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El Parlamento turco pospone la aprobación del protocolo de adhesión de Suecia a la OTAN
MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) - La Gran Asamblea Nacional, el Parlamento de Turquía, ha pospuesto este jueves la aprobación del protocolo de adhesión de Suecia a la Alianza Atlántica, último paso pendiente junto al visto bueno de Hungría para que el país escandinavo se convierta en el miembro número 32 de la OTAN. La Comisión de Asuntos Exteriores de la Gran Asamblea Nacional de Turquía ha celebrado una reunión en la que estaba previsto que se diera 'luz verde' al protocolo de adhesión, aunque finalmente se ha decidido posponer la cuestión a instancias del partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Según ha explicado el presidente del comité, Fuat Oktay, la decisión de posponer la aprobación del protocolo de adhesión sueco se produce debido a que "el tema en discusión no está aclarado" y "las negociaciones no están lo suficientemente maduras", según recoge la agencia turca Anatolia. El presidente Erdogan envió el pasado mes de octubre la cuestión sobre la adhesión sueca a la OTAN al Parlamento turco, institución encargada de dar el visto bueno definitivo a un proceso que arrancó durante la cumbre de Madrid en 2022 de la mano de Finlandia, pero que se ha encontrado con la oposición turca y húngara. De hecho, aunque la Gran Asamblea Nacional turca vote a favor del ingreso de Suecia en la Alianza Atlántica, Estocolmo seguirá necesitando que Budapest dé también su visto bueno, con lo que conseguiría así la aprobación de todos los miembros del bloque atlántico. Las autoridades turcas han señalado en varias ocasiones la presencia en Suecia de movimientos prokurdos, especialmente en lo que se refiere a cualquier respaldo al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que en Ankara consideran como una organización terrorista. Además, a lo largo de los últimos meses se han producido en territorio sueco varios incidentes relacionados con la quema de ejemplares del Corán, libro sagrado del islám, así como contra la figura del propio presidente Erdogan. En el caso de Hungría, los recelos derivan de los supuestos "insultos" recibidos. "Dicen que Hungría no es una democracia, sino una dictadura", afirmó en julio el ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, que acusa a las autoridades suecas de inmiscuirse en cuestiones internas que no le competen. aranza |
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