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Vacas gordas y vacas flacas
Fuente: Sedientos Org ¿Qué dice la Biblia sobre los ciclos y recesiones de la economía? En la antigüedad cuando se daba una fuerte crisis económica generada por el clima u otros factores se producía una escasez de alimentos severa y provocaba hambrunas. En la actualidad, la modernidad y la globalización hace que el concepto de crisis haya cambiado y si en un país o región hace falta alimentos puede traerse de otro, sin embargo hay escasez de trabajo, vivienda, etc. La Palabra de Dios es muy rica en sabiduría y todo se mueve por voluntad de Dios, así que si queremos saber de economía podemos también acudir a la Bíblia. En ella encontramos como son las crisis económicas, los tiempos de duración de las mismas y también causas por las que Dios hizo que se dieran o se den ciertas crisis económicas en la historia. La primera alusión en la Biblia sobre este tema lo tenemos después del diluvio. Dios, después de arrepentirse de mandar el diluvio, impone un nuevo orden de todas las cosas y también nos dice que “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.” (Génesis 8:22). Y es cierto, tenemos ciclos climáticos, y también económicos. Alguno dirá que no se está refiriendo a la economía en este punto, pero si consideramos que en la antigüedad todo se movía por el clima y la influencia que podía tener sobre los factores productivos principales que eran la agricultura y la ganadería todo cambia. Analicemos algunos ejemplos de crisis históricas en la Biblia: - Crisis en los tiempos de Abraham (aprox. 2100 a.C.) “Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.” Génesis 12:10 - Crisis en los tiempos de Isaac (aprox. 2050 a.C.) “Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.” Génesis 26:1 - Crisis mundial en los tiempos de José (aprox. 1875 a.C) “No había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave, por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.” Génesis 47:13 - Crisis en los tiempos de los jueces (aprox. 1150 a.C) “Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra.” Rut 1:1. - Crisis en los tiempos de David (aprox. 1000 a.C) “Hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos.” 2 Samuel 21:1 - Crisis en los tiempos del Rey Acab (aprox. 875 a.C) “Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.” 1 Reyes 18:2 - Crisis en los tiempos de Eliseo (aprox. 825 a.C) “Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra.” 2 Reyes 4:38 TIEMPO DE DURACIÓN DE LAS CRISIS Es cierto que las duraciones de los ciclos son muy variables y dependen de muchos factores, pero en la Biblia nos detalla como iba a ocurrir un ciclo competo de 14 años. JOSÉ Y EL FARAÓN En los tiempos de José el Faraón de Egipto tuvo 2 sueños (Génesis 41). Ambos fueron interpretados por José como un ciclo económico de 14 años. En uno de los sueños había 7 vacas gordas que después eran devoradas por 7 vacas flacas y extenuadas. El otro sueño trata sobre 7 espigas hermosas que también eran devoradas por 7 espigas menudas y marchitas. La Palabra nos dice que los dos sueños son el mismo y que significan 7 años de bonanza y 7 años de escasez. “También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre.” Génesis 41:27 “He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima.” Génesis 41:29-31 Y efectivamente, después que aparecen los años de crisis, los años de bonanza son olvidados. ACCIONES ANTICÍCLICAS Si sabemos que los ciclos económicos son parte del plan de Dios y también que a lo largo de la historia se han dado diversos ciclos. ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo debemos actuar en épocas de bonanza? El mundo en épocas de bonanza tiende a gastar y a endeudarse. La gente sale de viaje, compra buenos coches, va a buenos restaurantes debido a que el trabajo, el dinero y el crédito fluyen. Después que se enfría la economía, se aprecia como muchas personas pierden sus trabajos, empresas quiebran, el dinero deja de fluir, dejan de pagarse las deudas y muchas personas pierden sus casas. ¿Pero es eso lo que Dios quiere para sus hijos? ¿Qué nos enseña Dios en su Palabra? En el mismo pasaje de José y el Faraón la Palabra nos indica qué hacer: “Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.” Génesis 41: 35-36 Es decir, en épocas de bonanza (fase expansiva de la economía), el cristiano debe planificar financieramente cómo administrar el dinero y las bendiciones que Dios le da y prepararse para la fase de crisis (fase recesiva de la economía) donde quizá haya que echar mano de lo acumulado en los años anteriores. La Palabra no nos dice que en épocas expansivas gastemos lo que ganamos ni que vivamos por encima de nuestras posibilidades utilizando el crédito para disfrutar más aun el momento. Muchas personas caen en esa tentación y después en las fases de crisis pierden parte de su riqueza al embargarse sus casas, coches y otras propiedades. Es importante aprovechar al máximo esas épocas de bonanza y no ser despilfarradores ni ociosos. La Palabra nos da estos versículos muy sabios: “El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza” Proverbios 10:5 “El perezoso no ara a causa del invierno; Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.” Proverbios 20:4 “La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre.” Proverbios 19:15 CONCLUSIÓN Dios siempre se ha preocupado del hombre y nos da las pautas para que seamos felices. Debemos seguir una vida de sabiduría poniendo en práctica las enseñanzas que nos da la Palabra de Dios. Nosotros vivimos en sociedad y es necesario comprender como se mueve los ciclos económicos y ser muy sabios con las bendiciones de Dios. El Padre celestial nos avisa con su Palabra que habrá épocas de frío y calor, verano e invierno y de siembra y cosecha. Por tanto, tratemos de vivir sabiamente y no dejándonos llevar por una economía de consumo y de crédito que es ajena a las enseñanzas bíblicas. aranza |
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