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Egipto en la cuerda floja ante el conflicto Israel-Hamás
Jennifer Holleis | DW El gobierno trata de equilibrar el sentimiento público propalestino y las peticiones de ayuda con el temor a facilitar un desplazamiento permanente de los palestinos de la Franja de Gaza. El actual conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás se ha convertido en un acto de equilibrismo nacional e internacional, ya que Egiptoes el principal facilitador de la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, pero traza una línea roja cuando se trata de acoger a desplazados de los territorios palestinos. "La postura de El Cairo se basa cada vez más en el alarmante y creciente número de víctimas civiles a medida que avanza la incursión terrestre [en Gaza], así como en las presiones de Europa y Estados Unidos para que abra el paso fronterizo de Rafah a los palestinos que deseen cruzarlo", declaró a DW Michelle Pace, investigadora asociada del think tank Chatham House, con sede en Londres, y profesora de la Universidad danesa de Roskilde. Mientras tanto, el presidente egipcio, Abdulfatah al Sisi, ha dejado claro que el paso fronterizo de Rafah -el único paso hacia Gaza no controlado por Israel -no se convertirá en una entrada para los palestinos de Gaza. "Egipto confirma clara y estrictamente que nunca aceptará el desplazamiento de ningún palestino a territorio egipcio", afirmó Al Sisi. Lo ha repetido de diversas formas desde el estallido del conflicto, que comenzó tras el ataque terrorista de Hamásdel 7 de octubre contra Israel, en el que murieron 1,400 personas. "Egipto recuerda muy bien lo que ocurrió en 1948, cuando tras la Nakba [catástrofe en árabe], a los palestinos que se habían visto obligados a abandonar sus hogares y aldeas no se les permitió regresar cuando terminó la guerra", dijo Pace, y añadió que "Egipto cree que ese patrón podría repetirse". "No obstante, los civiles de Gaza tienen derecho a solicitar asilo y sólo ellos pueden decidir cómo y cuándo ejercer este derecho. Egipto está obligado a dejar entrar a los civiles que lo deseen", declaró a DW Timothy E. Kaldas, subdirector del Instituto Tahrir para la Política de Medio Oriente, con sede en Washington. "Dicho esto, los socios de Israel deberían dejar muy en claro que los gazatíes tienen derecho a regresar a Gaza cuando terminen las hostilidades y los dirigentes de Israel deberían ser advertidos de que impedirles hacerlo constituiría una limpieza étnica", añadió Kaldas. Potencial amenaza para la seguridad egipcia Otro argumento de Egipto en contra de permitir la entrada de personas es que probablemente sería imposible separar a los militantes palestinos de los refugiados civiles, dijo Pace. "Si los grupos yihadistas palestinos establecieran vínculos logísticos, ideológicos y operativos con [sus homólogos] asentados en el Sinaí, Egipto teme que esos militantes pudieran intentar lanzar ataques contra objetivos israelíes desde territorio egipcio, provocando a Israel a tomar represalias y perturbar sus relaciones con Egipto", añadió. Al Sisi también expresó esta preocupación durante una reciente conferencia de prensa en El Cairo. "El Sinaí se convertiría en una base para operaciones terroristas contra Israel, y nosotros, en Egipto, asumiríamos la responsabilidad por ello. La paz que creamos [en 1979, cuando se firmó un tratado de paz con Israel, ed.] se nos escaparía de las manos", dijo. Kenneth Roth, ex director ejecutivo de Human Rights Watch y ahora profesor visitante en la Universidad estadounidense de Princeton, afirma que al-Sisi también "simpatiza especialmente con los intentos de Israel de aplastar a Hamás porque él mismo utilizó una violencia horrible para aplastar a los Hermanos Musulmanes, primos más pacíficos de Hamás, incluida la masacre de 817 manifestantes en la plaza de Rabaa de El Cairo en 2013." Represión de los manifestantes El último mes de conflicto también ha repercutido en la relación entre el autoritario gobierno egipcio y la población del país. "Las diferencias debidas a las dificultades económicas del país, pero también al autoritarismo, se han suavizado un poco", según Nathan Brown, profesor de Ciencias Políticas y Asuntos Internacionales en la Universidad George Washington, y actualmente becario en el Instituto de Estudios Avanzados de Hamburgo (Alemania). "En su lugar, la atención se ha centrado en proteger las fronteras nacionales de Egipto", afirmó. Esto es bien recibido por al-Sisi, que tiene muchas probabilidades de ser reelegido en las próximas elecciones presidenciales de Egipto, que son ampliamente evaluadas como antidemocráticas. La financiación internacional a cambio de ayuda en Gaza también podría contribuir a abordar la actual crisis económica de Egipto. La moneda local ha perdido más de la mitad de su valor desde marzo de 2022 y las reservas de divisas egipcias están casi agotadas. Además, el conflicto de Gaza también afectará al turismo, uno de los pilares de la economía egipcia. Sin embargo, Roth duda de que el conflicto mantenga alineados a largo plazo a la población egipcia y a su gobierno. "A medida que la opinión pública pase de la simpatía por Israel, tras la terrible matanza de civiles israelíes perpetrada por Hamás el 7 de octubre, al horror ante el número mucho mayor de civiles palestinos que mueren ahora bajo los bombardeos israelíes, inevitablemente se plantearán preguntas sobre por qué el gobierno egipcio sigue asociándose con Israel", declaró Roth a DW. El gobierno egipcio ya se está preparando para cortar de raíz cualquier disidencia. La semana pasada, después de que manifestantes egipcios pidieran justicia y libertad en concentraciones propalestinas autorizadas por el gobierno, las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron a unas 70 personas en El Cairo y Alejandría. Según un informe reciente de Human Rights Watch aranza |
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