanciados. Insuficientemente preparados". "Esta es una desaceleración enormemente preocupante", escribió Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, en el prólogo del informe. Si se invirtieran 16,000 millones de dólares anuales en hacer la agricultura más resistente al calor y la sequía, por ejemplo mediante una mejor gestión del agua o programas de reforestación, se evitaría que unos 78 millones de personas murieran de hambre o padecieran hambre crónica, señala el informe. Mientras tanto, cada 1,000 millones de dólares invertidos en la adaptación contra las inundaciones costeras podría suponer una reducción de 14,000 millones de dólares en los daños económicos causados por las tormentas extremas y la subida del nivel del mar. Andersen pidió que la COP28 fuera "el momento en que el mundo se comprometiera plenamente a proteger a los países de renta baja y a los grupos desfavorecidos de los impactos climáticos perjudiciales". El PNUMA señala siete vías para aumentar la financiación, entre ellas el gasto nacional, la financiación internacional y el sector privado. Pero la adaptación debe convertirse primero en un componente clave de una financiación climática internacional más amplia que también se centre en la mitigación de las pérdidas y daños. Esta financiación debería "tener en cuenta" las necesidades y prioridades de adaptación de los países en desarrollo, y especialmente de las mujeres, afirma el PNUMA. Pero también se necesita mucha más inversión privada. En referencia al compromiso asumido como parte del Pacto Climático de Glasgow de 2021 de duplicar hasta 2025 la financiación a unos 40,000 millones de dólares anuales, esto "sólo reducirá la brecha actual entre un 5% y un 10%", advierte Henry Neufeldt, coautor del reporte. Harjeet Singh, experto en adaptación, pérdidas y daños, del grupo de reflexión sobre el clima mundial Climate Action Network (CAN), reitera las ventajas de gastar más en adaptación. "Todavía hay muchos impactos que pueden evitarse si adaptamos nuestros hogares, si somos capaces de tener semillas resistentes al clima", dijo Singh a DW. "Resulta chocante e irónico que las empresas de combustibles fósiles, responsables de causar y agravar la crisis climática, sigan obteniendo beneficios por valor de cientos de miles de millones de dólares", declaró Singh a DW. "Transición justa" del petróleo y gas a energías limpias en países más pobres El objetivo no es solo financiar los muy necesarios esfuerzos de adaptación en el Sur Global, sino también la llamada "transición justa" del petróleo y el gas a las energías limpias en los países más pobres. Henry Neufeldt, por su parte, cree que "la falta de ambición de los gobiernos del Norte Global a la hora de apoyar la adaptación" tiene que cambiar si se quiere salvar el enorme déficit de financiación. Según el informe, la planificación e implementación de la adaptación también parecen estar estancadas. Aunque cinco de cada seis países cuentan ya con al menos un instrumento nacional de planificación de la adaptación, que incluye soluciones basadas en la naturaleza como la reforestación para impulsar la seguridad alimentaria, la planificación se está ralentizando y requiere un mayor apoyo, afirma el PNUMA. El número de acciones de adaptación apoyadas a través de los cuatro fondos internacionales para el clima registradas en el informe también fue menor en 2022 que en el año anterior. "Necesitamos revigorizar el proceso", dijo Neufeldt. "Porque, de lo contrario, nos quedaremos cortos a la hora de abordar el déficit de aplicación. Los impactos climáticos están aumentando y nuestra inversión no". No financiar la adaptación podría disparar las pérdidas y los daños La adaptación ya no es una inversión de futuro, sino una crisis actual, explicó Henry Neufeldt. "Fíjense en los incendios forestales, en las inundaciones de Pakistán el año pasado, en las de China este año", dijo. "Cuanto menos nos adaptemos y mitiguemos, más pérdidas y daños tendremos que afrontar. Eso es mucho más caro que ocuparse ahora de la adaptación". aranza |
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