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Ucrania y el enorme aumento en la producción de drones
Anna Pshemyska / DW Según Kiev, la producción de drones en Ucrania se ha multiplicado en más de 100 por ciento desde el comienzo de la invasión rusa. El país está desarrollando sus propios modelos, pero existen desafíos. El trabajo nunca para en la planta de producción de Skyeton. Los empleados de este fabricante privado de armamento trabajan toda la noche. El producto final es el sistema de drones Raybird-3, de designación militar ACS-3. Este pequeño dron puede volar hasta 120 kilómetros, y también puede emplearse para vuelos de reconocimiento sobre territorio enemigo. Auge de la industria ucraniana de drones El Raybird-3 ha estado en uso con las Fuerzas Armadas ucranianas desde 2018. Sin embargo, desde febrero de 2022, Skyeton ha aumentado significativamente la producción. "Cosas que antes de 2022 nos llevaban un año, ahora podemos hacerlas en unas semanas", afirma Andrii Fialkovskyi, director general de Skyeton. Hasta 2014, la empresa fabricaba aviones de entrenamiento. Ahora su mayor reto es mantener la seguridad frente a los ataques rusos, lo que ha llevado a Skyeton a distribuir su producción en distintos lugares. Skyeton no es la única empresa que ha ampliado la producción de drones en los últimos dos años. La industria en Ucrania está experimentando un auténtico boom. Desde el comienzo de la invasión de Rusia en febrero de 2022, la demanda del Ejército ucraniano se ha disparado y los drones de combate se han convertido en un factor crucial en las batallas contra los invasores rusos. Dependiendo del modelo, estos vehículos aéreos no tripulados pueden usarse tanto para reconocimiento como para disparar contra objetivos enemigos. Desde entonces, muchas empresas grandes y pequeñas de Ucrania han empezado a desarrollar sus propios sistemas. Una de ellas es Ukrspecsystems, que fabrica el dron de reconocimiento por control remoto Shark, con alcance de unos 80 kilómetros. Según el fabricante, sólo transcurrieron seis meses entre el inicio del desarrollo y las pruebas iniciales. El dron se presentó al público en octubre de 2022. Ucrania construye drones de reconocimiento y combate De los drones de reconocimiento fabricados en Ucrania, los modelos Shark, Leleka-100 (Stork), Furia, Valkyrie y PD-2 (People's Drone) son populares entre los militares. La función principal de los drones de reconocimiento es explorar la ubicación de las tropas y depósitos enemigos, lo que permite a la artillería y los sistemas de misiles Himars de largo alcance apuntar a los objetivos. En la categoría de drones con visión en primera persona (FPV), los expertos destacan los modelos Pegasus, Bucephal, Bat y Vampire. Los drones de despegue vertical son capaces de transportar y lanzar pequeñas bombas. Estos drones se adquieren para el ejército ucraniano a través de la recaudación de fondos y como parte del proyecto gubernamental Ejército de Drones. Uno de los desarrollos ucranianos del que se sabe poco es el dron kamikaze Beaver, fabricado por la empresa privada UkrJet. Supuestamente puede volar hasta 1,000 kilómetros, pero aún no se dispone de información oficial. Medios afirman que estos drones se han utilizado en numerosas ocasiones para atacar objetivos en Moscú. Los medios de comunicación rusos también han publicado imágenes de drones similares al UkrJet UJ-22 Airborne que, afirman, han llegado hasta la capital rusa. El dron kamikaze Rubaka es otro ejemplo de ataque de largo alcance desarrollado por Ucrania. Tampoco se sabe mucho de este modelo. Estos drones se fabrican según el mismo principio de los drones iraníes Shahed que Rusia usa para atacar Ucrania. Los drones kamikaze guiados por GPS pueden ir armados con ojivas de hasta 50 kilogramos de explosivo. El director general del fabricante estatal de armamento Ukroboronprom, Herman Smetanin, afirma que su empresa también desarrolló un dron de este tipo, que ya se comenzó a fabricar en serie. Smetanin también insinuó la existencia de "modelos más potentes". El ejército ucraniano necesita grandes drones de ataque "Hemos multiplicado por 100 la producción de drones, en algunos casos por 150, posiblemente incluso más", afirma Giorgi Tskhakaia, asesor del ministro ucraniano de Transformación Digital y uno de los artífices del proyecto Ejército de Drones. Asimismo, subraya que nunca habrá suficientes. "Los drones siempre escasean porque se necesitan con urgencia", explica a DW. Tskhakaia afirma que al comienzo de la invasión rusa había siete fabricantes de drones en Ucrania, y un año y medio después hay 150, la mayoría de ellos empresas privadas. Por su parte, Valeriy Romanenko, alto funcionario del Museo Estatal de Aviación, califica de "salto adelante" el progreso de Ucrania en los últimos 18 meses en la producción de sus propios drones. El experto en aviación explica: "Al comienzo de la guerra, sólo disponíamos de drones turcos Bayraktar. Para el verano de 2023, teníamos oficialmente 28 drones más, nueve de ellos kamikazes". Pero esto no es suficiente, afirma. "Si queremos llevar a cabo ataques masivos contra fábricas, aeródromos y depósitos de armas rusos, necesitamos drones pesados que puedan penetrar en el tejado de un edificio y alcanzar el objetivo en su interior". El número de Beavers y Rubaka que tenemos ahora mismo es como una cucharadita; necesitamos poder hacerlos llover". ¿Estandarización o variedad? Romanenko cree que sería posible aumentar la cantidad de drones de ataque fabricados en Ucrania consolidando los esfuerzos de los distintos fabricantes y equipando sus productos con componentes similares. "Hasta ahora, no hemos logrado seleccionar uno o dos drones y producirlos en masa", dijo. "Los componentes electrónicos, los motores y otros equipos difieren de un fabricante a otro. Esto provoca una fragmentación, lo que significa que no podemos producirlos a tan gran escala como los rusos", observa. No obstante, Tskhakaia, del proyecto Ejército de Drones, cree que el Estado se adherirá a la filosofía del mercado abierto y la libre competencia, porque cuantos más fabricantes haya, más intensiva será la investigación y el desarrollo de nuevos productos. "No podemos derrotar a Rusia de forma convencional", subraya. "Tenemos que ser más innovadores. Y la competencia crea innovación". JMRS |
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