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Familiares de víctimas de tiroteo masivo en Maine testifican entre lágrimas
AUGUSTA, Maine, EU (AP) — Al narrar en medio del llanto las escenas de sangre, caos y pánico, familiares de las víctimas del tiroteo más mortífero de Maine describieron sus pérdidas insondables el jueves, al tiempo que imploraban a una comisión independiente que tomara medidas que garanticen que esto no vuelva a suceder. Uno por uno, los familiares de algunas de las 18 personas que murieron describieron su angustia. “He tenido que experimentar cada uno de los primeros momentos ‘sin Jason’ en rápida sucesión. Firmar las tarjetas de regalo de Navidad simplemente como ‘Mamá’ después de 25 años de firmarlas ‘Mamá y Papá’”, dijo Kathleen Walker, cuyo esposo, Jason, murió corriendo hacia el agresor. “El sistema falló y no podemos permitir que esto se repita”. Además de Walker, entre los oradores se encontraban Stacy Cyr, cuya pareja, Michael Deslauriers, también murió cuando arremetía contra el agresor; Elizabeth Seal, que cuida a cuatro hijos tras la muerte de su marido, Joshua; y Megan Vozzella, cuyo esposo, Steve, murió dos semanas antes de su primer aniversario de bodas. Jason Walker y Deslauriers eran amigos de la infancia. También testificaron miembros de la unida comunidad de personas sordas de Lewiston, que perdió a cuatro personas en el tiroteo del 25 de octubre en una bolera y en un bar en que se realizaba un torneo de cornhole. Además de los muertos, 13 personas resultaron heridas. Los sobrevivientes dijeron que el flujo de información a la comunidad sorda se vio obstaculizado por la falta de intérpretes de lengua de signos en la escena del crimen, en los hospitales y en el centro donde se habían reunido los familiares. También dijeron que las traducciones de los primeros informes de prensa públicos fueron inconsistentes. “Hubo dificultades con los subtítulos. A veces había un retraso en los subtítulos. A veces había ventanas emergentes que ocultaban los subtítulos”, dijo Seal, que es muda, mediante lenguaje de señas, que fue hablado por un intérprete en la audiencia. “Ante a ausencia de Josh, siento que debo encargarme de esto en su lugar. Necesitamos hacer algo al respecto”. Daniel Wathen, expresidente del Tribunal Judicial Supremo de Maine y presidente de la comisión independiente, dijo estar de acuerdo con Seal. “La palabra acceso ha adquirido un nuevo significado tanto para mí como para todo el estado de Maine”, subrayó Wathen. La comisión fue establecida por la gobernadora demócrata Janet Mills y el fiscal general estatal Aaron Frey a fin de revisar los acontecimientos que condujeron a los tiroteos y posteriormente sugerir políticas para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir. El agresor, Robert Card, de 40 años, estaba experimentando un colapso de salud mental antes del tiroteo y la policía estaba consciente del deterioro de su salud mental. aranza |
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