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«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva»


2024-02-18

Evangelio, Marcos 1,12-15

«Proclamaba la Buena Nueva de Dios»

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían. Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva».

Reflexión

Llucià Pou Sabaté

«El Espíritu empujó a Jesús al desierto, y permaneció
en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás»

En el Evangelio Marcos nos cuenta que “el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas y los ángeles le servían”. Esto era poco después que Jesús recibió el bautismo de Juan. En el desierto, el demonio le tienta pero Jesús es "el más fuerte", porque reza. Además, es servido por los ángeles. Le pedimos a Jesús: “¡enséñame a rezar como tú!” y a los ángeles, al nuestro: “¡ángel de la guarda, dulce compañía… no me dejes solo, que me perdería!”.

Jesús se preparó para su misión, después de oír desde el cielo “Tú eres mi hijo”, como nosotros también somos hijos de Dior por el bautismo, y en el desierto ayunó antes de ir a hablar del Reino de Dios, el Evangelio. Yo también necesito prepararme pues “no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Y en la educación a los pequeños, podemos sugerirles este sentido cuaresmal: Menos chuches y más rezar, hacer algún sacrificio, pues el remedio de todas las tentaciones lo dice la Iglesia en el Evangelio del miércoles de ceniza: rezar, ofrecer sacrificios (ayuno) y servir a los demás con alegría (limosna). Una manera de concretarlo es pensar qué puede quitar de mis gastos y darlo para los pobres.

Jesús tiene poder cuando ha resucitado, porque se ha preparado para su misión, porque en la lucha contra Satanás ha vencido Jesús: frente a la tentación del orgullo y de ser más que los demás, Jesús ha vencido con la humildad y el amor a Dios y a los demás: «Al Señor tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto»: hay que adorar sólo a Dios, y no estar tan pendientes de juegos o de tener cosas.



JMRS


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