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Las imágenes de 2023 exhiben un año violento y vibrante en Latinoamérica
(AP).- Con el agua a la cintura, en medio de un río de la peligrosa jungla del Darién, una madre carga a su hija y mira hacia adelante. No hay vuelta atrás. Otra mujer, sentada en las vías a la espera de un tren que que la lleve a ella y a su marido desde México a Estados Unidos, se ríe abiertamente. En su camino hacia un futuro mejor, hay tiempo para los detalles. Las flores amarillas que le regaló su pareja alegran, aunque sea por un momento, su periplo migratorio. Los fotógrafos de The Associated Press han captado escenas crudas durante un violento y vibrante 2023 para Latinoamérica, sin olvidar que en las historias de sufrimiento también puede haber espacio para la esperanza. En Haití, las bandas criminales se expanden y acorralan a los civiles en una caótica y dolorosa rutina, como la imagen que muestra a un policía que lleva en la parte posterior de una motocicleta a un hombre con una herida de bala en la cabeza. Las armas de fuego también cobraron la vida, según las autopsias, de al menos 30 civiles del medio centenar de manifestantes que fueron asesinados en Perú durante las protestas que sobrevinieron a la destitución de Pedro Castillo y la toma de posesión como presidenta de Dina Boluarte. Los féretros, rodeados de familiares y amigos, aparecen en una imagen que congeló la dureza de los enfrentamientos con la fuerza pública a inicios de año. Otra fotografía tomada desde el aire dibuja, en cambio, el esfuerzo de un grupo de mujeres pescadoras que, cada vez más, sacan a sus familias adelante en una Venezuela de estrecheces económicas. En Bolivia, las mujeres indígenas también fueron las protagonistas, cuando un fotógrafo acompañó entre glaciares a las conocidas como “cholitas escaladoras”, una veintena de guías de montaña que temen perder su sustento al ritmo en que avanza el deshielo. Los incendios, los deslaves, las inundaciones y otros desastres naturales también acapararon la atención de un año que vuelve a dejar al descubierto la vulnerabilidad de ciertas zonas del continente ante el embate de la naturaleza. Acapulco, el otrora brillante destino turístico mexicano, tiene aún en ciernes la recuperación de su infraestructura y de la vida de sus habitantes tras el azote del poderoso huracán Otis, una tormenta de categoría 5 que dejó 51 muertos y una gran cantidad de imágenes de escombros y lujosos yates apilados en el puerto. La contaminación lago Maracaibo, en Venezuela, pintó de verde un cerdo que olfatea en busca de comida a la orilla de unas aguas cubiertas de verdín. Y también la agitación política quedó para el recuerdo en imágenes como la que llegó del otro lado de una ventana rota del palacio presidencial de Brasil, cuando una turba de manifestantes irrumpió en las instituciones para tratar de revertir la derrota en las urnas de Jair Bolsonaro ante el hoy presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En medio de tantas turbulencias en Latinoamérica, muchos ven en la migración una salida, conscientes de la arriesgada apuesta. Un bebé duerme pacíficamente dentro de una pequeña maleta, mientras su padre inicia el cruce del río Bravo para llegar a Estados Unidos. Un momento de calma antes de meterse al agua. Jamileth |
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