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"Haití, un país de sufrimiento"
Por | Gabriel González Zorrilla La ola de violencia en Haití y la dimisión del primer ministro de ese país, Ariel Henry, son tema en la prensa alemana de esta semana. "Haití, un país de sufrimiento" titula el diario Süddeutsche Zeitung su análisis: "A primera vista parece sacado de un triste cuento de hadas. Una isla dividida en dos: a la derecha, la República Dominicana, con una industria turística en auge y una democracia relativamente estable. A la izquierda, Haití, donde casi la mitad de la población pasa hambre y donde a menudo no hay electricidad ni agua corriente. Las bandas criminales deambulan por las calles merodeando y asesinando, y se repiten dictaduras e invasiones militares, sequías e inundaciones, huracanes, terremotos y epidemias. ¿Cómo puede un país sufrir tantas desgracias? Después de todo, el mundo, y Occidente en particular, han hecho todo lo posible por ayudar. ¿O no? Ha habido miles de millones en ayudas, una misión de mantenimiento de la paz, e incluso la condonación de la deuda por parte del Fondo Monetario Internacional. ¿Qué más se puede hacer? Haití, dicen, es un 'Estado en crisis', condenado a sufrir. Sin embargo, así se ignora el hecho de que Occidente es en gran parte culpable de la miseria, y por lo tanto tiene la obligación de ayudar. Haití fue antaño un país próspero. Sin embargo, la riqueza nunca benefició a la población, sino a las potencias coloniales, primero España y luego Francia. Deportaron a cientos de miles de personas de África y las obligaron a trabajar en los campos y las plantaciones durante siglos." "Las bandas de Haití han ganado" El diario Tageszeitung (taz), de Berlín escribe: "Las bandas de Haití han ganado. El primer ministro Ariel Henry ha dimitido, con la pequeña limitación de que antes cederá su cargo a un nuevo primer ministro. La victoria de bandas fuertemente armadas sobre un primer ministro que fue nombrado por Estados Unidos y la comunidad internacional a través de Twitter y apoyado por estos desde hace casi tres años no es un asunto político menor. El acontecimiento puede compararse, sin duda, con la victoria de los talibanes en Afganistán. La superpotencia estadounidense tuvo que retroceder ante unos criminales enloquecidos. Sin embargo, la principal lección del desastre haitiano es que no hay solución militar al problema de las bandas. Incluso una misión militar de la ONU mucho mejor equipada, que terminó en 2017 después de 13 años, fracasó en esta tarea. Solo tenía dos bandas que combatir, y ahora hablamos de 200. Se necesitan representantes haitianos creíbles que no estén implicados en la violencia de las bandas y que puedan poner en marcha un proyecto de fortalecimiento de la autonomía, que debe ser financiado desde el exterior. Sería una reparación por todo el daño causado por las intervenciones internacionales y la historia colonial." Misión de seguridad El diario Frankfurter Allgemeine apunta: "La transición política, e incluso la mejora de la situación humanitaria en Haití, dependen más que nunca de la situación de seguridad. Henry viajó a Kenia el mes pasado para poner en marcha una misión de seguridad contra las bandas, planeada desde hace tiempo y retrasada en repetidas ocasiones, que Kenia va a liderar. Blinkendeclaró el miércoles (13.03.2024) que había recibido garantías del presidente keniano, William Ruto, de que la nación africana estaba preparada para dirigir la misión tan pronto como se nombre un primer ministro interino. Sin embargo, aún no están claros muchos detalles de la fuerza de seguridad, cuyo despliegue está financiado, en gran parte, por Estados Unidos y Canadá. El plan original era desplegar unos 1,000 policías. Además de Kenia, otros países han prometido su participación. Haití ha tenido malas experiencias con las intervenciones extranjeras. En el pasado, ha habido escándalos de abusos y una epidemia de cólera causada por tropas extranjeras. Sin embargo, es poco probable que Haití pueda controlar la situación sin ayuda exterior." aranza |
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